Boniatos, la forma de dar otro color a lo menús
Este tubérculo de origen americano puede sustituir con éxito a la patata en casi cualquier receta, pero aporta un novedoso color que complementa su sabor dulce
El color naranja es prácticamente el uniforme del otoño y el boniato (batata, camote o papa dulce entre otros nombres), que ya está en plena temporada, luce tan brillante tono en crudo y cocinado. Unido a su dulce sabor lo hacen un complemento ideal para cualquier receta
Y desde su llegada a este lado del Atlántico desde Armérica le hace la competencia a su prima la patata. No hay nada que el tubérculo blanco haga que no pueda ser sustituido por el también tubérculo naranja.
Por si hay dudas a la hora de estrenarse en su consumo existen motivos nutricionales que pueden ayudar a converncernos para añadirlo a la cesta de la compra. Es rico en hidratos de carbonos complejos, por lo que es una excelente fuente de energía. También cuenta con betacaroteno, una vitamina importante para huesos, los tejidos blandos, mucosas y la piel. Favorece una buena visión y es antioxidante. que ayuda a mantener las paredes de los vasos sanguíneos en buen estado. Su contenido de fibra es alto y también el de potasio.
Para disfrutarlo, estas son algunas elaboraciones sencillas en los que el dulce boniato es protagonista ofreciendo una base para acompañar otros ingredientes.
Boniato al horno con crujiente de almendras y queso
Ingredientes
- Boniatos
- Almendra picada
- Queso parmesano rallado
- Hierbas aromáticas
- Ajo en polvo
- Aceite de oliva virgen
Elaboración
Lavar muy bien los boniatos y secarlos. Se pueden cocinar con o sin piel, pero en este último caso hay que recordar que tener en cuenta que la piel es más gorda que la de la patata. pero tened en cuenta que la piel de los boniatos es algo más gruesa que la de las patatas. En cualquier caso se corta en rodajas tirando a gruesas intentando queden del mismo tamaño y procurando que nos queden trozos de más o menos el mismo tamaño.
En un bol ponemos las rodajas, se le añaden dos cucharadas de aceite, sal y las hierbas aromáticas elegidas y el ajo. Revolver bien.
En otro bol se mezcla la almendra picada al gusto del cocinero, queso rallado y un chorro de aceite de oliva. Las cantidades depende del número de rodajas de boniato.
En una fuente para horno, sobre papel sulfurizado, se van poniendo las rodajas de batatas y sobre ellas una cucharada de la mezcla de almendra y queso. Metemos en el horno precalentado a 200º a media altura y se deja durante media hora.
Bastones de boniato fritos
Es la versión en boniato de las patatas fritas. El color naranja camufla el dorado de la fritura, por lo que hay que estar muy atentos para evitar que se tuesten más de lo recomendable.
Lavar y pelar los boniatos y se cortan en bastones. El boniato es más duro que la patata, por lo que hay que manejar el cuchillo con cuidado para que no resbale.
Calentar abundante aceite en una sartén profunda y se va echando el boniato a pocos y que queden bien cubiertos. Cuando estén dorados retirar y dejar escurrir sobre papel absorbente. Salar y aromatizar con alguna especie si apetece y servir de acompañamiento del plato elegido.
Pastel de espinacas y boniatos
Ingredientes
- 500 gr espinacas frescas
- 1 kg boniatos
- 2 huevos
- Nuez moscada
- Sal y pimienta
Elaboración
Se pican y se cuecen las espinacas. Se sacan y se escurren bien, muy bien. Es importante eliminar toda el agua posible para evitar que el pastel quede muy blando. A la vez y en otro recipiente se cuecen también los boniatos. Tardan menos en estar hechos si primero se trocean, pero si se cueca enteros o por la mitad, la piel saldrá prácticamente sola. Una vez cocido, aplastar y escurrir bien el boniato hasta hacer una pasta.
Poner en un recipiente las espinacas, uno de los huevos, sal y pimienta. Mezclar bien y reservar. En otro bol se mezclan los boniatos, sal, nuez moscada y el segundo huevo.
Mientras se precalienta el horno a 180°, se extiende la mitad de la pasta de boniato en el fondo de un molde para horno. Encima se vierten las espinacas formando una capa igualada. Por encima se añade el resto de boniato. El molde hay que ponerlo en un recipiente más grande con agua para que el pastel se haga al baño maría en el horno durante unos 30 minutos. Pasado este tiempo, sacarlo y dejar enfriar un cuarto de hora antes de desmoldarlo en la bandeja para presentarlo.