Osasuna ha pasado en el último tramo de temporada de remontar el vuelo y alejarse de las posiciones de descenso, rompiendo una mala dinámica de resultados, a tener opciones de disputar, no sólo la Conference League, sino también de poder soñar con alcanzar la Europa League, competición que tiene a un punto después de la derrota del Celta de Vigo ante el Rayo Vallecano. Precisamente estos son los dos rivales con los que se pelea el conjunto navarro, que parte en desventaja y que, si hace los deberes en Vitoria y gana al Alavés, deberá esperar un tropiezo de al menos uno de los otros dos equipos para celebrar un nuevo regreso a Europa.

Si Osasuna hace los deberes, deberá esperar un pinchazo del Celta o del Rayo Vallecano

En estas circunstancias, las matemáticas dicen que si Osasuna gana tendrá un 88,89% de posibilidades de ir a Europa –curiosamente, 44,44% de ir a Liga Europa (si no ganan ni Celta ni Rayo) y las mismas de ir a Liga Conferencia (no gana uno de ellos)–, pero la lógica futbolística dice que será muy extraño que se produzca esa carambola. Habrá que encomendarse a la profesionalidad de Mallorca y de Getafe... y ganar a un Alavés eufórico por su sufrida permanencia y que querrá cerrar la temporada con un buen sabor de boca ante su afición. Si pierde se olvida, ya que tiene el golaveraje perdido con el Rayo Vallecano, pero tendrá un 44,44% de opciones (4 de 9) de ir a Europa si empata. En todos ellos, a la Liga Europa. Para ello necesitaría que perdiera el Rayo o el triple empate de que empatara el Rayo y perdiera el Celta.

Así las cosas, para la afición rojilla resultó un jarro de agua fría la derrota celeste ante el Rayo Vallecano, ya que, de haberse traducido en empate ese encuentro, Osasuna solamente dependería de sí mismo siempre y cuando lograse la victoria.

Las opciones de Osasuna en la lucha por Europa.

La historia presenta casos a favor de la moral rojilla

No obstante, y dando por hecho que la presión la tienen Rayo Vallecano y Celta de inicio, la historia presenta casos en los que la profesionalidad se impone por encima de cualquier cosa y equipos que, a priori, no se juegan nada, meten en apuros a aquellos que sí lo hacían. Y Osasuna ha vivido varios en primera persona en las últimas temporadas. José Mari Jaurrieta ha recapitulado varios de ellos a lo largo de la semana en su perfil de la red social ‘X’ (antes Twitter).

Ejemplo 1. Un Sabadell deshauciado ‘casi’ defenestra a Osasuna

2015. Osasuna se encontraba viviendo un infierno y llegaba agonizando a la última jornada. Visitaba al Sabadell, una marea rojilla alentaba al equipo en la grada de la Nova Creu Alta buscando la victoria, pero el encuentro no pudo empezar peor. Los de Enrique Martín Monreal perdían por 2-0 al descanso ante un equipo que había perdido la categoría jornadas antes.

95

Ocho años del partido que cambió el osasunismo: la salvación de Sabadell Mikel Saiz

Afortunadamente, y en un final de partido (y de temporada) de infarto, Javier Flaño anotaba aquel famoso empate que le daba la permanencia a Osasuna, que durante muchos minutos estuvo pendiente del resultado del Racing de Santander, que fue finalmente quien descendería a la ya extinta Segunda División B.

Ejemplo 2. El Elche, un aliado para Osasuna

2023. Una gran temporada de Osasuna terminaría con los rojillos jugando la final de la Copa del Rey en La Cartuja ante el Real Madrid. Ganarla daba el billete europeo a los rojillos, pero cayeron por la mínima y se abría otro escenario: el octavo clasificado disputaba la Conference League el año siguiente. Restaban apenas cinco jornadas.

