Atribulado presidente chileno: Le escribo con la banda sonora de nuestro comúnmente admirado Pablo Milanés, en concreto, ese fragmento de Para vivir con sabor a reproche e impotencia: “Muchas veces te dije que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien”. Por descontado que era una idea estupenda elaborar una constitución que sustituyera a la vigente desde los tiempos de Pinochet. Pero un empeño así requería una amplia complicidad. No se consiguió en primera instancia y, tras perder el referéndum, hubo que recurrir a la convocatoria de una asamblea constituyente cuyos resultados no pueden ser más demoledores. Han ganado de calle los pinochetistas sin complejos. Va a ser muy complicado salir de este entuerto.