El caldo de pollo es uno de esos platos que lleva el sello de receta de la abuela. Y también esta grabado en nuestro imaginario como ese plato con cualidades seudomedicinales con el combatir malestares generales fruto de gripes, enfriamientos u otros de casi todo tipo que quebrantan el cuerpo y recomiendan reposo. Quizá no se tenga mucha hambre, pero un caldo de pollo, o su evolución natural, la sopa, siempre entra y es bien recibida por el cuerpo y el ánimo.

Un puchero con caldo de pollo y verdura. Freepik

Caldo de pollo

El caldo de pollo básico, el elemental, no cuenta con muchos ingredientes: trozos del pollo que le da nombre, un básico de verduras formado por cebolla, puerro y zanahoria, agua y un poco de agua.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 4 carcasas de pollo
  • 4 alitas de pollo
  • Un puerro
  • Una cebolla
  • Una zanahoria
  • 3 l de agua

Elaboración

En una cacerola amplia, poner las carcasas y las alitas junto con todo el agua y empezar a cocer, primero a fuego medio alto para que empiece a hervir y después, tapar, bajar a fuego bajo y dejar cocer al chup chup durante 45 minutos. Pero para darles un poco más de color y de sabor, un primer truco: tostar o sofreír el pollo antes de cocerlo. En una sartén con un poco de aceite pasar las carcasas y las alitas para que se tuesten un poco y cojan color. Cuando ya estén al gusto del cocinero, pasarlo a la olla y cocerlo.

Durante esta primera cocción, puede aparecer una espumilla oscura que hay que retirar con una espumadera. No es más que algo de grasa e impurezas que se desprenden del pollo y que hay que quitar. Pasados los primeros tres cuartos de hora, añadir la verdura limpia y cortada en trozos grandes y seguir cociendo 45 minutos más.

Pasado este tiempo, retirar del fuego y colar el caldo para quitar los huesos y la verdura. Volver a poner en el fuego y cocer 15 minutos más a fuego alto para concentran un poco más el caldo para terminar de que se mezclen bien los sabores.

El caldo de pollo es un alimento ligero, por lo que después de cocer hay que retirar la grasa que haya quedado. Es tan sencillo como dejar templar el caldo, ponerlo en un recipiente de cristal, y guardarlo un par de horas mínimo en el frigorífico. De esta manera, toda la grasa que es más ligera que el resto del caldo flotará en la superficie, se solidificará formando una capa que se puede quitar sin problemas. Ya solo queda consumirlo, bien tal cual o como parte de una sopa. Hay que recordar que en el frigorífico no aguanta más de cuatro días, por lo que quizá sea conveniente congelarlo.

Esta es una receta de abuela, y abuelas hay muchas en el mundo. Cada una de ellas tiene su propia receta que la hace única y a la vez universal. Por eso, el trozo de pollo empleado o las verduras que se añaden pueden variar. Por ello no es raro usar apio, algo de patata, medio nabo, laurel, un diente de ajo, algo de perejil o alguna otra hierba aromática

Sopa de pollo con fideos y verdura

El caldo es algo ligero y no es extraño usarlo como base para hacer una sopa. Un primer paso para darle cuerpo puede añadir los trozos gordos de verdura con la que se ha hecho y batirlos con el caldo. De las carcasas de pollo y de las alitas se puede quitar la carne para aprovecharlo como tropezón o para croquetas.

Ingredientes

Para el caldo

  • Una cebolla blanca
  • Una zanahoria
  • Una rama de apio
  • Carcasas de pollo sobras de pollo asado

Para la sopa

  • Medio puerro
  • Un diente de ajo
  • 80-100 gr fideos finos
  • Medio aguacate
  • Media cebolla roja
  • 90 gr queso estilo feta
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva
  • Perejil

Elaboración

Lavar, pelar y trocear la zanahoria, la cebolla blanca y el apio. En una olla con un poco de aceite de oliva tostar las carcasas del pollo (o las sobras de uno asado) y cuando cojan color añadir las verduras troceadas. A partir de aquí, seguir los pasos de elaboración de un caldo que ya se han explicado.

Mientras tanto, limpiar y picar el puerro y el ajo. Sofreír ambos en otra olla. De las carcasas de pollo retiradas se quita la carne y se añade al sofrito de puerro. Pasados unos minutos, incorporar el caldo de pollo mientras se mezcla el conjunto. Cuando empiece a hervir es momento de añadir los fideos y dejar cocer hasta que se hagan.

Mientras se puede ir picando la cebolla roja. En principio se añade cruda al final junto con las láminas de aguacate, el queso feta y el perejil. Si ese toque crujiente parece excesivo se puede cocer un poco junto con los fideos para ablandarlo un poco. Ojo al laminar el aguacate porque se oxida con facilidad y no queda muy bonito.