El 24 de octubre llega a los cines Frankenstein, el proyecto más personal de Guillermo del Toro, una película que el director llevaba tres décadas intentando realizar. El cineasta mexicano ha explicado que la novela de Mary Shelley fue su “Biblia” desde los once años y que toda su filmografía previa ha sido, en cierta forma, un entrenamiento para llegar a esta adaptación.

Tras su ovacionado paso por Venecia y su recorrido por los principales festivales, la superproducción de Netflix se estrena en salas seleccionadas y llegará a la plataforma el 7 de noviembre con Oscar Isaac en el papel de Victor Frankenstein y Jacob Elordi como la criatura.

El actor australiano tuvo apenas nueve semanas para preparar el papel, después de que Andrew Garfield abandonara el proyecto por problemas de agenda. Curiosamente, Benedict Cumberbatch también fue considerado una década antes. Pero, a la vista de los elogios que ha recibido Elordi, parece que Del Toro acertó de pleno con su elección.

“Le dije que era vasco y me contestó: ‘Qué hijo de puta’”

En una entrevista con Cinemanía, Jacob Elordi revela que sus raíces vascas influyeron directamente en su fichaje. “Le dije que era vasco y me contestó: ‘Qué hijo de puta. Entonces ya sabes de qué va esta película, ya sabes qué hacer’”, contó entre risas. “Fue parte de la razón por la que me fichó para la película. Le dije que mi padre era vasco y me dijo: ‘Entonces lo entiendes’”, añadió.

Elordi explica que esa llamada telefónica con Del Toro fue decisiva para sentirse conectado con el proyecto: “Hay algo en el personaje, en su rebeldía y en su forma de enfrentarse a las estructuras, que me resulta familiar. Creo que viene de ahí, de mis raíces”.

El actor Jacob Elordi E.P.

La criatura más humana de Frankenstein

La interpretación de Elordi ha sido descrita por la crítica como una de las más emocionantes y humanas que se han hecho del monstruo de Shelley. Su criatura es violenta, sí, pero también reflexiva y vulnerable, una versión más existencialista del mito clásico.

Desde luego, me doy cuenta más y más. Siempre he tenido un gran problema con los sistemas y las estructuras. Simplemente he sido así, y creo que tiene algo que ver con mis raíces vascas”, reconoció el actor, que ve en su ascendencia una forma de entender el mundo.

Su vínculo con Euskadi

Frankenstein fue la película sorpresa del Festival de San Sebastián, y aunque el intérprete no pudo asistir, siguió de cerca la acogida. “Tengo muchas ganas de ir. Siempre he estado ocupado. Pero mi abuelo, que lee toda la prensa vasca, me contó que la película se había proyectado allí y que había ido muy bien. Eso me hace sentir conectado a algo, y es increíble”, explicó.

Elordi siempre ha mostrado orgullo por su origen. Su abuelo, Joaquín Elordi, era natural de Ondarroa y emigró a Australia huyendo del régimen franquista, donde trabajó cortando caña de azúcar antes de reunir a toda su familia. Su padre, John Elordi, nació en Markina y creció en Bilbao hasta los ocho años.

El apellido no deja lugar a dudas, y el propio actor ya lo había reivindicado en una entrevista con GQ en 2020, cuando corrigió su ficha en Wikipedia: “Eso no es verdad. No tengo ascendencia española, tengo ascendencia vasca, que es un pequeño lugar entre Francia y España. Mi abuelo me estrangularía si leyera lo contrario”, bromeó entonces.