¿Cómo se ha adaptado a su papel como candidata tras dejar definitivamente el cargo de consejera y portavoz del Gobierno foral?

–Estoy bien, tranquila, muy ilusionada. Al final la ideología, las propuestas, los valores y la manera de hacer política una lo lleva dentro. Allí donde esté intento ser yo misma y ser consecuente, coherente.

¿Sigue atendiendo asuntos pendientes de la consejería de Hacienda que ha dirigido estos 4 años?

–No. Como bien sabes no estaba obligada a dejar el cargo, pero entendí que a un mes de la celebración de las elecciones era el momento, pero con la tarea terminada. Por supuesto que el trabajo sigue adelante en el Departamento, con la campaña de la renta en marcha, con la dotación presupuestaria para la atención sanitaria, las ayudas a la conciliación o el cierre del PIB.

Todo atado y bien atado antes de lanzarse a la campaña.

–El bloque más importante sí, pero hay asuntos que hay que seguir claro. Dejé voluntariamente mis responsabilidades en el Gobierno, pero en este punto quiero ser muy clara y ya basta de mentiras. Ha habido cierta campaña y ciertas voces que ponían el foco precisamente en esa compatibilidad, por parte de personas que además no han dejado los cargos que ostentan en la actualidad. Fue un paso voluntario, responsable. Mi lugar es y va a ser Pamplona.

¿Le resulta extraño verse de protagonista en la publicidad electoral del PSN en Pamplona?

–Cuando estamos en política somos conscientes de que la exposición pública es importante. Sí que es verdad que al dar el paso a la candidatura municipal, puesto que la política aquí es mucho más cercana, noto que muchas personas en la calle se dirigen a mí para plantearme ideas o sugerencias. Tiene una doble lectura, porque por un lado está la satisfacción de sentir que puedes hacer cosas y solventar los problemas de la gente, lo que es muy grande, pero también tiene un peaje por lo que supone de exposición pública y de responsabilidad. No es fácil, es duro, pero es un compromiso que asumo como servicio público.

¿Le paran en la calle más ahora que es candidata que antes cuando era consejera o portavoz?

–Es una mezcla. Hay personas que me hablan de la renta, pero sí he notado desde que soy candidata que la gente se acerca más. Muchos son mensajes de ánimo, pero también me preguntan por las cosas que haré si soy alcaldesa. Noto que esa barrera la ha cruzado y lo acepto con toda normalidad. La gente es muy educada.

¿Qué le han pedido que haga si consigue la Alcaldía?

–Hay mensajes para apostar por la convivencia y para poner a Pamplona donde se merece.

Ya que los socialista tienen la sede en Sarasate, ¿podría ser la reforma pendiente del paseo uno de sus primeros proyectos si lo logra?

–Hay muchos proyectos paralizados y ése es uno de los más importantes. Ha sido la legislatura de la parálisis, sin presupuesto, y a partir del 29 de mayo esos proyectos tendrán que tirar hacia adelante sí o sí.

La candidata socialista, junto al mercado de Santo Domingo. Unai Beroiz

Ha participado en varios debates, con formatos diferentes ¿qué le han parecido sus rivales?

–Respeto muchísimo al resto de candidatos y candidatas. En un momento en el que hay una desafección importante por la política me merecen mucho respeto las personas que dan un paso adelante para encabezar las candidaturas. Estoy convencida de que todos y todas las que nos presentamos queremos lo mejor para Pamplona, para nuestra ciudad. Mi forma de entender la política es en positivo, debatir sobre propuestas, sin insultos ni descalificaciones personales.

¿Qué ha percibido en esas reuniones vecinales?

–Percibo que la gente está bastante cansada del hacer y deshacer, cansada de que lo que haga uno lo deshaga el siguiente que venga, esté bien o esté mal. Veo cierto sectarismo por ambas partes, por bloques por así decirlo, y por eso creo que represento a la alternativa real de progresismo y de futuro. La gente quiere que los políticos seamos capaces de avanzar, no quiere ver cómo se retrasan proyectos o directamente se bloquean entre administraciones solamente por el hacer y deshacer. Yo no he venido a eso.

La legislatura en Pamplona termina con muchos proyectos metidos en el cajón y con una mayoría progresista que tampoco ha podido hacer cumplir muchas de sus iniciativas al no tener el gobierno municipal. ¿Qué lección extrae?

–Que hay que tener capacidad para llegar a acuerdos porque si no se perjudica directamente a la ciudadanía. Considero que no es aceptable que la excusa de una mala gestión, de una incapacidad para llegar a acuerdos, sea la supuesta eliminación de la Carta de Capitalidad. Es lo que vienen repitiendo los miembros de la candidatura de UPN, cuando la realidad es que el Gobierno de Navarra ha puesto en esta legislatura 90 millones encima de la mesa del Ayuntamiento, la mayor financiación de la historia. No puede ser que se tapen así las vergüenzas de una mala gestión.

