¿Habían oído hablar de minifútbol? Es una modalidad a medio camino entre el fútbol sala y el Fútbol 7, que se juega en césped artificial, con partidos de 50 minutos y está muy extendida por muchos países del mundo. Acaba de celebrar su Mundial en Túnez y, por vez primera, ha participado España. Y en la selección, un navarro. El portero Víctor Acín, que a punto ha estado de volver con medalla. Al final, un 5-0 contra Senegal les relegó al cuarto puesto.

Por nada del mundo podía imaginar el pamplonés Víctor Acín que iba a jugar un Mundial. Él ya había jugado a fútbol desde pequeño, había llegado a Tercera y ahora juega con amigos en la Liga de Fútbol 5 Navarra, un torneo no federado donde se juegan partidos los fines de semana o entre semana. A partir de ahí, en Navarra se hizo una selección para competir en un torneo nacional en Oviedo el pasado mes de mayo y ahí se desencadenó todo. “Hicieron una selección entre varios jugadores de esa Liga de Fútbol 5 y fuimos al Campeonato de España a Oviedo. Allí debía estar el seleccionador, Pedro, y nos salió bastante buen torneo. No nos conocíamos entre nosotros y no teníamos muchas expectativas, pero llegamos a cuartos. Así que ese mismo mes de mayo me llamó el seleccionador de Navarra y el seleccionador de España. Tuvimos un par de conversaciones todos por skype y, sin haber jugado nunca juntos, cogimos el avión para Túnez”.

El Mundial arrancó el 5 de octubre y finalizó el domingo. España acudía como país invitado, ya que no tenía puntuación suficiente en el ranking. “Como nunca habíamos entrenado juntos y ni nos conocíamos, la idea era ir a competir y a vivir la experiencia. Hay equipos que han estado un mes concentrados, que han jugado amistosos... En la fase de grupos nos tocó jugar el primer partido ante Estados Unidos, que era el vigente campeón. Lo afrontamos con ganas y respeto... y ganamos 5-3, jugando mejor que ellos. Nos entró un punto de éxtasis que nos hizo ganar después a Senegal (4-3), jugando un poco peor, y por último a India (11-0), la selección más débil. Así que nos plantamos en octavos, donde empatamos con Chile y ganamos en la prórroga, y lo mismo con Australia en cuartos, lo que nos llevó a semifinales”, relata Víctor Acín, que jugó todos los partidos, ya que el seleccionador repartió los minutos equitativamente.

En semifinales se toparon con la República Checa, que a la postre se proclamó campeón. “Nos ganó 3-1. Nos dolió bastante, porque pensamos que fuimos mejores que ellos, pero se notaba su experiencia, porque tenían movimientos ya interiorizados que te da el jugar juntos. Así que nos tuvimos que conformar con optar a la medalla de bronce, que no lo podíamos haber imaginado antes del torneo, y ahí caímos ante Senegal. Le habíamos ganado en la primera fase y en este partido nos goleó. Físicamente sufrimos un bajón en la segunda parte y acabamos cuartos”.

“Nos hicieron sentir profesionales” El guardameta pamplonés valora positivamente la experiencia. “Te quedas con pena, porque hemos estado muy cerca de la medalla, pero si analizas todo estamos muy contentos, porque no pensábamos llegar tan lejos y pudimos vivir una experiencia increíble. Nos sentimos profesionales. El hotel estaba genial, nos llevaban a los partidos... Nos trataron muy bien”.

Compitieron en campos de hierba artificial de 28x48 metros, “un poco más grande que el fútbol sala y más pequeño que el Fútbol 7. Juegan cinco y el portero. Las porterías son de un tamaño intermedio entre el fútbol sala y el Fútbol 7. Aunque aquí apenas se conoce, está muy extendido en Latinoamérica y en Europa del Este, donde están las principales potencias. Es un juego muy rápido, donde hay muchas ocasiones y muchos tiros a puerta. Hay dos modalidades: una sin fuera de banda, que se llama Fútbol Rápido, y otra con fuera de banda. El Mundial era de esta última modalidad”.

La única condición para ser seleccionable es haber participado en el Campeonato de España. “A partir de esa selección, tenía que ser gente que se pudiera coger vacaciones en estas fechas. No me lo pensé. Era una experiencia que me apetecía vivir y nunca pensaba que iba a estar tan bien organizado. Ha sido increíble”.

Ahora seguirá jugando como aficionado en “la Liga Navarra de Fútbol 5, una competición idónea, porque no tienes que entrenar y sólo te juntas para jugar con los amigos. En un equipo soy portero y en otro, jugador, para salir de mi zona de confort. El próximo Mundial es dentro de dos años en México y el Europeo el próximo verano, que podemos optar a ganar”.