Con excepción de los porteros dentro de su área, los jugadores que jueguen el balón con las manos serán castigados con un tiro libre directo o un tiro de penal. Resulta difícil de entender que una norma tan clara, tan sencilla, resulte en su aplicación tan tremendamente controvertida. Un amigo mío sabe el motivo: “Es que los árbitros sois tan raros que lo complicáis todo”.

Por si mi amigo se equivoca vamos a intentar aclarar algunos conceptos sobre la infracción por mano. Tradicionalmente se venía considerando que tocar con las manos sólo era sancionable cuando se hacía de manera voluntaria, pero convendremos en que raramente un jugador toca el balón adrede, lo normal es que el balón le golpee en el brazo o que corte con él la trayectoria de la pelota. Entramos con ello en un terreno subjetivo porque tenemos que decidir si la mano o el brazo adoptan una posición antinatural o no.

Es fácil de entender que un jugador mientras juega mueve sus brazos y no los puede mantener pegados al cuerpo como si fuera un soldadito de plomo. Corresponderá al árbitro juzgar si en ese accionar los brazos adoptan posiciones que les hacen ocupar espacios impropios agrandando su silueta normal. Aquí está la dificultad.

Se enumeran algunas situaciones en las que no se considerará sancionable el golpeo del balón en los brazos:

– Manos apoyadas en el suelo o camino de apoyarse.

– Mano tras balón jugado por el propio jugador. El jugador despeja el balón con el pie de modo defectuoso y éste le impacta en el brazo.

– Mano en un balón procedente de un despeje de un compañero de equipo. Un defensor despeja un balón y golpea en el brazo de un compañero próximo.

– Gol después de mano accidental e inmediata de un compañero del autor del gol. Valdrá el gol cuando el balón rebota en la mano de un jugador y va a un compañero que marca.

– Gol después de mano accidental no inmediata del autor del gol. Se produce una mano no sancionable y el jugador continúa la jugada marcando finalmente gol.

Conviene recordar que nunca será válido un gol conseguido directamente con la mano salvo que se produzca en la portería propia.

En el próximo artículo nos referiremos a las sanciones disciplinarias que, en modo de tarjetas, corresponden a las infracciones por mano.

*El autor es responsable de Formación del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol