pamplona. José Mourinho concede descanso a Cristiano Ronaldo, pensando en el partido de vuelta de octavos de final de Liga de Campeones del próximo martes ante el Manchester United, y es suplente en el clásico liguero ante un Barcelona que presenta las novedades de Javier Mascherano, Thiago Alcántara y David Villa.

El Real Madrid presenta un equipo repleto de suplentes, hasta seis de los once titulares. Tan sólo en la portería y la línea defensiva jugarán los titulares con la novedad de la presencia de Sergio Ramos en el lateral derecho desplazado por la entrada en el centro de la zaga del portugués Pepe.

El Real Madrid comienza con: Diego López, Sergio Ramos, Varane, Pepe, Coentrao, Essien, Modric, Callejón, Kaká, Benzema y Morata.

Mientras, el Barcelona presenta tres novedades respecto al equipo que el pasado martes cayó eliminado en las semifinales de Copa del Rey en el Camp Nou ante el Real Madrid. A Carles Puyol, Xavi Hernández y Cesc Fábregas los sustituyen Mascherano, Thiago y Villa.

Inicia el partido en el Santiago Bernabéu el conjunto azulgrana con Víctor Valdés, Alvés, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Thiago, Iniesta, Pedro, Messi y Villa.

El equipo blanco busca la victoria sólo por orgullo y para agravar la herida que le abrió a su gran rival el pasado martes en la Copa del Rey, mientras que el Barcelona, líder indiscutible de la Liga, con 16 puntos de ventaja sobre el conjunto blanco, confía en devolver el golpe y recuperar la moral perdida.

Una sola derrota en los ocho últimos clásicos y un golpe en la mesa asestado en el Camp Nou, apeando al vigente campeón copero de la competición con un contundente triunfo (1-3), son hechos que muestran el crecimiento del Real Madrid en sus pulsos con el Barça desde la llegada de José Mourinho.

El técnico portugués parece haber tomado la medida al mejor Barcelona de todos los tiempos. Con la Liga virtualmente sentenciada a favor del conjunto catalán, optará por las rotaciones. La mente puesta en una nueva final, la que el martes vivirá el Real Madrid en la visita al mítico Old Trafford con el empate a uno de la ida que le obliga en Liga de Campeones a repetir la hazaña del Camp Nou.

Al estadio madridista llega un Barcelona con ganas de desquitarse del mal sabor que le dejó el 1-3 del pasado martes en el Camp Nou, donde no acertó a hacerle mal a un Real Madrid que parece haberle tomado la medida. El equipo azulgrana tiene la mente puesta en una Liga que domina con claridad con rumbo fijo hacia el título.

La ventaja de dieciséis puntos es un gran colchón y le permite encarar el duelo de forma muy diferente al del pasado martes.

Lionel Messi, que ayer no se entrenó, no se espera que cause baja en el partido a pesar de la ligera fiebre que padeció, según el club, mientras que la presencia de Xavi Hernández, con problemas físicos, es una incógnita. Las dudas que ha generado el juego azulgrana podrían provocar que Javier Mascherano regresara al eje defensivo, mientras que en el centro del campo también habrá movimientos, igual que en ataque, donde Pedro Rodríguez podría dejar paso a David Villa.