Este domingo, en Zubiri, a las 11 de la mañana, el termómetro se acercó a la azarosa cifra de 30 grados. Momento en el que, desde la Real Colegiata de Roncesvalles, se dio el pitido de salida a casi 700 corredores que, sin dudarlo, recorrieron en manada la etapa del Camino de Santiago. Un trayecto de 21,300 kilómetros (unos 200 metros más que un media maratón homologada).

Decimosexta edición de una carrera que disfrutan personas de todas la edades. Carrera familiar y profesional al mismo tiempo. Y justo de profesional tiene mucho: un récord con diez de años de antigüedad recién cumplidos que, una vez más, y para disgusto de algunos espectadores, sigue invicto. El récord (1h.12:10), de Antonio Etxeberria, se ha vuelto un protagonista clásico en este evento.

En Zubiri, sobre las 12, la gente se empezó a congregar en la meta al ritmo de AC/DC y de los ánimos entusiastas de los presentadores. Diecisiete minutos más tarde llegó Xavier Macias Cipriain, primer clasificado de la carrera . Con un tiempo de 1h.17:55, el navarro se puso las manos en las caderas y recibió con una sonrisa agotada la ovación del público.

Un grupo de corredores, pasando por un puente del recorrido. Iñaki Porto

El atleta consiguió la victoria con una diferencia de 35 segundos respecto al siguiente clasificado, Ion Sola. “Empecé con un ritmo conservador. No sabía cómo iba a responder el cuerpo a este kilometraje y dejé que el primer grupo se adelantara un poco”, aseguró Macias. Y con esta estrategia, poco a poco, con constancia, el navarro adelantó puestos y se aseguró una plaza entre los tres primeros. “Mis terrenos favoritos suelen ser más verticales, así que había que tener mucho cuidado”, aseguró.

“En la última subida nos hemos juntado tres: Mikel Etxamendi, Sola y yo. Pero me dije que había que subir un puntico más y me escapé”, relató. Ya en la última bajada, con las últimas fuerzas, Macias se aseguró de forma rotunda el primer puesto.

El calor, que preocupó a muchos corredores, también fue motivo de alivios para otros. Con un tiempo más húmedo la bajada se habría puesto más complicada debido al barro. “Es un terreno que no se puede ir demasiado rápido, hay que ir controlando”, dijo Macias. Admás, al ser un recorrido de montaña y bosque, “en las zonas más sombrías se estaba muy a gusto para correr. Después, en las zonas de sol pues ya tocaba agachar la cabeza y hasta las orejas”.

El deportista, miembro del club de atletismo Hiru Herri, era la primera vez que realizaba esta carrera, así que la planificación del ritmo y el tiempo fue clave. En su club, especializado en las secciones de atletismo, monte y triatlón, “se generan muy buenos grupos de entrenamiento y de mucho nivel”. Sola y Etxamendi, los dos siguientes clasificados, son miembros del mismo equipo. “He entrenado un poco más la pista llana de cara a esta carrera”, explicó Macias.

Aunque el récord quedó lejos, Macias superó de largo la marca del año pasado: 1h.24:14, de Atarratze Rota.

Una vez terminada la carrera, contestado preguntas y agradecido felicitaciones, Macias abrazó a Sola y a Etxamendi y se marchó, resoplando pero con una sonrisa, a por una rodaja de naranja, un refresco y un bordillo donde sentarse.