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El Papa Francisco, más sanferminero que nunca con su 'pañuelico'

El obispo de Roma ha recibido en el Vaticano a los seminaristas de las diócesis de Pamplona, Tudela, Donostia y Redemptoris Mater

El Papa Francisco, más sanferminero que nunca con su 'pañuelico'Vatican Media

El Papa Francisco ha recibido este sábado en Roma un 'pañuelico' rojo personalizado y una imagen de San Fermín como obsequios entregados en su nombre por los seminaristas y formadores del Seminario Conciliar de Pamplona, el Seminario de San Sebastián y el seminario Redemptoris Mater.

El arzobispo de Pamplona y Tudela, Florencio Roselló, acompañado de los seminaristas, ha entregado al Santo Padre una imagen del santo morenico, co-patrón de Navarra, junto con un pañuelo personalizado, símbolo omnipresente de las fiestas de Pamplona, y también de media Comunidad Foral.

Estos regalos, que reflejan la identidad y tradición de Navarra, han sido presentados siguiendo las normas del protocolo de la Ciudad del Vaticano, que exigen que los obsequios destinados al Papa se entreguen sin envoltorios.

A la audiencia papal también ha asistido obispo de San Sebastián, Fernando Prad. Cabe destacar que la diócesis donostiarra es sufragánea de la archidiócesis de Pamplona y Tudela, al igual que las diócesis de Jaca y Calahorra y La Calzada-Logroño, con la capital navarra como centro neurálgico.

Importancia de visitar cárceles

En su intervención, el Pontífice ha ofrecido un discurso centrado en el papel del sacerdote como "redentor de cautivos". A modo de reflexión, ha afirmado que el seminario no es una cárcel, sino un lugar donde aprender a ser "una imagen viva de Jesús, el Redentor". Francisco ha subrayado que los sacerdotes no solo deben acercarse a las cárceles gubernamentales, sino también a aquellas prisiones simbólicas que esclavizan a las personas en la sociedad, como "las ideológicas, las morales, las que crean la explotación, el desaliento, la ignorancia y el olvido de Dios".

El Papa ha destacado la importancia de visitar cárceles como parte esencial de la misión sacerdotal. Ha recordado que desde su etapa como obispo siempre ha realizado el lavatorio de pies del Jueves Santo en una cárcel. “Ellos son los que más necesitan que les lavemos los pies, como diciéndoles: ‘Mirá, yo te lavo los pies porque soy peor que vos, pero tuve la suerte de que no me agarraron’”, ha comentado.

Pañuelo con la imagen de San Fermín y la inscripción de la Diócesis de Pamplona y Tudela.

Para ilustrar la realidad de las personas privadas de libertad, Francisco ha compartido una anécdota impactante. Ha relatado cómo una mujer en una cárcel confesó durante el lavatorio de pies haber matado a su hijo. "Los dramas internos en la conciencia de los que viven en una cárcel son enormes", ha añadido, invitando a los futuros sacerdotes a no olvidar nunca esta dimensión de su ministerio.

El discurso ha concluido con una exhortación directa a los seminaristas: “Ustedes van a recibir la unción sacerdotal, y es para liberar cautivos, a cuantos están encadenados, sin darse cuenta”. Francisco les ha animado a ser testigos de esperanza y consuelo, comprometiéndose con los más vulnerables y aquellos atrapados por las cadenas de la sociedad, los vicios o los pecados.

Foto de familia de los seminaristas y profesores, con el Papa y los obispos en el centro.