La ciclista alavesa del Laboral Kutxa, Paula Suárez, nos abre las puertas de su casa junto a su familia para contarnos más en profundidad cómo marcha su trayectoria y cómo ha vivido, tanto en lo personal como en lo deportivo, este último año tan atípico. Nos abre la puerta su ama, Olga Chasco, que nos invita a entrar y a acomodarnos. En la sala nos esperan su aita Carlos Suárez y su pareja, el ciclista de Orbea en XCO Markel Uriarte, y su hermano mayor, Rubén, que se disculpa porque tiene que marcharse, aunque promete hacer acto de presencia aunque sea en la portada, así que bajamos todos, de la misma, a hacer esa foto.

Acto seguido comenzamos con la entrevista sentados cómodamente en el salón, lugar en el que hacen la vida en familia. Ahí descubrimos el txoko -aún en proceso-- de Olga Chasco en una esquina para hacer sus manualidades, el de Carlos Suárez en el lado contrario para trastear con el ordenador -como más adelante nos explica- o el sofá frente a la televisión que hace las funciones de sitio para leer o disfrutar de una buena serie o película.

Nos sentamos y en seguida Paula nos empieza a hacer un repaso de su trayectoria como ciclista. Nos cuenta sus inicios en el ciclismo de carretera, en el ciclocross y en el XCO, deporte que ha descubierto este año gracias a la insistencia de Markel. De la mano de Paula además abordaremos un tema que está de plena actualidad, pero que ha sido tabú hasta ahora. Nos referimos a la salud mental, un problema que pone encima de la mesa con total naturalidad para darle la importancia que realmente tiene, asegura.

Paula, ¿cuándo te subiste a una bici por primera vez ?

-Paula Suárez: Con 14 años. En verdad empecé con el patinaje, luego me pasé al baloncesto, después al fútbol y al final terminé en ciclismo. Mi hermano mayor, Rubén, hacía ciclismo, pero me “obligaban” a ir a ver sus carreras...

-Olga Chasco: Bueno, porque eras pequeña y no podíamos dejarte sola (ríen).

-Paula: Sí, ¡me “obligabais”a ir a ver cómo sufría!. (risas) Al final pensé que o estaban todos locos o este deporte tenía algo que enganchaba, así que poco a poco me fue gustando hasta el punto de que me costó convencer a mis aitas para que me comprasen una bici. Casualidad que encontramos una que vendían aquí al lado... Era una mítica BH Grisley que mi aita me pintó como una Cervero, ¡quedó muy chula! (Conoce la trayectoria de Paula Suárez al detalle, aquí).

¿Por qué elegisteis el ciclismo como deporte para vuestros hijos o más bien fueron ellos los que lo eligieron?

-Carlos Suárez: Yo en su día sí que hice ciclismo de joven, pero nunca les hemos impuesto ningún deporte ni nada. Lo de la bici salió por casualidad con Rubén.

-Olga: Rubén tenía un problema de pies planos y sufría mucho con otros deportes como el fútbol o el baloncesto. La natación se le daba relativamente bien, pero luego empezó en el equipo de Michelin por un anuncio que vio Carlos en el trabajo. Recuerdo que le dolían tanto los pies que cuando teníamos que hacer algún recado al centro lo tenía que llevar en triciclo porque no aguantaba andando. Es que en bici podía hacer todos los kilómetros que fueran.

Paula, ¿y en qué punto te encuentras ahora mismo como ciclista?

-Paula: Después del COVID anduve muy bien y estuve cumpliendo con todos los objetivos, pero este año, no sé si por el salto de mi equipo, porque el Laboral Kutxa ha ascendido a élite, o porque el pelotón era gigante y había mogollón de caídas, con mucha gente nueva y corriendo de otra forma, poco a poco no me empecé a sentir a gusto.

¿Por qué?

-Paula: Pues empecé la temporada de carretera, pero no encontraba la motivación... Además, necesitaba mucho tiempo para entrenar y justo estaba haciendo las prácticas de la carrera, así que ha sido un cúmulo de causas por las que he decidido hacer un ‘reset’.

¿Crees que te ha pasado factura compaginar tus estudios con el ciclismo?

-Paula: Es difícil estudiar y competir al mismo tiempo. Acabo de terminar Ingeniería Electrónica Industrial y Automática y mi intención este año era empezar las prácticas, pero ni siquiera sabía en qué horario iban a ser ni de qué tiempo iba a disponer, lo que ha hecho que hacer una planificación este año haya sido muy difícil. Y ahora, dentro de poco, empiezo a trabajar en Michelin.

¿Y a partir de ahora entonces qué te gustaría hacer?

