PAMPLONA. No han pasado ni 48 horas desde que sonó la última bocina de la excepcional temporada del Grupo Iruña cuando la Junta Directiva ya está trabajando. La prioridad, ahora mismo, no es otra que conseguir la continuidad de Ángel González Jareño y cerrar los flecos pendientes con un patrocinador, Planasa, que ya está atado. Después de ello, se atacará el futuro de la plantilla.

Es lógico que la directiva de Basket Navarra quiera moverse rápido. La temporada pasada sufrió la desbandada de jugadores y ésta quiere que no ocurra, por lo que ya se ha empezado a mover. Antes que nada, todos los esfuerzos están en cerrar la renovación de Ángel Jareño. Por supuesto, los mandamases del club están en sintonía con el pensamiento de la grada y quieren que el técnico continúe después de estas dos temporadas en las que casi se podría decir que ha obrado dos milagros.

Por otra parte, el técnico madrileño ya ha manifestado públicamente en varias ocasiones que está muy a gusto aquí y que le encantaría seguir. Ahora falta que las dos partes lleguen a un acuerdo para que Jareño cumpla su tercera temporada en Pamplona (se convertiría en el entrenador más longevo de la corta historia del club).

Una vez se llegue a ese acuerdo con Jareño o, en caso de no lograrlo, con otro entrenador, se comenzará a dar forma a la plantilla, aunque ya hay cosas claras. La directiva quiere conservar al completo el bloque navarro. Como ya pasó el verano pasado, será complicado. Iñaki Narros vuelve a ser una pieza cotizada en el mercado y Mikel Úriz se ha revalorizado muchísimo tras su buena temporada. Además, Sanz y Antón también acaban contrato. De cualquier forma, el club desea la continuidad de los cuatro. Pero no solo de ellos, también de una pieza básica esta campaña: Ondrej Starosta. El checo ha dado un rendimiento muy por encima de sus últimas temporadas y se ha involucrado tanto en el proyecto como para que tras la eliminación en semifinales se le viese muy afectado. Buena parte del mérito del gran rendimiento del equipo ha pasado por las manos del pívot que, además, se ha hecho con el cariño de la grada.

Por otra parte, hay dos jugadores con contrato: Jorge García y Víctor Pérez. La Secretaría Técnica valorará con ellos la temporada y su futuro, por lo que no se sabe que pasará. Mientras, Kevin Langford y Óscar Raya también acaban contrato y hay muchas posibilidades de que no sigan. En el caso del pívot catalán, el club navarro está encantado con él, pero entienden que el jugador quiera tener minutos para crecer cosa que aquí no ha tenido. Por último, Rakocevic volverá al Cai, club al que pertenece, tras su cesión.

futuro patrocinio Eso en la vertiente deportiva. En la institucional, el club anunció ayer que ya ha cerrado un patrocinio con la empresa navarra Planasa, aunque faltan por concretar algunos flecos. El aporte de esta empresa afincada en Valtierra se asemejará, con unos variables, al que daba Grupo Iruña, aunque un poco más baja. Esto puede ser una cantidad base de 200.000 euros que puede subir con esos variables. La constructora, uno de los principales apoyos del club en su existencia y con la que se dio el salto a lo que hoy es el equipo, seguirá colaborando con el club (de hecho su logo saldrá con toda seguridad en la equipación) pero con una aportación casi simbólica. Quién sí mantendrá la aportación actual es Incita, quién ya ha comunicado al club que sigue en el proyecto.

Así pues, Planasa pasará a ser el patrocinador del equipo y formará parte del nombre de éste si no se tuerce nada por 3 años. Por eso, con esta y otras aportaciones, la viabilidad del club está asegurada aunque el presupuesto, si no surgen más apoyos, se verá ligeramente disminuido por la reducción en ayudas, por ejemplo. Además, como patrocinador, tendrá una persona que asistirá a las juntas, pero que en ningún caso tendrá derecho a voto, simplemente de consejero. Uno de los flecos que todavía se debate es el color de la camiseta. La empresa quiere que sea verde, como el color de su marca, y casi seguro será así, pero desde la Junta se está luchando por mantener el rojo característico de alguna manera, por lo que todavía no está decidido cómo será.

Por último, en la intención que tiene el club de seguir creciendo, hace pocas fechas cerró un acuerdo de colaboración con Ardoi en el que ambos clubes se apoyarán mutuamente y puede suponer un punto de inicio para que Basket Navarra pueda ceder jóvenes a otro equipo en el que formarse como hasta ahora no han podido.