LISBOA. Los diarios A Bola y Record, así como la emisora TSF, informaron ayer del malestar generado en el seno de la Federación tras conocer que será un turco quien arbitre el partido, y hablaron incluso de una "encerrona a Portugal". "Portugal indignado" o "La nominación del turco Cakir hace sonar las alarmas" son sólo algunos de los titulares que se pudieron leer ayer en la prensa lusa, que ve la elección como una "provocación". Según explicaron, las sospechas se deben a las estrechas relaciones que existen entre el presidente del Comité de Árbitros de la UEFA, el español Ángel María Villar, y el vicepresidente de este mismo órgano, el turco Senes Erzik.
Los citados medios apuntaron, además, que Erzik es director de mercadotecnia de Unicef, y que "fue él quien llegó al acuerdo que relaciona a la ONG con el Fútbol Club Barcelona". En este sentido, recordaron el discutido papel de Cuneyt Cakir en el Barcelona-Chelsea de semifinales de Liga de Campeones, un duelo que pese a acabar en un empate a dos que beneficiaba a los ingleses, fue criticado por los blues por la expulsión de Terry y un penalti cometido por Drogba en su área.
Tanto A Bola como Record hicieron referencia, asimismo, a unas declaraciones del entrenador del Real Madrid, el portugués José Mourinho, en las que hizo alusión a Unicef y que "tenían por objetivo destacar la relación de Erzik con el Barcelona". Estos comentarios se produjeron a finales de abril de 2011, después de que los blancos cayeran en las semifinales de la Champions con el conjunto culé, cuando el técnico luso se preguntó ante los periodistas "por qué" el Barcelona lograba arbitrajes favorables a sus intereses y mencionó la publicidad de Unicef que aparece en las camisetas de los azulgranas.
La prensa lusa recogió también que el colegiado turco elegido para dirigir el Portugal-España de mañana tuvo una actuación poco brillante en el Italia-Irlanda.