El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José María Aierdi, abrió el Foro Hiria agradeciendo a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y al Consorcio de Residuos de Navarra su labor y el impulso de este tipo de encuentros, que permiten avanzar en un ámbito fundamental para la transición ecológica y, al mismo tiempo, profundamente vinculado con la participación ciudadana y los hábitos de consumo: la gestión innovadora y sostenible de los residuos.
Aierdi destacó que la economía circular y la transformación hacia una economía descarbonizada no son conceptos abstractos: “La economía circular y la transformación hacia una economía descarbonizada también comienza en esos contenedores que forman parte del paisaje de nuestras calles y pueblos”, señaló, recordando que estos pequeños gestos cotidianos simbolizan una nueva cultura de consumo responsable. “La economía circular y la transformación hacia una economía descarbonizada también comienza en esos contenedores que forman parte del paisaje de nuestras calles y pueblos”, señaló, destacando que estos símbolos reflejan una nueva cultura de consumo responsable.
Aierdi subrayó, asimismo, el papel fundamental de las mancomunidades y entidades locales, que no solo gestionan eficientemente los residuos y servicios urbanos, sino que también impulsan la transformación de la cultura y los hábitos ciudadanos desde la acción local, verdadero motor del cambio. Recordó que Navarra lidera el Estado en recogida selectiva, con un 53% de residuos domésticos y comerciales depositados de forma separada, superando con diez años de antelación el objetivo previsto para 2035.
La planta de Imarcoain, proyecto estratégico
El consejero puso especial atención en el nuevo Centro Ambiental de la Mancomunidad de Iruñerria, la actuación más ambiciosa en servicios de residuos en Navarra en las últimas décadas. La planta, que comenzará a operar a mediados del próximo año, permitirá tratar más de 60.000 toneladas de residuos al año, aproximadamente el 20% del total doméstico de la Comunidad. Aierdi explicó que el innovador diseño del centro permitirá gestionar materia orgánica, envases, vidrio, aparatos electrónicos, papel-cartón, textil y la fracción resto, además de valorizar los residuos como materia prima y generar energía para el transporte público urbano.
Con una inversión total de 90 millones de euros, incluidos más de 13 millones gestionados a través de fondos Next Generation, la planta de Imarcoain se perfila como un proyecto de referencia estatal, reconocido por la publicación especializada Ambienta. Según Aierdi, esta infraestructura responde a los retos ambientales, tecnológicos, normativos, económicos y sociales de la gestión integral de residuos, siguiendo los principios de la economía circular y el paradigma de Reducir, Reutilizar y Reciclar. “Es una respuesta frente al cambio climático, pero también una estrategia para generar otra economía, cambiar hábitos y transformar nuestra sociedad”, aseguró.
Iniciativas complementarias
El consejero destacó también proyectos piloto impulsados por la Dirección General de Medio Ambiente, como la recogida y retorno de envases en Sangüesa, el vermicompostaje en Lumbier o campañas de sensibilización en hostelería, sociedades gastronómicas y mercados de abastos para reducir el desperdicio alimentario. Asimismo, se han desarrollado acciones para fomentar la recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Todas estas iniciativas buscan reforzar la cultura de la prevención, la reducción y el reciclaje, pilares para afrontar la crisis climática.
Compromiso y colaboración
Finalmente, Aierdi reiteró el papel activo y el empuje innovador de las mancomunidades y aseguró que el Gobierno de Navarra continuará acompañándolas, apoyando proyectos como la planta de Imarcoain y mejorando los fondos de residuos. “Queremos seguir acompañando a las mancomunidades en esta estrategia compartida, reforzando el impulso innovador que ya están aportando a las políticas de Medio Ambiente de Navarra”, concluyó.