50

La final de Copa entre Osasuna y Real Madrid, en 50 fotos DIARIO DE NOTICIAS

Osasuna dependía de sí mismo para clasificarse, pero un pinchazo en Getafe provocaba que la pelota pasara al tejado del Athletic, que recibía en San Mamés al Elche. El conjunto franjiverde, descendido, se imponía al rojiblanco y Osasuna volvía a depender de sí mismo.

Ejemplo 3. La Llagostera y el no play off del Zaragoza

2016. Última jornada de liga. Osasuna, después de ser uno de los equipos más regulares del campeonato regular, se jugaba entrar en play off en la última jornada. Para ello necesitaba, además de ganar al Oviedo, una victoria del Girona y que el Zaragoza no cumpliera con su cometido.

Tras una plácida victoria al Oviedo, en un encuentro que se encarriló pronto, los rojillos ponían los ojos en otros campos. El Girona lograba los tres puntos mientras que el Llagostera -hoy compite en Segunda RFEF bajo el nombre de Badalona Futur- se despedía de Segunda División ante su público endosándole seis goles al Zaragoza, que se quedaba sin la opción de disputar la fase de ascenso.

Ejemplo 4. Osasuna deja sin ascenso al Eibar

1997. Un Osasuna salvado visitaba Ipurua para medirse a un Eibar que peleaba el ascenso. 

Los rojillos, sin nada en juego, empataron y dejaron al conjunto armero sin cualquier remota posibilidad de ascenso y la posibilidad de conseguir 150 millones de las antiguas pesetas.

Ejemplo 5. El Sabadell evita el ascenso del Oviedo

1956. El Sabadell se convertiría en aliado de Osasuna cuando, sin nada en juego, empataba ante un Oviedo que, como los rojillos, perseguía el ascenso.

Sin embargo, la mala suerte se cebó con el cuadro carbayón puesto que se quedó a las puertas del ascenso, ya que tampoco lo consiguió por la vía del play off al que quedó relegado una vez no pudo haber conseguido el ascenso directo.

Ejemplo 6. Un gol de Dady termina con el sueño del Xerez

2010. Osasuna había logrado la permanencia y cerraba la temporada en El Sadar recibiendo al Xerez. En ese partido, los andaluces se jugaban la salvación y, como le ocurre a los rojillos ahora, necesitaba ganar y esperar acontecimientos.

Sin embargo, un gol de Dady igualaba el partido y mandaba al Xerez a Segunda División.

Ejemplo 7. El Burgos manda a Osasuna a Tercera División

1976. Una mala temporada de Osasuna mandaba a los rojillos a Burgos para jugarse la permanencia ante un conjunto que ya había logrado el ascenso.

La desgracia llegó en forma de descenso para los rojillos, que perdieron el choque.

Ejemplo 8. Otro descenso rojillo, ante el Valencia en Mestalla

1954. Osasuna llegaba a Valencia con la soga al cuello. Los rojillos, en puestos de permanencia, debían ganar para evitar mirar otros campos y salvarse del descenso.

Sin embargo, el cuadro rojillo no hizo los deberes, perdió en Mestalla, y cayó de la zona de salvación a la de promoción de descenso. Más tarde se consumiría la pérdida de categoría.

Osasuna no estará sólo en Vitoria

Osasuna no jugará sólo en Vitoria. El conjunto rojillo recibió un aluvión de solicitudes para hacerse con una entrada en la zona visitante del estadio de Mendizorrotza, pero dado el buen ambiente entre ambas aficiones, está previsto que muchas camisetas tiñan de rojo la grada local -algo que, sin ir más lejos, va a suceder en Getafe con el azul celeste del Celta-. Los antecedentes son favorables para los navarros, que encadenan una decena de encuentros sin perder ante los blanquiazules. Hay que remontarse a noviembre del 2016 cuando el venezolano Christian Santos, desde los 11 metros, hizo el único gol en El Sadar en la última victoria babazorra en enfrentamientos entre ambos conjuntos.