Hablemos de la gobernanza municipal, ¿contempla la posibilidad de que se repita una mayoría progresista en la próxima corporación?

–Salgo a ganar, convencida, con proyecto, salgo a ganar y lo que quiero es un mayor respaldo social para liderar el Ayuntamiento de Pamplona, de Iruña. También te digo una cosa y es que al día siguiente de las elecciones, como quiero ser la alcaldesa de todas y todos, lo primero que haré será sentarme a hablar y buscar puntos de acuerdo, pero salgo a ganar.

¿Pero cree posible que las elecciones deparen otra vez una mayoría de las fuerzas progresistas?

–Estoy convencida de que la mayoría de la ciudadanía de Pamplona no es independentista ni de derechas, por eso apelo a las personas que quieren un progresismo de verdad para que me den su confianza para liderar el Ayuntamiento. Para mí es muy importante ser la alcaldesa de todos, y es una de las cuestiones que creo que Joseba Asiron no consiguió, no representó a la mayoría de la ciudadanía.

No le voy a preguntar por los resultados del 28-M, pero sí por el mensaje que piensa trasladar a su potencial electorado durante la campaña. ¿Pueden estar tranquilos sus votantes y que hará todo lo posible para que haya un alcalde o alcaldesa progresista en la próxima legislatura?

–Hay una cosa que es clara y es que lo que está siendo bueno para Navarra con un gobierno liderado por María Chivite, con una fórmula de gobierno en coalición y con una mayoría parlamentaria, va a ser bueno también para Pamplona. Lo que fue posible en Navarra, y nadie lo pensaba, va a ser posible en Pamplona a partir del 29 de mayo.

Ese cambio del que habla se inició hace 8 años con el gobierno de Uxue Barkos, pero la pregunta concreta es si usted se compromete en que hará todo lo que esté su mano para que no haya un gobierno municipal dirigido por la derecha.

–Como digo, quiero liderar el Ayuntamiento y quiero que al frente del Ayuntamiento haya una alcaldesa como yo, con el progresismo de verdad.

¿Eso es un compromiso?

–Eso es un compromiso, indudablemente, para que la derecha esté en la oposición. Quiero liderar un Ayuntamiento entorno a políticas progresistas, avances de derechos y sacar a la ciudad de la parálisis.

"EH Bildu tiene un recorrido ético por hacer, creo que han llegado más tarde a la democracia y para nosotros hay cosas que son fundamentales"

No puede descartar que el respaldo social al PSN no sea suficiente para pretender liderar esa opción progresista.

–Lo que no entiendo muy bien ni comparto es la campaña de Geroa Bai en el Ayuntamiento de Pamplona. Tengo serias dudas de que Geroa Bai quiera que el Partido Socialista lidere el Ayuntamiento de Pamplona reproduciendo la fórmula de lo que es bueno para Navarra también pueda ser bueno para Pamplona. No entiendo ese ataque constante al PSN y creo que el candidato Koldo Martínez se está comportando como un agente comercial de Joseba Asiron. Yo salgo a ganar, lo que no sé es si el candidato de Geroa Bai sale a darle la alcaldía a Asiron.

Entenderá que tenga alguna duda. Usted ha asegurado que se votará a sí misma en la votación donde se elegirá al futuro alcalde o alcaldesa, que fue lo que hizo Maite Esporrín hace 4 años y lo que permitió a Enrique Maya hacerse con la Alcaldía. Supongo que se mantiene la idea.

–Yo lo que he dicho es que aspiro a liderar el Ayuntamiento de Pamplona. Eso es lo que he dicho.

Dados los antecedentes del PSN, que no siempre ha buscado una alternativa a la derecha o no ha sido capaz de encontrarla. ¿Cree que esta vez será posible?

–Se lo dije el otro día a Koldo Martínez, que tengo la sensación de que va con el retrovisor puesto. Quiero mirar en presente, quiero mirar en futuro. De cualquiera manera, quiero recordar que Geroa Bai ha sacado leyes importantes en la legislatura de la mano de Navarra Suma.

No parece factible que las listas de la derecha consigan por separado una mayoría que no lograron juntas en coalición en 2019, lo que puede provocar un escenario muy parecido al actual.

–Lo que la ciudadanía progresista y de izquierdas no entendería es que viendo como están los partidos de la derecha, con sus luchas internas, estemos con estas cuestiones.

¿Cómo se puede entender que haya acuerdos con la izquierda abertzale en el Gobierno de Navarra o en Madrid y en Pamplona no sea posible?

–Los acuerdos que hemos alcanzado en el Gobierno han sido siempre presupuestarios, en asuntos muy concretos y con transparencia. Como ya he dicho en más de una ocasión, EH Bildu tiene un recorrido ético por hacer, creo que han llegado más tarde a la democracia y para nosotros hay cosas que son fundamentales.

