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Exitoína a sol y sombra

“La exitoína es una droga mucho más devastadora que la cocaína, aunque no la delatan los análisis de sangre y de orina”, dijo una vez el malogrado Eduardo Galeano sobre Diego Armando Maradona. El escritor y forofo uruguayo, de actualidad por su reciente fallecimiento, se refería al astro argentino “como una especie de Dios sucio”, elevado a los altares por sus extraordinarias aptitudes para jugar al fútbol, una peana desde la que fue feliz mientras vistió de corto, pero de la que ya nunca pudo apearse. Ni siquiera ahora. La última de las muestras llegó hace bien poco, justo después de jugar un partido benéfico en pro de la paz. Un fin que no justifica su posterior actitud. Acosado por los fans, Maradona no aguantó la presión y la emprendió a golpes con uno de los cientos de aficionados que le asediaban. Eso es la exitoína. Ya lo dijo Galeano. A sol y sombra. Como su obra.