Las calles de Bilbao se convirtieron este sábado en el epicentro de una gran demostración de apoyo a Palestina, coincidiendo con el partido entre Euskal Selekzioa y Palestina. Miles de personas llenaron el centro de la ciudad en una jornada de ambiente festivo, reivindicativo y de amplia participación social. Ikurriñas, bufandas verdes y banderas palestinas se mezclaron durante todo el día, uniendo la defensa de la oficialidad de la selección vasca con el respaldo a Gaza y Cisjordania.
La jornada no tuvo una única voz. Desde días antes ya era evidente la fractura entre dos convocatorias.
La primera manifestación, promovida por Gernika-Palestina y respaldada por EH Bildu, sindicatos y colectivos sociales, partió del Teatro Arriaga a las 17.30 horas. Los organizadores repartieron cientos de ikurriñas para crear una marea verde, blanca y roja, con notable presencia de familias y menores.
El portavoz de Gernika-Palestina, Ibon Meñaka, afirmó que el encuentro entre ambas selecciones simboliza “el partido de la solidaridad, los derechos humanos y el fin del genocidio”. También subrayó que las 50.000 personas reunidas en San Mamés la noche anterior evidencian el fuerte respaldo social a Palestina. “Hoy, pase lo que pase, Palestina vencerá”, declaró.
A las 18.30 horas comenzó la segunda marcha, convocada por Palestinarekin Elkartasuna y apoyada por GKS y grupos radicales vinculados a aficionados de equipos de Euskadi y Nafarroa. Aunque el recorrido fue idéntico, el tono fue más juvenil y combativo. El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, había expresado preocupación por posibles incidentes. Finalmente, la tarde transcurrió sin graves altercados, aunque varios hechos destacaron: bengalas provocaron el incendio de cuatro contenedores en la Gran Vía, fuegos rápidamente extinguidos por los bomberos. También se lanzaron petardos y cohetes, y se corearon consignas contra la Policía Nacional frente a la Subdelegación del Gobierno, además de gritos a favor de presos de ETA y la independencia de Euskal Herria.
Participación masiva
La participación fue masiva. Aunque no hay cifra oficial de la primera manifestación, el Ayuntamiento de Bilbao estimó en 20.000 personas la asistencia a la segunda.
Durante toda la jornada, la ciudad ofreció una imagen festiva y cordial. Por la mañana, cuadrillas de todas las edades disfrutaron del Casco Viejo con camisetas verdes, música y actividades infantiles. En Bira Kultura, varios niños se pintaron la cara mientras un DJ animaba el ambiente.
A partir de las 20.00 horas, San Mamés se vistió de gala para recibir a ambas selecciones. Miles de aficionados se concentraron en los alrededores con camisetas y bufandas de ambos equipos, mostrando de nuevo el apoyo del pueblo vasco a la causa palestina. Antes del inicio del partido, previsto para las 20.30, Izaro, Eñaut Elorrieta y los palestinos Sol Band ofrecieron una actuación emotiva que terminó con una gran ovación. La afición no dejó de cantar y animar durante todo el encuentro.