La mayoría de los que se meten en una cocina han cocido un huevo alguna vez. Muchas veces de hecho. Y la mayoría de esas veces lo complicado es quitarles la cascara y dejar el huevo limpio y sin grietas en la clara endurecida.

Retirar la cáscara puede convertirse en un momento muy tenso al quedarse pegadas pequeñas esquilas en la clara o porque la cáscara se lleva consigo partes de esa clara dejando antiestéticos agujeritos.

Un niño pela cuidadosamente un huevo cocido. Freepik

Por ello vamos a describir aquí una serie de técnicas y trucos para dejar los huevos mondos y lirondos en un santiamén y sin sufrimiento.

Advertencia previa: hay varios puntos de cocción de los huevos, desde el pasado por agua al duro, entre los que se puede encontrar el mollet, el poché, a baja temperatura, cocotte… La diferencia entre ellos radica en el tiempo de cocción y en los diferentes grados de cuajado de la yema y de la clara. Por ello los trucos que aquí se van a explicar son para el huevo cocido, que a estado entre 10 y 12 minuto en agua hirviendo.

Existen algunos métodos fáciles y rápidos para poder pelar el huevo dejándolo intacto y aprovechándolo en su totalidad. En cualquier caso todos pasan por conseguir primero el punto de cocción ideal. El primer paso consiste en lograr la cocción ideal, ya que se trata precisamente de uno de los factores que impiden retirar la cáscara sin incidencias cuando no está completamente cocinado. Para conseguirlo, lo mejor es usar huevos atemperados (que no estén recién sacados del frigo), que el agua los cubra totalmente (por lo que puede ser necesaria una cesta de cocción que los retenga y no se golpeen). Una vez cocidos, mínimo 10-12 minutos, cortar la cocción con agua fría del grifo o un bol con agua y hielo.

Tras unos minutos para que se enfríen, ya están listos para pelar. Se puede emplear alguno de estos sencillos trucos.

Para quitar la cáscara es necesario romperla primero con unos golpes. Freepik

Truco 1: Agrietar el huevo

De las mas sencillas. Tras un suave golpe que casque un poco el culo del huevo, el extremo más ancho, hacerlo rodar hacia delante y detrás sobre una superficie dura apretándolo suavemente con la palma de la mano. Cuando la cáscara esté resquebrajada completamente se pela, empezando por el lugar donde se ha dado el golpe. Si se ayuda de un chorro de agua fría saldrá más fácil.

Truco 2: Sacudir el huevo en un tarro

Basta con meter el huevo dentro de un tarro pequeño de boca ancha, poner un dedo de agua, cerrarlo con su tapa y agitar el bote. La cáscara se agrietará y el agua ayudará a que se desprenda sola. Se puede usar un vaso pero hay que tapar la boca con la mano para evitar que todo salga volando.

Truco 3: Usar una cuchara

Con la ayuda de una cuchara también se puede sacar el huevo de la cáscara. Tras golpear uno de los extremos y hacer una pequeña grieta. Por ella introducir la punta de la cuchara entre la cáscara y la clara siguiendo la forma del huevo. La parte cóncava de la cuchara del lado de la clara. Girar la cuchara e ir levantando la cáscara. Prácticamente sale de una pieza.

Truco 4. Usando vinagre

Este truco no gusta a todos. Añadir vinagre durante la cocción no convence a muchos, aunque para otros es clave. Incluso agregan algo de sal y de bicarbonato. Según explican lo partidarios, esta fórmula ayuda a reblandecer la cáscara y es mucho más fácil pelarlo.

Truco 5: Pelar el huevo bajo el agua

Este es el truco más empleado. Cascar el huevo y ponerlo debajo de un chorro de agua fría mientras se va quitando la cáscara. El agua, además de ayuda a separar, también lo deja lipio y sis posibles esquirlas.

Truco 6. Soplar dentro del huevo

Este método es un tanto espectacular y no es para todos. Una vez que los huevos cocidos ya se hayan enfriado, cascar y hacer un pequeño agujero en cada uno de los extremos. Sujenando el huevo dentro del puño, por el extremo más estrecho soplar fuerte. El huevo saldrá limpio por el otro extremo. Si le cuesta, se puede empujar con el dedo o retirar la cáscara, que se habrá soltado. Este método puede provocar algún mareo si hay que trabajar con muchos huevos. Como cuando se inflan huevos. 

TIEMPOS Y TEXTURA

El tiempo de cocción de un huevo le dará diferentes texturas al a yema y a la clara. Así, el huevo pasado por agua tiene la yema líquida y la clara poco cuajada o semilíquida. El tiempo de cocción suele ser de entre 3 y 4 minutos y la temperatura del agua de 100º, cuando empieza a hervir. Lo habitual es comerlo directamente del huevo. Puesto en una huevera, se casca un extremo y con un cucharilla se va comiendo.

El huevo mollet tiene la clara cuajada, aunque deformable sin romperse, y la yema liquida pero ligeramente cuajada. Con el agua a 100 grados, se cuece entre 5 y 6 minutos. Es la preparación adecuada para completar muchas recetas, desde purés a verduras, incluso algunos pescados. Al romperse se mezcla con el resto del plato. Para servirlo en el plato hay que abrirlo cuidadosamente con un cuchillo y dejar que se escurra por el hueco.

El huevo cocido tiene la clara blanca y compacta y la yema bien cuajada pero sin quedar seca. Con el agua hirviendo, con entre 10 y 12 minutos basta. Con más tiempo, la cocción se logra pero se pierden los tonos brillantes, el color se vuelve grisáceo o verdoso. Esta preparación es la más versátil, ya que sirve como base de muchas recetas, como complemento de otras o como elemento decorativo de platos.