Al final, no tuvimos que esperar tanto. Fueron exactamente 23 horas las que transcurrieron entre el anuncio del pacto del PSOE y Junts y la comparecencia de Andoni Ortuzar y Pedro Sánchez para anunciar el alcanzado por el PNV y los socialistas.

Ahí estuvo, por cierto, el primer detalle de peso. En la escenificación de los acuerdos con ERC y Junts, el binomio Moncloa-Ferraz estuvo representado por Félix Bolaños y Santos Cerdán, respectivamente. En el caso de ayer fue el aspirante a la investidura en persona el que salió para la firma y las fotos. No fue casualidad.

Claro que la parte verdaderamente sustanciosa fue el anuncio de todo lo que los jeltzales han rascado al ya inminente próximo gobierno español de coalición. Frente a lo que venían proclamando ciertos profetas de mi gremio con sigla adosada de la formación que va a regalar sus votos por la jeró, la cosecha es de mucho empaque.

Ahora hace falta que Sánchez cumpla

Renuncio a enumerar la lista de compromisos que ha adquirido Sánchez con el PNV porque en este mismo diario tienen cumplidísima información al respecto. Sí digo que, salvo error u omisión, son los de más calado que han negociado ambas formaciones desde que Sánchez es presidente del Gobierno español.

Y como estas letras se publican en las dos demarcaciones del sur de Euskal Herria, me complace especialmente comprobar que no todo lo negociado es para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Hay un par de cuestiones de mucha entidad de las que se va a beneficiar Nafarroa. Qué gustirrinín, por cierto, asistir al ataque de cuernos de UPN, acusando a los de Sabin Etxea de “inmiscuirse en el autogobierno” de la comunidad foral. Un “ladran, luego cabalgamos” de libro.

Con todo, me van a perdonar el jarro de agua fría, pero hay una característica de Sánchez que conocemos sobradamente: le cuesta muy poco prometer, pero mucho cumplir. No es la primera vez que el mismo PNV le ha tenido que mandar al sablista al cobrador del frac. Y ni por esas. Tanto, que dos o tres de los compromisos ya estuvieron en anteriores mesas de negociación. Esperemos que esta vez sí se ate en corto al moroso.