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Campanada en Vitoria

Campanada en VitoriaFoto: josu chavarri

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ALAVÉS Crespo, Óscar Rubio, Juanje (Manu,min.72), Javi Hdez., Luciano; Jaume, Laborda, Beobide; Juanma (Guzmán, min.72), Jonan y Sendoa (Viguera, min.56).

OSASUNA PROMESAS Elías; Marcos, Sipo, Unai, Ehki; Moisés, Hugo, Carnicer (Cariñanos, min.69), Javi Navas (José Ramón, min.66); Nierga (Xabi Galán, min.75) y Omar.

Gol 0-1, min.20: Hugo.

Árbitro Cordero Vega (Colegio cántabro). Mostró tarjetas amarillas a Juanje; Carnicer, Ehki y Sipo.

Estadio 6.800 espectadores en Mendizorroza.

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vitoria. El exsevillista Hugo Rodríguez fue el héroe ayer de Osasuna Promesas en terreno vitoriano. Se erigió como tal ya que consiguió el gol que dio el triunfo a su equipo, que lo necesitaba como el agua para asomar la cabeza a los puestos de salvación y confirmar su reacción después de arrancar el campeonato liguero de forma nefasta. Antes del tanto del rojillo, el encuentro había discurrido por los derroteros de la igualdad; con el Alavés inspiradísimo en el segundo acto, pero perdido en el primer periodo del choque en Vitoria.

La puesta en escena del conjunto entrenado por Miguel Merino fue frenética. Sabedores de que poco o nada tenían que perder, los futbolistas del filial rojillos salieron sin presión al campo de Mendizorroza y llevaron la iniciativa en los primeros minutos de juego. Esa decoración sorprendió al Alavés, que esperaba un equipo mucho más timorato y conservador en frente y se encontró con otra cosa. Solo Jonan por parte babazorra probaba fortuna en alguna acción aislada y Elías prácticamente se convirtió en un espectador más.

La recompensa al arrojo osasunista llegó mediado el primer acto, cuando Hugo remató a gol un balón colgado desde el costado derecho. A partir de ahí todo cambió por completo, pero el tanto dejó en estado de shock al Alavés durante unos minutos y eso sirvió para consolidar la ventaja visitante.

Tras el paso por vestuarios, el encuentro dio un giro de 180 grados. Natxo González debió de leer la cartilla a sus jugadores en el vestuario, ya que en la reanudación su equipo parecía otro diferente. Sobre todo, a raíz de la entrada de Borja Viguera al campo en detrimento de Sendoa. El delantero riojano dio otro aire al Alavés en ataque con su movilidad y comenzó a crear ocasiones sobre la meta del pamplonés Imanol Elías, que tuvo que emplearse a fondo para desbaratar todas las intentonas locales.

En el último tramo del encuentro, González ya puso toda la carne en el asador y metió a Manu y Guzmán, pero la ordenada defensa de Osasuna Promesas, que ayer rayó a gran altura, apenas concedió opciones a los locales. Guzmán y Laborda dispusieron de un par de acciones aisladas en los últimos minutos, pero el balón no quiso entrar y los puntos viajaron a Pamplona. Tres puntos que todavía no permiten a los rojillos salir del descenso pero que provocan que empaten con el filial del Zaragoza, que ocupa el puesto de promoción de descenso a un punto de la Peña Sport.