-Paula: Pues he probado el XCO mountain bike y es una modalidad que me gusta mucho. Ahora mi intención es seguir con ello, aunque este año todavía me quedan carreras por delante de ciclocross e intentaré hacer la temporada entera. (El ciclocross, un deporte que lucha por ser olímpico, aquí).

Pero todo eso sin presiones, ¿no?

-Paula: Sí, sin ningún tipo de expectativa. Veremos cómo puedo compaginarlo todo con el trabajo...

Mencionas el XCO mountain bike, ¿cómo empezaste?

-Paula: Fue por Markel, que trabaja en Orbea y él hace XCO. Me dijo que me iba a conseguir una bici para ir a las ‘Green Series’, pero yo le decía que se esperase, que haber si bajando una cuesta me iba a estampar contra el primer árbol (risas).

-Markel Uriarte: ¡Y cuando se puso bajó todo sin ningún problema!

-Olga: Recuerdo que fuimos Carlos y yo a acompañarles. Sinceramente, en un primer momento pensé que era imposible que lo hiciera, pero claro, no la había visto aún hacerlo.

-Paula: Soy la primera que me echo para atrás. Si no lo veo, no lo hago.

-Olga: Pues al final empezó la carrera por arriba en el monte y va bajando y ¡pam! bajó. Claro, en ese momento me quedé muerta, no me lo podía creer.

¿Qué es lo que más miedo os da?

-Carlos: A mí no me da miedo porque es raro que haga algo que no haya probado antes y si lo hace es porque piensa que puede hacerlo. Es muy prudente.

-Olga: A mí lo que más miedo me da es que Paula entrene sola. Luego, en las carreras, tenemos la tensión habitual, sólo que ahora sufrimos por dos (ríen). La ventaja del ciclocross es que continuamente estás viéndola, mientras que en carretera sale y la pierdes de vista...

-Markel: Siempre le digo que si lo ve claro que lo haga, pero en caso de duda que no lo haga.

¿Cómo habéis vivido esta transformación de Paula?

-Markel: Paula es una persona muy metódica, entonces, cuando te tomas algo de una manera tan estricta, y si además le metes alimentación, puede terminar saturándote. Ha estado durante todo un año entrenando a ese nivel y ahora, que ha empezado a correr en el monte, la veo más feliz.

-Olga: Este cambio de filosofía se trata de un proceso que ha durado cerca de dos años. Es que desde el momento en el que dejas de disfrutar de una afición, no compensa.

¿A qué creéis que se debe este cambio de mentalidad?

-Olga: Aunque ha cumplido con todos los objetivos en todos los aspectos de la vida, yo creo que más que por Paula todo empieza con el choque con las expectativas de la gente y luego también porque ella se exige el 120% en todo lo que hace.

Hablas de expectativas...

-Olga: Sí, las impuestas por otras personas. Y también las preguntas como, “¿qué vas a hacer esta temporada?”, “¿qué objetivos te planteas?”... Y la respuesta. Muchas veces es que no tiene ninguno más allá de disfrutar. Porque luego está que nadie le ha preguntado si quiere ser profesional. Como Paula es siempre tan correcta... pero a veces hay que saber decir que le dejen a uno en paz en vez de contestar a todo. Y por supuesto cada año es distinto, por el simple hecho de que el planteamiento es diferente. A esto se le sumó el cansancio, porque Paula no ha descansado...

¿En qué sentido?

-Olga: Me refiero a descolgar la bici y desentenderse un poco de todo. A veces es bueno parar.

-Carlos: Eso es. Hay veces que hay que saber parar y valorar qué te da una decisión y qué te da otra. Paula tiene también la opción de tirar adelante con lo que ha estudiado y no sería mala decisión una ni la otra.

-Paula: Al final, siempre he pensado que no me quiero dedicar a nivel profesional al ciclismo y por eso he decidido dejarlo. No quiero salir en bicicleta cuatro o cinco horas al día y luego no tener nada más que hacer. Además, a la segunda hora y media en bicicleta, yo me aburro. No me gusta tanto el ciclismo como para dedicarme a ello a nivel profesional. Encima empecé el grado de Ingeniería y me gusta lo que he hecho y lo que estoy haciendo ahora, así que tengo claro que quiero trabajar de ello.

De todas formas, ¿podrías vivir del ciclismo o existe una discriminación por parte de las marcas y clubes por el hecho de ser mujer?

-Paula: Nos dan material, que no es poco, y dinero para cubrir algún viaje para alguna carrera.

-Olga: Bueno, no hay que olvidar que en esas categorías, quien se dedica profesionalmente tiene un salario que le da un respaldo, además de un equipo de nutricionistas, psicólogos, un fisioterapeuta, un masajista… En cambio, en la categoría en la que está Paula, a no ser que seas del Movistar, no tienes ese apoyo.

En la modalidad de XCO también hay pocas chicas, ¿no?

-Paula: Sí, muy pocas.

