El Etxarri Aranatz denunció este domingo unos supuestos insultos racistas recibidos por un jugador de su equipo en el duelo correspondiente al encuentro de vuelta de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Preferente que le medía a domicilio con el Beriáin, unos hechos que el club local ha querido desmentir mediante el presente comunicado:

Tras la lectura del comunicado emitido por el Club de Fútbol Etxarri Aranatz no podemos menos que contestar al mismo y desmentir rotundamente que se produjeran insultos racistas a jugador alguno del equipo visitante en el transcurso del partido jugado en la tarde del día 25 de mayo en el Campo de Fútbol Municipal de Beriain.

Al finalizar la primera parte del encuentro que se estaba disputando entre el CF Beriain y el Etxarri Aranatz KE, con el resultado de 2 - 0 para el equipo local, se produjo una tangana en el túnel de vestuarios, provocada por el jugador que resultaría expulsado posteriormente. Así se recoge en el Acta del partido, “En el descanso del partido, el jugador (9)….. fue expulsado por el siguiente motivo: por encararse con varios jugadores del equipo local de manera violenta en repetidas ocasiones, empujándoles, en tono desafiante y haciendo caso omiso a nuestras indicaciones para que cesara su actitud una vez concluida la primera parte y estando el trío arbitral presente en el acceso a vestuarios”. Tras comunicar el trío arbitral a los Delegados de ambos equipos la expulsión de este jugador, el entrenador del equipo visitante manifestó indignado repetidamente que "no estaban de acuerdo con la expulsión y que no iban a salir a jugar con uno menos para que les metiesen cinco goles". En ningún momento se hace referencia a insulto racista alguno. Así se recoge igualmente en el Acta arbitral, “Una vez concluida la primera mitad y siendo comunicado al delegado del club visitante la expulsión del dorsal 9…… por los incidentes que dicho jugador ha originado en el acceso a vestuarios, el cuerpo técnico y varios jugadores del C.D. ETXARRI ARANATZ KE nos reitera en varias ocasiones su negativa a seguir jugando la segunda mitad del encuentro”. Nada de insultos racistas.

Es posteriormente, quince minutos después de haber manifestado ya la decisión de no salir a jugar (una vez suspendido el partido) cuando, en presencia de la Policía Foral y dentro del vestuario arbitral, se indica que a un jugador le habían dirigido insultos racistas durante el transcurso de la primera mitad del partido. Tampoco es casualidad que nadie del trío arbitral, ni jugadores del equipo local, oyeran durante ese periodo del partido unos presuntos insultos que, por cierto, no se denunciaron ni se hicieron saber a ningún miembro del trío arbitral, ni al Delegado de Campo, ni al Servicio de Policía Local allí presente.

Demasiadas casualidades y excusas de mal perdedor que, viendo lo que se les venía encima deciden, con el calentón del momento, no continuar jugando y enturbiar la celebración del equipo contrario pero, al darse cuenta de las consecuencias que su decisión podía acarrear (no sólo la pérdida del partido, sino la posible pérdida de la eliminatoria siguiente y quién sabe qué otras consecuencias) denuncian unos presuntos insultos racistas. Hay que recordar que, una vez suspendido por el árbitro el encuentro, tras más de media hora paralizado el partido por la incomparecencia del equipo visitante, manifiestan que quieren continuar el partido. Otra casualidad que, afortunadamente y con buen criterio, el árbitro no permite y se ratifica en su decisión de suspensión.

Poco se mencionan los desperfectos causados por algún jugador del equipo visitante en las puertas de los vestuarios del Campo de Fútbol Municipal en la Nota emitida por el Club denunciante. También será una casualidad más.

El CF Beriain está, ha estado y estará siempre en contra de cualquier manifestación o actitud racista. No se le puede acusar de algo que los hechos narrados demuestran su falsedad. Y menos todavía manchar la imagen de un pueblo, ejemplo de integración, acusando a una afición de proferir insultos racistas. Evidentemente, todo esto tiene una causa y un propósito que cualquiera puede vislumbrar y no necesita explicación alguna.