ERA el juego más popular del medievo y del Renacimiento. El juego que cautivó a nobles y plebeyos. El que acaparó los espacios deportivos de los primeros periódicos escritos. El que concitó glosas literarias, el que redactó los primeros reglamentos deportivos. También aquel que provocó acuerdos municipales de prohibición o de exaltación, que unió a europeos cuando no se mataban en la guerra.

El viejo jeu de paume (juego a largo) tendrá el próximo 12 de septiembre una cita con la historia en la ciudad de Valencia. Allí, en su plaza mayor, en un escenario único, los mejores jugadores europeos dirimirán el título que proclamará la mejor selección del continente.

Se rendirá homenaje a la propia historia europea. Definitivamente el juego de pelota reivindica su papel vertebrador de pueblos y regiones. Cuando el juez indique quien ha ganado el quince y quien ganó la chaza, no hará sino revivir los duelos que apasionaron hace cientos de años a las gentes de una Europa que ya tenía conciencia de su unidad como continente.

El juego más popular

Jugado entre nobles y villanos

El viejo juego de pelota, antecesor del actual tenis (el tanteo por quinces proviene del jeu de paume) se extendía por las calles de las principales ciudades europeas allá por la Baja Edad Media. Hay citas, muchas citas que lo certifican. Hay incluso prohibiciones. Sin duda era el deporte más popular de la época. Era el juego preferido de la nobleza francesa, con decenas de trinquets (canchas de pelota) en la ciudad de París, en el siglo XV.

De hecho, los inicios de la Revolución Francesa (siglo XVIII) están especialmente vinculados a este deporte. La Asamblea General se reunió en un trinquete francés. El humanista valenciano Luis Vives, del siglo XVI, escribe en sus Diálogos las diferencias entre los trinquetes parisinos y valencianos. En el siglo XIV hay numerosos documentos en el ducado de Borgoña sobre la existencia del jeu de paume. Los nobles lo jugaban en recintos cerrados. Los villanos, en calles y plazas.

Los inicios

Orígenes confusos

Exactamente igual que se jugará el próximo Campeonato de Europa en tierras valencianas, en una ciudad donde se prohibió el juego por primera vez en 1392. No estaba bien visto por la autoridad. A lo largo de los siglos hubo más prohibiciones, prueba de que pocos hicieron caso a esas limitaciones legales.

El origen del juego de pelota es confuso. Los investigadores pretenden remontarlo al juego griego denominado feninde. Quizás porque una reproducción de un friso encontrado a principios del siglo XX en Atenas tiene semejanzas con el juego a largo de pelota que hoy se conserva en algunas regiones europeas y americanas.

Extensión

Con los frailes navarros, a América

De hecho, el trofeo que proclama al mejor jugador en tierras valencianas es una reproducción en bronce de aquel mismo friso. Los romanos acabarían extendiendo la feninde por toda Europa. Y los españoles, especialmente los frailes vasco-navarros, harían lo propio por tierras americanas. Es posible. Sólo así puede entenderse que en la vieja Galia, o en Hispania, en territorios italianos, belgas, holandeses se mantenga un deporte que conserva el tanteo por quinces, el uso de las viejas chazas, de las que dieron buena cuenta escritores del Siglo de Oro castellano, sobreviviendo a siglos de indiferencias, cambios políticos, así como a revoluciones y costumbres.

Una verdadera reliquia de la Europa medieval, que unirá a gentes de La Picardía, Flandes, Frisia, Liguria, Inglaterra o Valencia en una competición deportiva que trasciende el hecho lúdico para adentrarse en la cultura popular heredada de siglos remotos.

Notoriedad

Una modalidad presente en los Juegos Olímpicos de 1908

La plaza central de Valencia será el escenario de la gran final de la más vieja modalidad de la pelota a mano. El juego de pelota a largo, la longue paume francesa. Pocos saben que este juego, al igual que la courte paume y que la balle au tamis concursaron en las primeras olimpiadas del París de 1908, coincidentes con la Exposición Universal de ese año.

No es de extrañar que desde la CIJB (Confederation Internationale des Jeux de Balle, Confederación Internacional de Juegos de Pelota) -organización que ya aglutina a 18 países de Europa y América y que pronto extenderá su presencia por los continentes de Asia y Oceanía- se proponga con decisión caminar hacia el reconocimiento olímpico. Hasta ahora, solamente el atletismo puede presumir de ser tan antiguo como el juego de pelota.