-Markel: Cada vez se ven más mujeres, pero todavía queda mucho. Realmente es algo sorprendente porque es la modalidad más sencilla para empezar. Te exige tener cierta técnica y un nivel de entrenamiento para terminar, no para ganar. Con el hecho de salir una o dos veces por semana puede valer, mientras que en carretera, haciendo lo mismo, te puedes llegar a caer del pelotón o quedarte fuera.

¿Hay algún tipo de discriminación entre mujeres y hombres en cualquier disciplina relacionada con el ciclismo?

-Carlos: Sí que la hay. No se valora tanto.

-Paula: He vivido situaciones de llegar al podio y al primer chico le ponen la txapela, le dan una botella de sidra con las cámaras apuntando, mientras que a las chicas nos metían prisa para coger la copa y dar paso a otros.

-Olga: Ha evolucionado mucho. Cuando Paula empezó en ciclocross había una lucha abierta porque las dietas entre chicos y chicas eran diferentes. Ellos cobraban 200 y las chicas 50. Hicieron protestas y se trasladó todo a la Federación Española para que tuvieran su propia carrera y los premios fuesen iguales.

-Paula: Es que antes nos sacaban con los cadetes y juveniles...

-Olga: Han dado pasos como que las élite mujeres salgan por delante de los juveniles chicos. Al final es darles su espacio, tal y como se le da a los chicos.

¿Cuál es la lesión más importante que habéis sufrido practicando ciclismo?

-Paula: Con 15 años me lesioné el psoas y no podía ni sentarme, pero fue haciendo gimnasia. Antes me caí de culo en fútbol, pero nunca me he hecho nada gordo. Ah y en el Campeonato de España corrí con un esguince en el dedo y no podía hacer casi ni los cambios, pero no fui al médico porque si me ponían una escayola no corría.

-Markel: Yo me rompí la tibia haciendo el tonto con la bici. Desde entonces no me ha pasado nada.

-Paula: Me acuerdo de que en el Open de España Markel me decía que le dolía el tobillo y lo tenía hinchado, pero él seguía.

¿Y a nivel mental cómo te preparas?

-Paula: Malamente. He pasado por una época difícil y lo primero que la gente te quiere buscar es un entrenador, pero nadie te busca un psicólogo, pero es más importante la cabeza que tu estado físico. He conocido a gente que acaba dejándolo por presiones, o por anorexia, pues detrás de un adelgazamiento puede haber un problema. Son cosas evitables, pero no se está haciendo nada para remediarlo. Te preguntan qué tal estás físicamente, pero no mentalmente. Veo el caso de Simone Biles y es un ejemplo, pues estando en unas Olimpiadas fue capaz de decir que no iba a competir. Yo quería estar siempre arriba y seguir progresando, hasta que al final, en la pandemia, exploté.

-Olga: Unos meses antes de que Paula parase había muerto mi padre. Lo que pasa es que cuando te caes, en seguida vas al traumatólogo o al médico, pero si te pasa algo en la cabeza pocas veces vamos al psicólogo. Tendríamos que ir más. A mí no me gustaba que Paula ganara. Si ganas el Campeonato de Euskadi, seguido te llaman para ir con España y en época de exámenes, y cuidado con decir que no porque igual ya no cuentan más contigo y claro, ahí no te preguntan cuándo tienes el examen.

-Paula: Con la Selección Española de Ciclocross me pasó que llegué pensando que ahí iba a tener todos los medios y lo primero que nos dijeron fue que tenían un equipo de psicólogos, entrenadores y fisioterapeutas para ponerse en contacto con nuestros psicólogos, entrenadores y fisioterapeutas, pero yo sólo tenía entrenador, así que nada. Les dije que se debía empezar por abajo, ya que no todas disponemos de esos medios. (La salud mental, un tema tabú en la sociedad. Simon Biles, ejemplo ante su retirada para ganar la ardua batalla a la mente, aquí).

Bueno, y cambiando de tema... ¿qué otras cosas os gusta hacer en vuestro tiempo libre?

-Paula: Mi hermano y mi ama son muy ‘fans’ de las manualidades.

-Olga: Sí. Me estoy haciendo mi propio txokito de manualidades en casa. Me entretengo cosiendo o haciendo ganchillo. Hace poco he descubierto el ‘bullet journal’, que consiste en crear tu propia agenda decorando cada día como a ti te parece. Estoy preparando ya la del año que viene. La guardaré en una funda de cuero que me ha hecho mi hijo.

-Paula: A mi ama y a mí nos ha vuelto siempre locas ir a papelerías y ver los cuadernos, los papeles, rotuladores… Me compraba rotuladores para mis estudios y se los ha terminado quedando ella. (Crea tu propio diario con viñetas y dibujos, aquí).

¿Os gusta leer?

