Ion Cerviño Pueyo, de 21 años, está siendo la sensación esta temporada de Osasuna Magna. Es el máximo goleador del equipo con cinco tantos, se ha convertido en un auténtico especialista en marcar desde su propio campo aprovechando el juego de cinco, y además está asistiendo y respondiendo en defensa. Pero detrás de todo este éxito hay un camino de mucho trabajo, que no siempre ha sido fácil de recorrer. Joya de la cantera del Xota, con 15 años Imanol Arregui le hizo debutar en la máxima categoría con el primer equipo, lo que supuso todo un hito por su edad. Pero una vez en la primera plantilla, no ha sido hasta ahora cuando se ha ganado un puesto, a base de mucho esfuerzo. Jugó cedido una temporada en el Tafa FS, de 2ª División B, y a mitad del pasado curso cogió las maletas para ganar experiencia en El Ejido, en la categoría de plata. Una vivencia clave en su crecimiento como jugador, que le ha permitido regresar al Xota “con otra mentalidad”, convirtiéndose en uno de los jugadores relevantes del esquema de Miguel Hernández.
Después de haber asaltado la pista del líder, ¿con qué confianza se coge el partido de este viernes en casa ante el Jaén?
Con mucha. La victoria ante el Inter nos da mucha moral, sobre todo porque nadie había ganado allí aún. Ahora viene otro de los equipos más complicados. Lo bueno es que jugamos en casa y todavía aquí no hemos dejado de sumar puntos. Así que con mucha confianza y con ambición, como siempre.
Con el triunfo ante el Inter, ¿el equipo se quitó una losa de encima por el hecho de ganar por fin a domicilio?
Así es. Era el día indicado. Veníamos de tres partidos malos fuera de casa y qué mejor manera que vencer en la pista del líder.
Volvió a marcar en ese partido, su quinto gol, y también con el juego de cinco. ¿Entrena esos lanzamientos o le salen naturales?
Se entrenan todas las semanas. Chuto muchas veces y al final coges confianza. Con la ayuda de los compañeros y de Miguel, que siempre me anima a apretar y a robar esos balones. Por suerte este año están yendo para adentro.
Se está convirtiendo en una costumbre que marque. ¿Cómo se siente al ser el máximo goleador del equipo?
Me lo tomo como un reto más. Llevaba pocos goles con el equipo, la temporada pasada me fui cedido porque no contaba con muchos minutos, he vuelto y me han acogido muy bien. Estoy súper contento con todos, tanto con el grupo como con el entrenador, y al final creo que eso está haciendo que yo tenga más confianza. Una cosa lleva a la otra y tener minutos y confianza equivale a tener mejores resultados.
Confianza es la palabra que más repite.
Sí. En las categorías inferiores siempre te miman demasiado y luego, cuando llegas al primer equipo, te das cuenta de la realidad. Eres uno más y no el que sale todos los minutos. Haces lo que puedes cuando te toca y no es fácil de asimilar. Se me hizo un poco cuesta arriba al principio y el salir cedido a El Ejido ha sido un punto positivo para mi cabeza. Estoy viendo que este año puedo rendir al nivel de mis compañeros.
Cuando le plantearon la opción de jugar fuera, ¿cómo se lo tomó?
Creo que todo el mundo piensa que el que me propuso salir es el club y es totalmente lo contrario. En diciembre hablé con Miguel y le dije que no estaba contento, que no contaba conmigo como yo pensaba. Al final el entrenador elige a sus jugadores de confianza. Él se sorprendió un poco cuando se lo dije, porque estaba contento conmigo. Los partidos en los que jugué lo hice bastante bien. Pero supo ver que para mí era lo mejor. Me dio el visto bueno, hablé con el club, no me puso problemas y se abrió la vía a que viniese un equipo de cualquier categoría a proponerme una cesión. Llegó El Ejido, tenía además un compañero y amigo allí como es Josu (Mendive) y fue todo muy fácil. Me acogieron muy bien y creo que he venido más maduro.
