En ocasiones es la vocación la que le elige a uno. Eso es lo que le ocurrió a Aitor Maiztegi (Bilbao, 1989), quien con tan solo 19 años viajó a Londres con la idea de trabajar y aprender inglés, y donde descubrió el apasionante mundo del vino. A su regreso, continuó vinculado al ámbito de la hostelería, trabajando entre otros en Txoko Getaria, Cuchara de San Telmo o Akelarre. Con el firme propósito de crecer a nivel profesional, en 2015 decidió estudiar el máster en Sumillería y Marketing del Vino de Basque Culinary Center, y a partir de ahí su trayectoria fue meteórica. “Me marché a Madrid con la idea de hacer las prácticas del máster en la prestigiosa tienda de vinos Lavinia, porque me iba a posibilitar ampliar mis conocimientos desde una vertiente distinta a la hostelería, pero no llegué a terminar las prácticas”, recuerda. Y es que le propusieron ejercer de segundo sumiller en el restaurante Kabuki Welington de Madrid, un japonés con una estrella Michelin, donde estuvo dos años. Santceloni fue su siguiente destino, hasta que fichó por Eneko Atxa, con quien comenzó colaborando primero en Eneko Bilbao, y desde el año 2020 en el Azurmendi, restaurante ubicado en Larrabetzu que le ha otorgado tres estrellas Michelin al reconocido cocinero.

“En el mundo del vino es muy importante estar actualizado, porque constantemente surgen nuevas técnicas, bodegas, referencias”

Con todo, Maiztegi tiene la convicción de que nunca hay que dejar de aprender, sea cual sea tu trayectoria: “Apostar por la formación es fundamental tengas la experiencia que tengas. En el mundo del vino, concretamente, es muy importante estar actualizado, porque constantemente surgen nuevas técnicas, bodegas, referencias, etc. En mi caso, la enología se ha convertido en mi profesión y también en mi pasión. Me encanta visitar bodegas, probar nuevos caldos, descubrir nuevos estilos… Con decirte que en vacaciones prefiero visitar un viñedo que ir a la playa…”, concluye. ç