pamplona. Es Javier Zurbano un delantero que llama la atención. Con su 1,93 de altura, es un nueve a la antigua usanza. Hoy empieza su aventura en el fútbol islandés.

¿Cómo se gesta su fichaje por el Selfoss de Islandia?

Había estado mirando para ir a jugar al extranjero y llegó la oferta de este club, que necesitaba un goleador. Es un equipo de la Segunda División de Islandia, recién descendido, y me llamaron para hacer una prueba. Estuve allí una semana en enero y en el partido amistoso que jugamos contra un equipo de Reikiavik ganamos 1-3 y marqué dos goles. Así que llegamos a un acuerdo rápido. Además de la posibilidad de jugar a fútbol, me ofrecían la oportunidad de aprender inglés, y eso me atrajo mucho, así como vivir la experiencia.

¿Qué referencias tiene del fútbol en Islandia?

Por lo que me he ido informando, la temporada es de mayo a octubre, por lo que me incorporo ahora a una especie de pretemporada que hacen con torneos. Ahora juegan en campos cubiertos, por aquello del clima, con unas construcciones que llaman la atención y en hierba artificial, pero la temporada es en campos de hierba natural. Las instalaciones son impresionantes. Mi equipo tiene cinco campos de hierba natural y uno de artificial. Yo creo que será de los punteros de Segunda. Su objetivo, al menos, es subir.

¿Cuál es el estilo de juego?

Por lo que vi, se lleva bastante el fútbol directo, pero los jugadores tenían calidad.

¿Cómo se entendió con ellos?

Aunque el idioma oficial es el islandés, prácticamente todos hablan inglés y me llamó la atención que muchos de ellos están aprendiendo español, porque veranean aquí.

¿La oferta le permite vivir del fútbol?

Sí, estará al nivel de un equipo puntero de Segunda B aquí, y voy a vivir la experiencia. Si vuelvo habiendo aprendido inglés, mucho mejor.

¿Qué le llamó la atención de su estancia allí?

Las pocas horas de luz. Amanece a eso de las diez y media y anochece a cinco horas más tarde. Y habrá que ver en verano, porque es alrevés, con solo cuatro horas de noche. Y más allá de eso, el país me pareció impresionante, con cascadas, cráteres... Lo que vi me gustó mucho. Estaba todo nevado y dicen que en verano es muy bonito, pero no superan los 15 o 20 grados.

Va a cambiar el calor de Menorca, donde tiene su domicilio, por el invierno de Islandia...

Sí, sí. He tenido que renovar el vestuario (se ríe). Tendré que correr mucho para no pasar frío (bromea).

En noviembre estuvo probando con dos equipos de Vietnam. ¿Cómo fue la experiencia?

Estuve veinte días en dos clubes de dos ciudades distintas, Tang Hoa y Long Xuyen. El país me gustó bastante, pero en cuanto a fútbol están muy atrasados y su organización es cero; tenían que esperarnos en el aeropuerto los directivos del Tan Hoa y cuando llegamos, no apareció nadie. Aquello no era como nos lo habían pintado. Tenía la oportunidad de probar por un tercer equipo, pero con lo que había visto ya era bastante. Las capitales me encantaron, el país me pareció muy recomendable, pero en cuanto a fútbol no era la mejor situación. En cuanto a fútbol, a mi juicio, corrían mucho, demasiado, y les faltaba técnica. Con el calor sofocante, era de admirar lo que corrían.

También probó fortuna en Suiza...

Sí, en el Grasshopper de Zurich. Probé en pretemporada y esa era una buena oportunidad, porque el equipo estaba jugando la UEFA. Pero no se pusieron de acuerdo el entrenador, que quería fichar a otro, y el director deportivo, que decía que o me fichaba a mí o no había incorporaciones, y me tuve que volver y ellos se quedaron sin fichar a nadie.

¿La crisis le obliga a tener siempre la maleta preparada?

Está claro. Ahora las cosas están complicadas en el fútbol. Hay que mirar bien a dónde vas.

¿Volverá a Navarra antes de retirarse?

Nunca se sabe. Sería bonito. En pretemporada hubo interés de la Peña Sport, pero no pasó de ahí. Y estaría bien volver a jugar en el River Ega. Pero ahora mi novia es de Menorca, tengo casa allí y es más difícil que pueda volver.