Le ha curtido.
Sí. Allí, en la Segunda División, gocé de muchos minutos y eso me ha hecho regresar con otra mentalidad.
¿Qué ha aprendido sobre todo de esa vivencia?
Cuando estás aquí y no tienes confianza de chutar, de jugar en el uno contra uno, cambias de sitio, de entrenador y de compañeros y te hace ver que no eres tan malo en esas situaciones. Me ha servido para ganar confianza en mí.
No era la primera vez que salía cedido. También lo hizo en su día al Tafa FS, de 2ª B. Una experiencia que también le habrá servido.
El año de Tafalla lo disfruté muchísimo. Venía de un año casi en seco, sin jugar en el primer equipo. Volver a sentirme jugador, volver a competir e incluso pelear por un ascenso a Segunda me hizo crecer y regresar al año siguiente para intentar poner las cosas difíciles a Imanol. Creo que así fue.
Al final la carrera de un deportista también tiene sus altibajos. Aunque no sé si llamarlo así en su caso, puesto que todo ello le ha encaminado a su buen momento actual.
Son decisiones que tienes que tomar en el momento, que pueden tener o no repercusión en el futuro. Aquí estaba jugando, no mucho, pero estaba jugando y nadie me aseguraba lo que iba a pasar allí. Lo que viene bien para la cabeza es buscar lo que uno quiere y yo en ese momento pensé que era lo mejor para mí. Salí y me ha venido muy bien.
Además de esa experiencia a nivel deportivo también pudo vivir una experiencia personal, puesto que era la primera vez que salía fuera de casa...
Sí, así es. Ahora lo echo bastante de menos... Aunque en casa siempre están tus padres, tu hermano, tu familia. Pero la experiencia de tener que buscarte la vida para todo también está bien. Desde un taller para arreglar el coche, tener que ir a comprar, qué compras, qué no... Para la vida en general es algo que viene muy bien. Es una experiencia muy gratificante.
“Salir cedido ha sido un punto positivo para mi cabeza. He vuelto con otra mentalidad. Me ha servido para ganar confianza en mí”
El tener que cocinar todos los días... Supongo que sus padres estarán encantados y que cocinará también en casa ahora.
Bueno... (se ríe). Cada uno come ya sus cosas. Yo es verdad que llego de entrenar, cocino y limpio. Antes esperaba a que llegaran mi padre o mi madre para comer y ahora que he aprendido, pues me hago yo la comida.
Vivir estas experiencias con su edad está muy bien.
Sí. Creo que cuando las tengo que vivir es ahora. Ojalá en un futuro cuando sea mayor y tenga 30 años pueda estar aquí y retirarme luego en casa. Ahora tengo 21, al final de temporada termino contrato y ya veremos qué depara el futuro.
¿Se veía teniendo un papel tan importante en el equipo tras su regreso?
No. De hecho el verano fue muy duro. Hasta última hora no sabíamos dónde iba a ir. Sabiendo que podía gozar seguramente de muy pocos minutos en el equipo le dije a Miguel que quería quedarme aquí y ganármelos, jugar por encima de cualquiera de la plantilla. Él lo recibió muy bien y eso creo que también ha hecho que empiece muy motivado. Es un año especial para mí. Termino contrato y tengo que ganarme la renovación o lo que sea, si viene alguien a por mí. Las cosas no son tan fáciles como parece. Empecé la pretemporada, me vi muy bien y esos partidos han hecho que me gane la confianza del entrenador y me esté dando minutos. Poco a poco está llegando todo.
Para usted también será satisfactorio poder aportar su trabajo y sus goles al equipo que, de momento, va bastante bien.
Sí. Nos faltaba ganar fuera de casa para decir que estamos bien. Ya lo hemos hecho y ahora se crea una nueva Liga para nosotros, con otros objetivos.
Por cierto, cambió el dorsal 18 por el 7 que dejó Linhares. ¿Por qué?
