El fregadero es uno de los espacios de la casa que más se utiliza. De ahí la importancia de mantenerlo limpio y libre de suciedad. Al contrario de lo que se puede llegar a pensar, este lugar de la cocina es uno de los espacios más sucios de la casa y un auténtico caldo de cultivo para los gérmenes y bacterias.
Según un estudio de la Universidad de Barcelona junto a la Fundación de Estudios para la Salud y la Seguridad Social, el fregadero acumula hasta 100.000 veces más microorganismos que el baño. Y es que el uso continuado del fregadero, sumado al desgaste natural y la acumulación de restos de comida, terminan dificultando la circulación del agua.
El fregadero acumula hasta 100.000 veces más microorganismos que el baño
Todo ello da como resultado que, cada cierto tiempo, el fregadero se atasque y el agua no se mueva como debería. Pero,como bien dice una popular expresión, más vale prevenir que curar y mantener el desagüe limpio es más sencillo y menos engorroso de lo que, a priori, puede parecer.
Según explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para deshacer el atasco en un desagüe, "prueba primero con medios mecánicos, como una ventosa. También puedes desenroscarlo y limpiar el sifón o el bote sifónico y hurgar en la tubería atascada con un muelle de fontanero. Lo siguiente es usar un desatascador químico y si esto no funciona, busca un fontanero".
El sorprendente motivo por el que la sal es la mejor aliada para desatascar el fregadero
La sal es, tal y como así la describen desde la Asociación de Salinas Marinas, la opción "más ecofriendly" parada desatascar tuberías. Para poner en práctica el método que proponen, "basta con poner a calentar un litro de agua en una olla y añadirle una taza de sal mientras removemos para que se disuelva. Una vez lo hemos conseguido, echamos la mezcla por el sumidero que tenemos atascado. Ésta se encargará de ayudar a disolver los restos atrapados en el mismo".
"Si después de poner en práctica este truco, vemos que a la tubería le sigue costando tragar el agua y que el atasco permanece, pasaremos a la segunda alternativa, que ya tiene más rock & roll", relatan. El proceso, según explican, "es más o menos el mismo".
Lo que hay que poner a calentar un litro de agua. Mientras, mezclar en un bol una taza de sal, un vaso de bicarbonato y un vaso de vinagre blanco y remover bien los ingredientes. Después, vaciar el contenido del bol en la cañería atascada y dejar que la mezcla haga efecto durante 15 minutos. Por último echar el agua caliente a la cañería para retire el disolvente natural y ayude a eliminar las posibles obstrucciones.
Con todo ello encima de la mesa, es interesante tener presente que, tal y como así lo explican los especialistas, la sal actúa como un abrasivo suave que ayuda a eliminar residuos adheridos a las paredes de las tuberías.