Con más o menos suerte, una vez que los concursantes salen de Operación Triunfo deben empezar sus carreras en solitario y buscarse un hueco en el siempre difícil mercado musical. Natalia Lacunza (Pamplona, 1999), que pasó por el talent hace algo más de dos años, fue una de las participantes de aquella edición que más ha dado que hablar en el terreno profesional. Si en OT destacó por su voz poderosa, ahora lo hace por su talento como compositora y letrista. Frescura y naturalidad definen su trabajo, pero reconoce que todavía lucha cada día por encontrar un equilibrio entre la locura que supone el fenómeno OT y ese estilo propio que siempre busca en sus canciones.

El pasado 2020 estuvo lleno de cancelaciones. ¿Con ganas de volver a la normalidad y subirse al escenario?

Muchísimas. Aún así he sido muy afortunada, porque la última parte de 2020 pudimos viajar un poco y dar varios conciertos. Evidentemente no ha sido una situación normal y la energía es un poco extraña, pero aún con todo me siento muy afortunada. Haciendo un balance de 2020, a pesar de que fue horrible para todo el mundo y de que se nos descuadraron todos los planes, también fue la primera vez que pude actuar con mi banda, saber lo que es tocar mi repertorio en directo y ver buena la acogida de la gente. He hecho numerosos avances en muchos sentidos, con mi equipo, con la gente de la que me he rodeado para trabajar... Se han atrasado y cancelado cosas, pero hemos sabido resolverlo bien.

Con los aforos reducidos y el uso de mascarillas, la energía que llega del público debe ser muy diferente.

Prácticamente el lenguaje corporal ha quedado anulado y en algunos conciertos me ha pasado que bajaba del escenario y les preguntaba a mis chicas, a María y a Tere: ¿Qué tal ha ido, lo he hecho bien? Y enseguida me decían: Ha sido increíble. Llevo monitorización in-ear y a veces no escucho el feedback del público, y si a eso sumamos que les veo separados, sin poder levantarse ni cantar... Así es difícil saber si les está gustando o no, tengo que adivinarlo con la mirada.

El 13 de marzo de 2020 es un día que no olvidará fácilmente: sacó su último trabajo y se paró el mundo.

El día 12 estaba haciendo promo en Madrid y fue la última entrevista que tuve. Esa misma noche sacaba el disco y seguido empezaba la promoción en Pamplona. Para rato me imaginaba que al irme a casa no volvería a salir en muchísimo tiempo. El confinamiento me pilló en Madrid; podría haberme espabilado y volver a Pamplona, a casa con mis padres, pero no me dio tiempo a reaccionar, fui demasiado lenta. Pensé: Dos semanas me puedo quedar sola. Sí, sí, dos semanas...

Habrá tenido tiempo de analizar todo lo que ha vivido...

Estos dos años que han pasado desde que salí de OT me han servido para palpar y ponerme a prueba a mí misma. A veces, cuando me da el bajón, pienso: Madre mía, ahora mismo estás en ese momento con el que soñabas al salir de OT. No me puedo quejar... En estos dos años no he parado de trabajar, he ido sacando diferentes trabajos y todos desde el corazón. Puedo decir que he hecho lo que he me ha dado la gana, literalmente, con mi carrera. Tanto a nivel de canciones, como de selección de repertorio y de composición. No he tenido ningún tipo de guion y siento que es así como he conseguido el feedback de la gente.

¿En qué momento se encuentra ahora mismo?

Estoy en un momento de seguir y seguir tocando para ganarme al público en los conciertos, que es lo más importante en mi caso. Creo que lo que te hace seguir a un artista es encontrártelo en un concierto, escucharle y descubrirlo a través de su música. La magia de escuchar a un grupo en directo, enamorarse y empezar a seguirle es muy necesario. Además, ahora estoy centrada en ir haciendo el repertorio para mi primer disco largo, pero me lo quiero tomar con calma. Pienso que todo lo que he hecho hasta ahora está bien, pero necesito digerir todo lo que estoy viviendo, escuchar mucha música, parar y dejar de ir siempre a un ritmo de 200%, porque al final eso te bloquea. Cada momento tiene sus etapas y este año me lo quiero tomar para tocar, ir componiendo e ir creando el disco para finales de año o comienzos del siguiente.

Fue la tercera finalista de OT

Con los mismos ojos que cuando salí. Para mi fue una experiencia increíble, y siento que era el tipo de persona que tenía que entrar. Era una experiencia que me apetecía mucho vivir y lo que más me gustó fue que en tres meses recibimos muchísima formación. Mamen creo que es la mejor profe de canto, lo mismo que Vicki en movimiento o los Javis en interpretación. Además nos enseñaron a trabajar bajo presión, a no bajar la guardia. Fue un entreno respecto a cómo sería la vida después del programa. No teníamos apenas días de descanso, era un entrenamiento bastante militar y yo iba superpreparada para eso.

