Tudela: cuatro años de incumplimientos, enfrentamientos y urbanismo

Junto a los incumplimientos que denuncia en otras formaciones, Toquero ha echado el resto en reclamar la carta de capitalidad, algo que no hacen ya ni sus socios de Navarra Suma, y para ello no le importa cambiar las cifras ya que en su propaganda electoral habla de que Tudela tiene 39.000 habitantes (tiene 37.042) y que da servicios a una población de 120.000, cuando los dos informes que encargó cifran los habitantes a los que se da servicio en 52.800. Para ello piden 5,6 millones cuando Tudela ha pasado en 4 años de recibir 10,4 millones a 14,6 millones procedentes del Fondo de Transferencias Corrientes. Además ha acumulado un superávit de 17,6 millones en estos 4 años, habiendo pasado una pandemia por en medio y el cierre de muchas empresas y comercios.

El Consistorio que ha gestionado Alejandro Toquero ha gastado en los 8 puestos de libre designación en esta legislatura más de 400.000 euros cada año (desde 2020) que en 2023 ha llegado hasta los 428.000 euros, cuando en 2019 la cifra fue de 233.000 euros.

Los 4 años

La legislatura comenzó con la denuncia de los empadronamientos ilegales y las acusaciones al anterior equipo de gobierno que fueron acompañadas de las declaraciones del delegado de gobierno que acusó a Toquero de entorpecer una operación policial, a lo que siguió la evidencia de que Toquero se estaba quedando dietas que, como alcalde, no podía cobrar y que devolvió una vez que la oposición lo descubrió. En esos mismos meses cambió al gerente del Consorcio Eder (Abel Casado) para convertir esta entidad en un “lobby de presión para defender los intereses de la Ribera en Pamplona y en Navarra”.

Si el equipo de gobierno de Navarra Suma ha tenido tres talones de Aquiles en esta legislatura han sido el estadio Ciudad de Tudela, la Cultura y la obstrucción a todo tipo de participación vecinal. En el primero de los casos, ya en 2019 anunció la rehabilitación de las instalaciones donde juega el Tudelano. Dos años después, sin proyecto, ni fechas, ni presupuesto (“entre 2,5 y 3 millones”) pidió al Gobierno que subvencionara las obras. Dado que el Ejecutivo no respondió llegó a un acuerdo con la dirección del club que meses después vendió la entidad por 1 euro y abandonó el proyecto. Para entonces ya había un diseño y se estimaba que la recuperación del estadio y puesta en valor superaría los 5,2 millones. De las 8 fases prometidas se colocaron las luces y nada más se ha avanzado.

En lo que respecta a Cultura se han perdido numerosos juicios por el trato dado a los empleados de esta concejalía, además de abandonar certámenes como Lo Que Viene, Des-adarve, las Jornadas de la Espiritualidad o incluso Avant Garde que se debió cambiar el nombre por el enfrentamiento con el organizador. También se descubrió que el alcalde había censurado la presencia de un escritor tudelano en un evento y que eso había bastado para que no firmara un informe que hubiera servido para recibir una ayuda para la compra de libros. De hecho Tudela dedica 6.000 euros a la compra de libros, la ciudad que menos dinero dedica por habitante en Navarra. También la censura se dio en una exposición en la que los artistas denunciaron que habían eliminado el euskera de los carteles.

En Turismo, la ciudad no ha explotado su riqueza arqueológica y no solo no se ha puesto en valor la necrópolis musulmana descubierta en 2019, sino que han abandonado el cerro de Santa Bárbara y su excavación, además de obligar a detener la de San Nicolás que Príncipe de Viana hizo retomar después. Han iniciado la obra pero ningún partido quiere dar el uso que UPN plantea: Green Temple.

Navarra Suma no ha dado solución tampoco al emplazamiento de las ferias y las elecciones le han servido para dar una patada adelante al problema y no buscar más protestas entre la ciudadanía. No en vano se han retirado el Plan Urbanístico Municipal y el Plan de retirada de contenedores que no tuvieron la participación necesaria. En el caso del PUM el Barrio de Lourdes se levantó contra la decisión de dejar fuera de ordenación cientos de viviendas sin haber comunicado nada a los afectados. La respuesta de UPN fue calificar la información de bulo, menospreciar las protestas en las que había incluso militantes de UPN y sacar su palabra preferida “populismo”.

En Urbanismo el concejal señaló la semana pasada entre sus logros las obras en Sarasate, Capuchinos, Eza (encargado el proyecto por la anterior corporación), la reurbanización de las calles en el Barrio de Lourdes, la calle Misericordia y Trinquete (en obras), la plaza de la Estación (en obras), el corredor verde (en obras), San Nicolás (en obras), el Humilladero (en obras), el nuevo transporte urbano y la nueva iluminación, además del asfaltado y pintado de numerosas calles. De hecho, la partida de mantenimiento de calles era de 200.000 euros y la han triplicado a más de 600.000 euros cada año. Además están a punto de iniciar las obras en calle Muro (diseñadas en 2019), así como en San Marcial y Barrio Verde.

Pero si algo ha caracterizado la gestión de Toquero ha sido el enfrentamiento constante durante los 4 años con todo lo que fuera diferente a UPN. Con la presidenta del Gobierno, con cada consejero, la UPNA, el Defensor del Pueblo, otros ayuntamientos, Protección Civil, colectivos que defienden el euskera, ediles de la oposición y con sindicatos del Consistorio que han recurrido las plantillas, ganado juicios y llevado un conflicto por los festivos hasta la puerta de las elecciones.