Amante de las firmas de lujo, María del Carmen García Galisteo, apodada como “La novia de España”, era una de las grandes bellezas clásicas y conquistó a todo el Estado con su talento para el canto y la interpretación metiéndose al público en el bolsillo con su cara de ángel y su marcada espontaneidad. Una folklórica que acabó siendo una inspiración de la cultura ye-yé y el pop de los años 50 y 60. 

En poco tiempo se convirtió en un verdadero icono del cine, una industria en la que comenzó a trabajar muy temprano, pues en 1942, con solo doce años, ya destacaba como bailaora. 

El cine llegaría unos años más tarde, en 1947, cuando participó en Serenata española. A partir de ahí, muchos fueron los títulos que fue acumulando en su curriculum.

Sevilla, pionera en el animal print. Cedida

Hizo algunos guiños al destape de la época cuando la censura no pasaba ni una, y fue uno de los sex symbols de una España que empezaba a despertar. Llegó a protagonizar varios films junto a otras de las divas del momento, como Ágata Lys en Sex o no sex, Una mujer de cabaret o Strip-tease a la inglesa

A finales de los 60 y en los 70 ya representaba exactamente lo que quería la mujer española: estampados psicodélicos incluidos o sus memorables trajes de chaqueta con falda. Eso sí, jamás olvidó sus raíces andaluzas que lució orgullosa en detalles de su vestuario o enfundada en trajes de flamenca tanto en ficción como en la vida real.

Ella y Pertegaz

Carmen Sevilla fue la primera en llevar muchas de las tendencias del momento. Algunas de ellas, como no podía ser de otra manera, han llegado casi intactas hasta nuestros días. Un buen ejemplo podrían ser los vestidos cut-out, es decir, con aperturas estratégicas a la altura de la cintura, que eran algunas de sus prendas fetiche. No ocultaba su gusto por las marcas de lujo, y cuando Letizia Ortiz escogió a Pertegaz para que diseñara su vestido de novia, a Carmen le faltó tiempo para contar que: “En mis años de cine yo era muy coqueta y una enamorada de los trajes de Balenciaga o [Pedro] Rodríguez, pero me enganché a Pertegaz. En esos tiempos la gente del cine vestía muy bien. Allá por el 57, Pertegaz me diseñó una colección para ir a Hollywood, que dio mucho que hablar”.

Carmen Sevilla, jovencísima, posando en una sesión de fotos en los 50. Cedida

No a las cirugías, pionera del face -taping

Carmen Sevilla confesó en más de una ocasión que no había pasado por quirófano para hacerse ningún retoque estético, pero aireó cientos de veces su truco de belleza más popular y que puso de moda en los años 90. Se trataba del famoso esparadrapo que, como enseñó en televisión en prime time, se ponía en la nuca para estirar la piel y conseguir un efecto lifting instantáneo. Un truco que, se decía, compartía con la cantante Cher.

Y mucha atención porque, después de años de hablarse en España de este truco de Carmen Sevilla, es ahora cuando tienen un nombre: face -taping. Además son muchos los rostros conocidos (desde Lady Gaga a Naomi Campbell) e innumerables vídeos en redes sociales que explican esta técnica de efecto flash para eliminar las arrugas sin cirugía.

Hay, incluso, quienes usan el face-taping como tratamiento de belleza nocturno, mientras duermen. E incluso sus defensores aseguran que este método no solo sirve para prevenir y eliminar las arrugas, sino que mejora la flacidez de la piel. Aunque el truco original de Carmen Sevilla era para el cuello, también se utiliza en la zona de las sienes o los párpados.