Segundo día de bacanal en Ayusilandia. Eso sí, con el fin de no repetir en exceso la entrega de ayer, dejo para más tarde los cohetes en honor de la patrona y pongo por delante los misiles contra Pablo Iglesias. Como cabía adivinar, los aizkolaris diestros se han dado un atracón haciendo leña del árbol caído. Van a ver que algunos se han empleado a fondo.

El primero en comparecer hacha dialéctica en mano es Pedro Jota Ramírez, disfrazado en esta ocasión de editorialista —o sea, sin firmar— de El Español. "Iglesias, el pirómano carbonizado" es el título de una colosal colección de bofetadas. Entre ellas, esta que abunda en las metáforas sobre el fuego: "Que el incendiario por excelencia de la democracia española haya perecido incinerado por su propia gasolina es, más que justicia poética, unidad de destino entre revolucionario y obra. Un final a la altura del teatro de escenificaciones grotescas destinadas al consumo rápido televisivo que fue la carrera de Iglesias".

"Iglesias, el ocaso de una burbuja", titula Francisco Marhuenda su ramillete de andanadas contra el líder provisional de Podemos. Como le ha dedicado tantas descargas, esta en particular no resulta de las más biliosas. Les copio y pego el final: "La humillación que ha sufrido de manos de Mónica García demuestra que había otro camino para la izquierda radical sin necesidad de utilizar un lenguaje violento y barriobajero. No era necesario acudir a viejos conceptos trasnochados. La «burbuja mediática» ha finalizado y ahora tendremos que esperar su reinvención, porque Iglesias necesita ser el protagonista y dudo que renuncie a ello".

Para ABC, la tocata y fuga del residente en Galapagar tiene la suficiente enjundia como para dedicarle un editorial completo. Se titula "Iglesias y la democracia sabia". ¿Por qué es sabia la democracia? Porque, aunque tarde, sabe dar la patada a los malos: "El líder de Podemos, el político más destructivo y tóxico en décadas, se va expulsado por la democracia. Con Iglesias se va un político y una política, una forma de entender la cosa pública basada en la crispación, el enfrentamiento civil y el maniqueísmo de la lucha de clases, es decir, las peores excrecencias de la ideología comunista que representaba el exvicepresidente del Gobierno".

En las páginas del vetusto diario, Alberto García Reyes dirige su lanza contra el exvicepresidente: "El mayor costalazo se lo lleva el personaje más inicuo de la vida pública española tras el franquismo, al que Ayuso le ha cortado la coleta para dejarlo como un sansón posmoderno. Iglesias ha conseguido por fin ser el muerto en el entierro y sus exequias limpiarán la sangre del ruedo. Gracias a él se ha producido un avance histórico: la derecha nos ha liberado".

¿Y cómo se iba a perder Jorge Fernández-Díaz el concurso de invectivas contra una de sus peores bestias negras? Aquí lo tienen en primera linea de fuego en su columna de La Razón: "La retirada de Iglesias es importantísima para España por ser el representante de un proyecto comunista bolivariano, engendrado en el Palacio de Miraflores de Caracas que, con semillas de odio, división y enfrentamiento, ha sembrado un guerracivilismo que habrá que restañar".

De vuelta a El Español, nos encontramos con Gari Durán aportando su contribución: "Faltaba el chivo expiatorio. 4 de mayo, el Día de la Expiación en Galapagar. Pablo Iglesias pone fin a su partido personalísimo abandonando a los electores a los que venía a representar. Sin más épica que la nómina a esfuerzo cero ni más ética que el poder sin más. Así era el cielo que venía a asaltar. ¿Se va? Gracias".

Por no hacer interminables los entrecomillados biliosos, nos detenemos en El Confidencial, donde Ignacio Varela escribe lo que van a leer: "En cuanto a Iglesias, emprende el mismo camino que Rivera, tras levantar una polvareda de ilusiones embusteras, arrojar a sus propios partidos por el precipicio de su egomanía y dejar la política española hecha unos zorros. Espero que no sean los últimos: el peor de su especie permanece en la guarida".

Ese "peor de su especie" que decía Varela es el mismo al que se refiere Jesús Cacho en su torrencial filípica en Vózpuli: "Pedro Sánchez es el problema de España, eso sí, es la metástasis de un cáncer que empezó a incubarse con la llegada a Moncloa de un bobo con vistas al campo apellidado Rodríguez Zapatero gracias a unos atentados, 11 de marzo de 2004, que cambiaron el rumbo de España".

A los pies de Ayuso

Y, como les había prometido, dejo para la traca final, las encendidas loas a la lideresa matritense. La primera la firma el presidente de su club de fans en Vózpuli, Miquel Giménez: "El triunfo de este martes permite que otros lugares de España vean que, con la persona indicada y el margen de libertad necesario, se pueden conseguir resultados espectaculares. Sin concesiones, sin timideces, sin el ay, ay, ay que parece que muchos partidos llevan metido en el cuerpo. Solo hay que tener claro qué quieres y explicárselo a la gente. Eso sí, sin tapujos ni enjuagues. Como Ayuso".

Esta es de Cristina Losada en Libertad Digital: "Ayuso supo representar a Madrid, al espíritu que ha animado a tantos madrileños, como a tantos otros españoles, en la batalla contra la epidemia. Ha representado la voluntad de salir adelante en la adversidad, y eso es algo que no puede decirse de muchos de nuestros dirigentes".

Calma, que llega la última. La firma María Jesús Pérez en ABC: "Madrid ya está en marcha. Es más libre para gestionar sus cambios, implementar sus medidas programáticas y con más facilidad bajo acuerdos mínimos. Pero no le sobra ni un día. A Díaz Ayuso le han llamado de todo, lila y lela e incluso capaces de llamarle 'lerele'. Y está de presidenta. Ladran luego cabalgamos. Que cierren al salir".