Una experiencia como esa habrá supuesto un antes y un después. ¿Le costó volver a la realidad?

Sinceramente, después de OT todavía no sé si he vuelto a la realidad en algún momento. Asimilar todo eso es un proceso largo y difícil, y en ciertos momentos hay que poner barreras para no dejarse llevar por todos los estímulos que hay alrededor. Cuando sales de OT eres una persona conocida para muchísima gente y nadie está preparado para eso, para una fama que te llega tan de golpe. Cuando sales solo piensas en que tienes una responsabilidad con toda esa gente y a la vez quieres ser fiel a lo que tú quieres... A veces parece que vas a jugar una partida de Risk (entre risas).

En su caso, ¿cómo lo gestionó?

Intentando no distraerme ante tantos estímulos y no escuchando todo lo que te dicen, porque puedes volverte loca. Es importante centrarte en el trabajo y escucharte a mí misma. Así, poco a poco lo fui digiriendo, pero aún y todo hoy en día creo que tengo trabajo por delante en este sentido. Hay cosas que no llego a comprender y que me cuesta asimilar.

¿Desaparece el fenómeno de OT

Las consecuencias del fenómeno de OT todavía no se han ido. Sí que me dicen que he conseguido desmarcarme de lo que es el formato OT y noto que la gente que me escucha lo hace porque realmente le gusta mi música. Ahora estoy en un momento bonito, siento que mis últimos trabajos son naturales, inocentes, con cierto aire naif, y a la vez me han hecho acercarme al público, darme a conocer y que vean que soy así.

Entre otras cosas conquistó al público por su espontaneidad y su estilo particular. ¿Son las claves para no caer en un estereotipo más?

No lo sé, yo no tenía nada estudiado, solo intenté seguir mis instintos, vestir y ser como soy. No quería perder mi forma de ser. Cuando sales de OT piensas que tienes que tener una imagen guay, pero creo que en realidad depende de los gustos de cada cual y que cada uno hace un poco lo que le parece.

¿Cuáles son sus referentes musicales?

Van cambiando con el tiempo. Hay ciertos artistas que me han inspirado desde siempre porque me los ponía mi madre, como Dinah Washington, Queen, Frank Sinatra... Y otros referentes que van llegando a lo largo de la vida. Ahora mismo, mis referentes actuales son Belee, una chica de Nueva Zelanda que me gusta muchísimo su estilo, y Joji, que empezó a ser conocido en Youtube y ahora se ha pasado a la música. La música clásica también me inspira muchísimo, y la electrónica.

Dice que está muy agradecida a OT

Obviamente, todos cuando salimos vivimos con ese miedo de decir: ¿Y ahora qué? ¿Querrán trabajar con nosotros? ¿Nos tomarán en serio? Sí que es verdad que por historia se cree que los participantes de OT no son artistas sino meros intérpretes, pero creo que las cosas han cambiado y quien piensa eso no ve más allá de sus narices. Amaia Romero marcó la diferencia, demostró que hay gente fresca, con talento y que quiere hacer música con personalidad. Obviamente, al salir del programa hay que hacer un trabajo grande para confirmar o desmentir lo que la gente piensa sobre ti, pero creo que venimos bastante preparados. En mi caso, antes de entrar en OT ya sabía que nadie me iba a regalar nada.

Nana triste, interpretada junto a Guitarricadelafuente, fue su carta de presentación al mundo tras OT además de todo un éxito. ¿Sorprendida?Nana triste

Estaba preparando varios temas para el disco Otras alas, pero tenía clarísimo que Nana triste iba a ser mi primera canción. No sabía si gustaría o no, pero la elegí porque es muy pura, la hice desde lo más profundo de mi corazón... y la hice con Guitarricadelafuente, que me gusta mucho. Cuando salí del programa yo no sabía si la gente esperaba de mí que hiciera reggaeton o lo que fuera...

Pues parece que acertó de lleno con este tema.

Fue una canción muy instintiva, nada estratégica, y me llevó a vivir un momento increíble. Recibí la enhorabuena de muchos artistas que jamás imaginé que me pudieran escuchar, pero que me dieron las gracias por la frescura. No me podía creer la repercusión que tuvo, de hecho yo pensaba: Madre mía, pero si esta canción la compuse en el tren, en un día supertriste...

Tanto para sus primeras canciones como para su trabajo actual se está rodeando de jóvenes talentos. ¿Es su apuesta profesional?

