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Marañón llega a los cien

el delantero del erriberri anotó el domingo el soñado tanto

Marañón llega a los cien

pamplona. Cada fin de semana se hace más de ochocientos kilómetros para jugar a fútbol en el Erriberri de Regional Preferente. Llega a Olite, visita a la familia y va a entrenar. El fin de semana tiene partido. Muchas veces, hasta lo tiene que ver desde el banquillo. Termina, se ducha y retoma (sin coche) el camino hasta Madrid, donde trabaja como director de la revista Cinemanía. Desde la temporada pasada, Carlos Marañón tenía una ilusión: llegar a los cien goles. El domingo su sueño se hizo realidad. Alcanzó la centena y participó en el tanto que le dio la victoria ante el Lodosa: 3-2.

El fútbol le da vida. "Desde crío, no sé si por alma periodística, tengo apuntados todos los partidos en los que jugaba. Desde el cole, en el Espanyol, en el Erriberri... Me hago mis crónicas de los partidos y algún año hasta me tocaba mandarlas al periódico. Y siempre apuntaba los goles, me imagino que porque mi padre fue el máximo goleador del Espanyol hasta que Tamudo le superó en goles en Liga, aunque él sigue diciendo que si se tiene en cuenta todas las competiciones sigue siendo el que más dianas ha conseguido". Y sigue relatando: "Yo creo que a todos los delanteros nos gusta llevar la cuenta de los goles. Con la edad, yo voy jugando menos como delantero, y más como interior o de medio centro y meto menos goles. Pero a mediados de la temporada pasada los conté y llevaba 97. Marqué dos más y me dije a mí mismo que no me podía retirar sin llegar a los cien. Nunca he sido jugador de marcar 30 goles, pero sí de 10 ó 15, y estos últimos años, 3 ó 4. Así que los compañeros ya decían que me iban a dejar tirar un penalti para ver si llegaba a los cien, porque no había forma. Pero el domingo llegó, de cabeza, como la mayoría, en el segundo partido que jugaba como titular, y prácticamente marqué también el último. Me he quitado un peso de encima. Fue divertido".

Lleva catorce temporadas en el equipo y su pena es no ver al equipo en Tercera: "Sólo estuvimos un año, en el que coincidimos con Logroñés B, Alfaro, Mirandés... Fue una pena. Pero me encantaría volver a jugar en Tercera con el Erriberri, porque el pueblo tiene entidad como para tener al equipo en esa categoría".

No quiere pensar en su vida sin el fútbol. "No me planteo cuándo me retiraré, prefiero decir eso de que voy partido a partido. Pero es cierto que llevo un gen futbolero, heredado de mi padre y mi abuelo. He dejado muchas cosas por el fútbol, pero cuando llega el viernes se me quitan todos los males. Además, combinar la ciudad con el pueblo es una suerte".