En el mundo hay más de 2.000 clases de quesos. Suponiendo que pudiéramos hacernos con todas ya tendríamos 2.000 cheese-burgers distintas con un único tipo hamburguesa. Ahora solo queda multiplicar por el número tipos de carne que se pueden emplear y se abre ante nosotros una cantidad vertiginosa de posibilidades para tratar de encontrar la combinación perfecta.

Por ello, y como para gustos, los sabores, cada cual tiene sus preferencias a la hora de elegir qué pone entre pan y pan para disfrutar del partido o la peli sentados en el sofá de casa o de tertulia en la terraza con los amigos. Por cierto, el factor 'pan' lo dejamos de momento para otro análisis.

Desde la empresa Brooklyn Town, su chef José Sola explica que "no hay pareja mejor avenida que la que forman el binomio cheese-burger, y que ha conquistado paladares en todos los rincones del mundo". Y algo de razón debe tener cuando una encuesta reciente afirma que el 76% de los españoles eligen el queso como principal complemento y acompañamiento para la hamburguesa.

Para ayudar a buscar nuevos horizontes a los aficionados a este bocadillo y que podamos alcanzar cotas gourmet más ambiciosas, Sola propone varios quesos distintos al clásico cheddar para diferentes tipos de carnes con la esperanza de hacer match en el Tinder de nuestro paladar.

Emmental

Este queso de vaca de origen suizo, por su característico sabor suave y dulce acompañado por un aroma fuerte y muy frutal, se considerada como una de las mejores opciones para añadir a una hamburguesa elaborada con carne de vacuno black angus, considerada como una de las mejores carnes del mundo. Añadirle unas hojas de canónigo o de lechuga hoja de roble le añade un toque de frescor y color.

De cabra

Este queso con mucha personalidad es uno de los favoritos por su sabor tan característico. No solo es intenso, sino que tiene toques picantes en el paladar. La carne que mejor le complementa es la carne de alguna de las razas de vacuno con personalidad como puede ser la retinta. Para de redondear esta bocadillo, un complemento indispensable es la cebolla caramelizada, que contrasta con la intensidad del queso.

Queso crema

A pesar de ser uno de los quesos más consumidos, es el gran olvidado a la hora de montar una hamburguesa. Basta con extenderlo sobre el pan, el de tipo bagel puede ser muy oportuno, o sobre la carne aún caliente. La más adecuada para esta opción puede ser la de ternera waygu, de origen japonés y considerada como la más intensa y premium del mundo.

Roquefort

Potencia y explosión en el paladar es lo que provoca este tipo de queso de oveja francés (aunque cuenta con numerosas versiones en muchos países bajo la denominación de queso azul), por lo que, para compensar la balanza, también hace falta una carne con carácter, por lo que mejor le va es una carne tradicional de vacuno criada a la vieja usanza. Como compañía, nunca le vienen mal las clásicas patatas fritas en un bol aparte para ir picando.

Raclette

Este es un queso suizo de vaca muy versátil y si algo nos permiten las hamburguesas es sacar nuestro lado más creativo. Para esta ocasión, una hamburguesa de ternera de Pirineo, una exclusiva carne que se elabora al estilo casero tradicional. El calor que desprende la carne en la parrilla y después sobre el pan, hacen que el queso raclette, por su textura semidura, se funda y quede todo integrado. Un consejo final, si se le va a añadir salsa, hay que hacerlo antes de cerrar el sandwich, después puede ser complicado volver a abrirlo.

Por si queremos hacer del momento algo más especial, el chef José Sola lo tiene claro, "dos copas de vino tinto serán el perfecto maridaje para este tipo de hamburguesa". Pero recuerden, el alcohol es solo para mayores de edad, niños y jóvenes solo agua, refrescos, zumos o leche.