Quería cambiar cosas. El 18 fue con el que debuté, pero no el que elegí. Era el que el club me dio y lo he llevado muy orgulloso, pero este año, que creía que podía ser importante para mí, quería llevar también un número que me diese importancia. Qué mejor que el número 7, con el que jugaba de pequeño también.
Siendo de Irurtzun era casi obligado que jugase al fútbol sala. ¿Qué le llevó a practicar este deporte?
Yo tengo un hermano mayor, Iker, y él probó el fútbol sala. Yo iba a ver los entrenamientos con mi padre cuando tenía dos o tres años y me ponía a chutar contra la pared. Me vio el entrenador y me dijo para ir a entrenar. Empecé a jugar y, cuando tuve la edad, mi padre no se lo pensó. Él siempre ha ido a ver al Xota y, de hecho, tengo una grabación del partido del ascenso, en el que jugaba el que fue mi entrenador en las categorías inferiores, Vicente Albizu, padre de uno de mis mejores amigos. He visto ese partido muchísimas veces con mi padre en casa. Me enamoré del fútbol sala y aquí sigo.
"Tengo 21 años, al final de temporada termino contrato y ya veremos qué depara el futuro"
Y con 15 años debuta con el primer equipo en la máxima categoría. ¿Cómo se lleva eso?
Creo que era una época totalmente diferente. Eran los años en los que Anaitasuna se llenaba a tope. No he visto tanta gente en ese pabellón en mi vida. Los primeros minutos en la pista no podía ni respirar por la adrenalina, la presión, las ganas de cumplir... Me lo tomé bien, con humildad y le doy las gracias a Imanol, que me dio la oportunidad. No es fácil sacar a un chaval de 15 años a la pista.
Qué importancia tienen los entrenadores en la carrera de un jugador. Cada uno habrá aportado lo suyo, pero ¿con quién se queda que le haya marcado?
Especialmente, si tengo que agradecer a uno, es a Vicente Albizu. Fue el que peleó aquí en Navarra por llevarnos a jugar torneos, campeonatos de España... Llevarnos a un nivel en el que Imanol pudiese fijarse en los jugadores. Y, por supuesto, el trabajo de Imanol pocos lo pueden hacer. Miguel está haciendo que ese trabajo se vea reflejado ahora en estos años.
Además, también ha podido jugar en las categorías inferiores con España. ¿Le gustaría volver algún día a la selección?
Para mí ir a la selección es un premio. Casi nadie puede decir que ha jugado un Europeo, por ejemplo. Navarra, en cuanto a selecciones, no suele llegar a las fases finales de los campeonatos de España y quizás no hay esa proyección que existe en otras comunidades. Creo que fue un premio que me gané el año en que debuté. Ha sido un largo trayecto hasta llegar a la sub-19, que tampoco fue fácil. El míster confió en mí y pude disputar lo más bonito que he vivido hasta ahora deportivamente, junto con el debut y la final del ascenso a Segunda. Ojalá pueda volver y cuanto antes, mejor.
Tiene ambición. ¿Hasta dónde le gustaría llegar con el Xota?
Pensando ambiciosamente, lo más importante esta temporada es llegar a los 30 puntos pronto y, por qué no, ganar alguno de los títulos que más gustan a los jugadores y a la afición, que son la Copa de España o la Copa del Rey. Son dos objetivos muy bonitos.
EL PROTAGONISTA
Lugar y fecha de nacimiento. Irurtzun, 14 de octubre de 2003.
Trayectoria. Con 4 años empezó en el Xota. Con 15 se convirtió en el jugador más joven en debutar con el primer equipo en la 1ª División. Lo hizo un 21 de septiembre de 2019 ante el Burela. Estuvo cedido al Tafa de 2ª B (2020/2021) y la mitad del curso pasado en El Ejido de 2ª División.
Selección. Ha jugado en las categorías inferiores con España y fue campeón de Europa sub-19 en el año 2022.