¿Cree que lo suceda con la Alcaldía de Pamplona influirá en la composición del futuro Gobierno foral?

–Cada cosa tiene su momento y su lugar. Estamos hablando ahora de Pamplona y esto va en serio.

No parece casual el cambio de fecha en la elección de la Mesa del Parlamento, que será antes de la sesión donde se elija al alcalde o alcaldesa.

–Son cuestiones que tienen que verse con total normalidad. Lo importante en esta coyuntura es que el gobierno eche a andar cuanto antes.

Con respecto a su futuro, ¿será concejala de Pamplona los próximos 4 años?

–Sí, rotundamente sí.

Algunos han insinuado que podría ocurrir como hace 4 años, cuando cambió el salón municipal por el Departamento de Hacienda.

–Por eso le decía que ya basta de mentiras. Vamos a centrarnos en cuestiones reales, mi sitio es Pamplona y va a ser Pamplona.

Si obtiene menos de 5 representantes, que son los que tiene ahora el PSN, ¿lo consideraría un fracaso personal?

–Confío en que la ciudadanía me dé su confianza.

Solo conserva a uno de los representantes del actual grupo socialista, Xabier Sagardoy, que va de número dos en su lista. Es una renovación en toda regla.

–Yo soy la que encabeza la lista, pero detrás hay un grupo de personas que tienen mucho que aportar y con conocimiento en temas que yo no tengo tan desarrollados. Estoy muy bien rodeada. Pienso que el Partido Socialista es el que más se parece a la sociedad navarra. En la lista de Pamplona tenemos gente con los problemas que tiene el resto de la ciudadanía, que se enfrenta a los retos del empleo, la vivienda o la conciliación, gente que ha querido dar un paso, el esfuerzo que les supone sacrificar parte de su vida personal para acompañarme en esta aventura, porque son muchas horas. Hay juventud y experiencia y estoy convencida de que vamos a ser un gran equipo de Gobierno. Por cierto, no tengo más que palabras de agradecimiento porque en Navarra hay más de 1.000 personas que han dado un paso para encabezar candidaturas.

Ya que tiene decidido seguir los 4 años en Pamplona habrá hecho un curso de municipalismo. ¿Cómo le va?

–Lo llevo bien porque eso de la formación va conmigo. Tengo detrás una experiencia en la gestión pública, en el Departamento y en la Delegación del Gobierno. Por cierto, si tengo la confianza de la ciudadanía y soy alcaldesa asumiré en primera persona las competencias relativas a las políticas de igualdad, la lucha contra la violencia de género y las agresiones sexuales, así como las del desarrollo económico de nuestra ciudad. Es competencia del alcalde y se suelen delegar, pero en estos casos las asumiré personalmente.

Participación y Sanfermines

Si resulta elegida alcaldesa, ¿la elección de la persona o entidad encargada de lanzar el Chupinazo será una decisión suya o recuperaría el sistema de votación de la pasada legislatura?

–Es importante diferenciar. Hay cosas que no me han gustado; esa falsa participación del alcalde Maya, que primero decidía y luego si eso lo consensuaba. El dedazo no va conmigo. Apuesto por una participación, pero circunscrita a personas o entidades que tengan que ver directamente con la fiesta.

¿Cuál es el principal problema de Pamplona?

–El problema de la vivienda es un problema de Estado y es real, al que hay que dar soluciones a través del alquiler o de las rehabilitaciones. Para los jóvenes y los más desfavorecidos es el principal problema, como lo es el empleo o el desarrollo económico. Estamos viendo cómo los comercios están cerrando, que no hay sucesión ni una regeneración del tejido comercial. Pamplona tiene que ser motor económico de la Comarca, mirándoles de igual a igual. Lo digo por el servicio público de bicis eléctricas, que Pamplona no ha sido capaz de aplicarlo a nivel comarcal. 

El alcalde Maya señaló el otro día a la seguridad ciudadana como el principal problema de la ciudad.

–Evidentemente hay que hacer una ciudad más segura, pero me sorprende haber oído unas declaraciones a la candidata de UPN en las que parecía que hacía una enmienda a la totalidad al concejal delegado de Seguridad Ciudadana, hablando de la inseguridad a los que han sido responsables en estos 4 años. Hay cuestiones en las que ir trabajando, pero sin lanzar mensajes populistas.

¿Qué le ha parecido que la música de los Dj salga de la Plaza del Castillo y la reducción de las barras?

–Las barras fueron una experiencia nefasta, insalubres. Hay que escuchar de verdad a la ciudadanía y poner cauces para la participación. Hay muchos aspectos de mejora en nuestras fiestas.

Los vecinos del Casco Viejo están más que hartos.

–Tenemos el PEPRI, que es una normativa especial de la que nos hemos dotado, pero hay que hacerla cumplir en lo referente a los ruidos , la convivencia y la limpieza. Hay muchos aspectos de mejora.