-Olga: Sí. A mí me das un libro y soy feliz. Es lo que más hago en mi tiempo libre, a no ser que esté muy cansada.

-Carlos: Ellas leen y yo prefiero enredar en el ordenador.

-Paula: Alguna serie también vemos. Ahora estamos viendo ‘Good Girls’.

-Olga: Y la de ‘Madres’. Nos encantó la trama de ‘El cuento de la criada’. (Descubre la profética distopía de ‘El cuento de la criada’ aquí).

-Paula: Sí. No tenemos HBO y nos gustaría ver la última temporada, pero volviendo a la lectura… Si no llega a ser por ‘Reina roja’, de Juan Gómez-Jurado, no hubiera empezado a leer. Si os gusta la novela negra engancha, os recomiendo a este autor. Empezaría con ‘Cicatriz’ y ‘El paciente’ y luego ya la trilogía, aunque si no lees estas dos precuelas no pasa nada, te enteras de la historia igualmente. (¿Conoces al rey del thriller? Todo sobre el escritor Juan Gómez-Jurado aquí).

¿Os intercambiáis libros?

-Olga: Cuando Paula empezó a leer, yo ya era digital porque los libros ya no me entraban en casa y las bibliotecas, para cuando traen las novedades, ya son antigüedades.

-Paula: Yo me enganché al papel porque huele bien. Hace menos de un mes que me he pasado al ‘ebook’, pero los libros que son importantes para mí me gustaría conservarlos en papel.

-Olga: Yo sólo tengo en papel mis favoritos, los de Toti Martínez de Lezea. También conservo algunos libros con los que empecé a leer, como ‘El clan del oso cavernario’, de Jean Marie Auel. Mi afición por la lectura me viene de un profesor de literatura que tuve en el instituto, que era quien me dejaba libros para que leyera. Desde entonces no he dejado de leer. (¿Eres más de ebook o sigues prefiriendo un libro en papel? Ventajas de ambos mundos aquí).

Markel, ¿y a ti qué te gusta hacer?

-Markel: No soy de ver mucho la tele y el tiempo que paso en el ordenador es trabajando sobre todo. Cuando tengo tiempo pongo a punto bicicletas mías y de amigos.

¿Qué consejos puedes darnos para mantener bien la bicicleta?

-Markel: Lo ideal es secar el barro, liimpiarla y engrasarla. El barro entra en todos los puntos de giro y en los rodamientos y al final si la bicicleta está sin moverse una o dos semanas pues le puede pasar bastante factura. Es muy importante guardarla a cubierto, nada de dejarla en el balcón. Si no lo haces se puede oxidar y todos los rodamientos se pueden agarrotar. Cuando compras una bici lo ideal es ajustar bien tanto los cambios, como los frenos y las suspensiones. (Conoce a fondo cuál es la anatomía de la bicicleta y te contamos algunos consejos para tenerla a punto).

¿Os gusta viajar?

-Olga: Viajamos mucho gracias al ciclismo y a mí me gusta hacer las fotos. Siempre que podemos aprovechamos para hacer ‘turisteo’.

¿Un destino que recordéis con cariño?

-Olga: Jaén. El año pasado estuvimos allí una semana. A mí la catedral y el castillo me volvieron loca. (Conoce una de las provincias más desconocidas de Andalucía. Un lugar por descubrir, aquí).

Se dice que en el ciclismo hay que estar muy fino.

-Paula: Eso dicen pero en mi caso nunca he estado excesivamente delgada. Un año sí que bajé peso, pero fue porque me pusieron los ‘brackets’ y tuve que cambiar mi alimentación. Pero vamos, que si por mí fuera seguiría con la dieta galleta (risas).

¿Entonces nunca has sido muy estricta en este aspecto?

-Carlos: Sí que se ha cuidado y ha sido estricta, ya que las cosas solas tampoco han venido. Los entrenamientos que hizo cuando estuvimos confinados... eso no lo ha hecho nadie.

-Paula: Bueno, los kilos que bajé no fue por cuidarme, que sí que lo hacía, pero era porque con el aparato sólo comía puré (risas).

-Olga: Sí. Además te sacaron una muela del juicio que te tuvo un mes sin poder comer.

¿Y qué tal se os da la cocina?

-Olga: Cuando empecé a trabajar hicimos un reparto de tareas en casa y de eso en concreto junto con la compra se encarga Carlos.

-Carlos: Soy autodidacta. La cocina son tres bases y luego el resto es querer...

-Paula: A mí me encantan sus macarrones. La quiche y la pizza de brócoli que hace mi aita están buenísimas también.

-Olga: ¡Y la empanada que hace también está para chuparse los dedos! (Aprende a hacer la pizza con base de brócoli a tu gusto y la quiche verduras y queso, aquí).