Artazu ha celebrado esta mañana los 100 años de la colocación de los mojones en sus mugas y con motivo del día del Valle, que se festejará el próximo 31 de mayo, el Ayuntamiento de Mañeru ha preparado el Mugarri Eguna 2025. Una jornada marcada por el emplazamiento de las piedras caídas y que ha contado con la participación de una pareja de bueyes para su acarreo, layadores para labrar el agujero y con un tallador que ha grabado en directo las piedras con un nuevo símbolo.

Un laiari utiliza la laya para labrar el agujero en el que se despositó el segundo mojón. Iñaki Porto

Hace un siglo exactamente, el 18 de mayo de 1925, los pueblos vecinos de Mañeru, Artazu, Puente la Reina y Guirguillano colocaron y registraron, según relata un documento antiguo, el levantamiento de 49 piedras que, desde entonces, han señalado las fronteras que delimitan las 579 hectáreas de Artazu.

El Distrito de Guerra, a través de la Comisión Geográfica de los Pirineos, fueron las entidades encargadas, junto a las autoridades de cada municipio, de situar las mugas en su territorio.

Además, estos organismos, tras la colocación, también documentaban algunos detalles de los mojones, como las dimensiones y formas, las marcas que grababan – generalmente una cruz en su cara alta o las iniciales de los pueblos en sus laterales– y las vistas que había desde su posición hacia los cuatro puntos cardinales. Asimismo, se procuraba dejar 100 metros de distancia entre cada piedra para permitir la vista de la siguiente desde cada una de ellas.

Un trabajo que fue realizado hace un siglo y que hoy, manteniendo los rituales de “antaño”, ha vuelto a a revivir en el Valle. La Sociedad de Artazu ha acogido a las 8:00 horas a los primeros visitantes que se han acercado al lugar para tomar su “caldico” y recargar energías para el recorrido por las principales mugas, la primera actividad de la jornada.

Los txikis posan junto al agujero en el que se ha depositado el mojón. Iñaki Porto

Una multitud de vecinos, familias, amigos y curiosos acompañados por sus perros, han caminado durante tres horas por el perímetro oeste del municipio y han realizado varias paradas en los mojones más conocidos, como los que hacen frontera con Artazu, Guirguillano y Mañeru en el rincón conocido como Oiankoa, y la piedra situada en el paraje de Las tres mugas.

El plato más esperado de la cita ha tenido lugar a las 11.30 horas con el arrastre de una de las grandes piedras –alrededor de 300 kilos– por una pareja de bueyes de Urretxu, vestidos con pieles y telas que han cubierto su rostro. Al estilo tradicional y fiel a como se realizaba hace un siglo, seis personas han levantado la muga y la han colocado en una escalera para desplazarla hacia el remolque tirado por los grandes bichos guipuzcoanos.

Los bueyes de Urretxu transportan una de las mugas con la ayuda del remolque. Iñaki Porto

El publico ha seguido el carro y la procesión ha culminado con la colocación de la muga. Sin embargo, antes de su instalación, han tenido lugar los ritos tradicionales previos. Pello Iraizoz, tallador y artesano, ha sido el encargado de grabar en directo el símbolo que señala los territorios delimitados. Aunque la idea inicial, como ha relatado Txaro Etxetxipía, alcaldesa de Artazu, era cincelar un diseño novedoso que conmemorase el aniversario centenario, los txikis han cambiado los planes.

Pello Iraizoz graba la muga con sus herramientas. Iñaki Porto

“Los más pequeños han tenido la idea de grabar una M, de Mañeru, y una A, de Artazu, como era costumbre. Pero esta vez, cada inicial se ha situado en el lado contrario a la zona que delimitan, para representar la unidad y buena relación entre los pueblos”, ha explicado Oskar Alegría, uno de los organizadores del evento. “Las mugas simbolizan el lugar donde se dividen los pueblos, pero también su unión. Entre los territorios del Valle siempre hemos tenido muy buena relación”, ha incidido Etxetxipía.

"Las mugas simbolizan el lugar donde se dividen los pueblos, pero también su unión. Entre los territorios del Valle siempre hemos tenido muy buena relación"

Txaro Etxetxipía - Alcaldesa de Artazu

Los laiaris –personas que trabajan con layas, un antiguo instrumento de trabajo agrícola– Candelario Rojas, Pedro Aldoán y César Ollo han labrado el agujero y Etxetxipía e Itziar Martínez, alcaldesa de Mañeru, han introducido pedazos de tejas y trozos de carbón. La alcaldesa de Puente la Reina, Itziar Imaz, también ha protagonizado el acto. “Estos elementos simbolizan la propiedad, los materiales con los que se construye la casa y se crea el hogar. Es una tradición muy antigua”, ha aclarado Juan San Martín, visitante.

Una vez finalizado el ritual, los laiaris, con la ayuda de algunos vecinos del Valle, han colocado la muga en donde se erigió hace 100 años. “Creo que está más cerca de Artazu, vamos a quitarles un trozo a Puente”, ha bromeado Etxetxipía. Después, se ha procedido a la recolocación de un segundo mojón principal, pero esta vez, con un procedimiento más ligero y amenizado.

Los laiaris, con la ayuda de vecinos, colocan la primera muga con la ayuda de una escalera. Iñaki Porto

El Mugarri Eguna 2025 se ha cerrado con un almuerzo popular en el mismo lugar, al aire libre y bajo el cielo azulado que ha brindado el día. Los Gaiteros de Puente La Reina-Garés han amenizado la jornada con sus melodías y notas, que han alegrado, todavía más, el buen ambiente del que Artazu ha disfrutado.