No me he parado a pensarlo, es algo que he hecho de manera bastante instintiva. Por mi naturaleza voy buscando iguales a mí, gente que me transmita lo mismo que yo siento que tengo dentro, como una pasión desentendida por la música. Simplemente busco conseguir plasmar lo que quiero hacer, la música que quiero hacer, sin que vaya más allá de eso, sin realmente pensar en las expectativas. Me gustan los artistas que hacen cosas sin pretensión, que tienen un alma muy pura y con un lenguaje propio con el que te cuentan algo como nadie lo haría.

La creatividad es la base de su trabajo, ¿diría que depende enormemente de su estado emocional?

Muchísimo. Realmente me encantaría poder decir algo así como que entreno un montón y compongo todos los días, y puede ser verdad, pero hay veces en las que no sale nada. De hecho, voy a ser sincera, llevo unos meses de bloqueo creativo, pero pienso que no puedes pedirle a tu cuerpo cosas que no te puede dar en ciertos momentos, sobre todo cuando se trata de trabajar con tus emociones, con tus sentimientos y tus pensamientos. Hay momentos para todo en la vida, yo estoy en uno de sobrecarga, y la pandemia no ayuda nada, no deja moverse ni vivir experiencias, y no sabemos cuando acabará. Esta incertidumbre y estos sentimientos me bloquean muchísimo.

Como ha comentado antes, necesita parar el ritmo.

Sí, necesito reconectar conmigo misma, estar más tranquila, porque me han pasado cosas muy locas en este último año. Ahora mismo siento que tengo muchísimas canciones dentro y que tienen que salir, pero hay que darles su tiempo.

¿Sería feliz aislándose una temporada y dedicándose al cien por cien a componer nuevos temas?

Me encantaría por ejemplo irme a Galicia, a una casa sobre los acantilados, ver el mar, estar con mi gato y escribir un montón, hasta que tenga el disco.

Cambiando de tema, las redes sociales también son una herramienta muy potente. ¿Qué papel juegan para usted?

Ahora mismo, en la circunstancia en la que estamos, sin posibilidad de hacer eventos ni conciertos, creo que son básicas. El encuentro con los fans es muchísimo menor y las redes son una herramienta para no alejarlos de ti y mantenerlos al día de lo que haces. Tengo que reconocer que no soy muy fan de utilizar las redes porque me causan un poco de ansiedad al ver lo bien que lo hacen otros artistas. Creo que no soy carne de redes sociales (risas), pero lo hago lo mejor que puedo.

Se ha convertido en imagen de la fragancia CK One. ¿Cómo surgió esta experiencia?

El año pasado contactaron conmigo desde CK fragancias y me dijeron que me querían como embajadora de su marca en España. Acepté porque es una marca que me gusta mucho. Sus spots y campañas transmiten valores que comparto: incitan a la variedad, al no gender, a no poner etiquetas...

¿Este tipo de iniciativas le abren además mercado?

Creo que sí, porque si te vinculas a una marca su público puede poner un ojo en ti. Obviamente no hay que sobrecargarse con este tipo de trabajos publicitarios, porque una está aquí para hacer música, pero en este tiempo que no hay conciertos veo bien hacer otras cosas para sobrevivir.

Usted es de Pamplona pero vive en Madrid. ¿Se ha adaptado bien a su nueva ciudad?

Me mudé nada más acabar OT y en ese momento estaba tan confusa que igual me daba estar en Madrid que en Sebastopol, no me hubiera ni dado cuenta. Ahora me he cerrado en mi pompa, tengo a mis amigos y a mi hermano, y para mí Madrid es ya como mi segunda casa.

¿Qué le pide a este 2021?

Por favor, que se acabe esta situación. Básicamente pido salud para el mundo.

PERSONAL

Lugar de nacimiento: Pamplona, 10 de enero de 1999.

Trayectoria: Antes de entrar en Operación Triunfo había empezado a estudiar Comunicación Audiovisual, carrera que de momento ha dejado aparcada. Su paso por el programa televisivo, del que resultó tercera finalista, le abrió un nuevo mundo profesional. El 14 de junio del 2019 presentó su primer single, Nana Triste, una canción compuesta por ella y que contó con la colaboración de Guitarricadelafuente, que forma parte del disco Otras alas. Después llegó EP2, y este 2021 quiere centrarse en componer y sacar su primer disco largo.

Conciertos: Sobre el escenario ha formado su propia banda junto a Paula (bajo), Luz (guitarra), Tere (teclados) y María (batería). Este mes de febrero ha actuado en Vitoria-Gasteiz, Zaragoza y Valencia.