Un acontecimiento inusual se está llevando a cabo este domingo: las elecciones en pleno mes de julio. Como si el calendario hubiera decidido jugar una broma cósmica, los ciudadanos se están enfrentando a la importante tarea de ejercer su derecho al voto mientras el calor es ahora mismo el protagonista indiscutible de la jornada. Un día único, debutando en la historia de las elecciones de este país.

El pasado 29 de mayo el Presidente del Gobierno anunció el adelanto de las elecciones generales al día de ayer, trastocando los planes de muchos ciudadanos que finalmente han encontrado una solución mediante el voto por correo o siendo excluidos de las mesas electorales gracias a haber planeado las vacaciones con gran antelación.

Desde las primeras horas de la mañana, el sol ha salido con fuerza, bañando las calles con su ardiente resplandor. Sin embargo, el clima no ha sido el único desafío que los votantes hayan tenido que enfrentar, pues, para sorpresa de pocos, los colegios electorales carecen de aire acondicionado. La combinación de un verano abrasador y el bochorno en el interior de los recintos electorales se ha convertido en una prueba de resistencia para aquellos dispuestos a cumplir con su deber cívico, pero más todavía para los componentes de las mesas electorales.

Algunos de los colegios electorales se prepararon para la jornada adquiriendo varios ventiladores para apaciguar el calor que se respiraba en las aulas, pero otros no han tenido tanta suerte. Frente a ello, han jugado con la corriente formada gracias a las ventanas que estaban cubiertas con las persianas para limitar la entrada del sol a las mesas, como es el caso del colegio público Los Sauces Sahats de Barañáin.

En la piel del votante

Ante tal panorama, los votantes han acudido armados de paciencia y valor, enfrentando el calor con entereza para expresar su voz en el proceso democrático. Una mezcla de somnolencia y determinación se ha dibujado en los rostros de aquellos que aguardaban en las filas, esperando su turno para ingresar a las urnas.

Sin embargo, la innovación llegó como un refugio inesperado para aquellos que se encontraban fuera de la ciudad o sumidos en unas merecidas vacaciones. El voto por correo se ha convertido en una opción más que atractiva para aquellos que preferían no sucumbir al calor de las urnas presenciales. De esta manera, las playas, los rincones montañosos y los destinos exóticos no se han interpuesto en el camino de su participación ciudadana.

Mientras tanto, en los colegios electorales, los voluntarios y el personal a cargo de la organización siguen luchando valerosamente para hacer frente a las circunstancias. Ventiladores, abanicos y botellas de agua son los aliados en esta batalla contra el calor, asegurando que el proceso electoral transcurra con normalidad.

“Ahora estarán aprovechando para darse un baño en la piscina y los que faltan se acercarán a última hora, pero la mayor parte ya han votado por la mañana”

Raquel Ederra - Presidenta de mesa electoral

La afluencia de votantes se ha visto perjudicada por las temperaturas, ya que la mayoría han elegido las primeras horas del día: “Ahora estarán aprovechando para darse un baño en la piscina y los que faltan se acercarán a última hora, pero la mayor parte ya han votado por la mañana”, aseguró la presidenta de mesa Raquel Ederra.