La victoria de Steffi Graf es una sorpresa relativa, porque lagermana (nacida en Mannheim, República Federal Alemana, el 14de junio de 1969) lleva una trayectoria de ensueño: 102 triunfosy solo 6 derrotas en los dos últimos años, y una racha de 39victorias consecutivas (la 39ª es, precisamente, el éxito enRoland Garros).
En un tenis femenino marcado por los duelos entre las veteranasMartina Navratilova (30 años en ese momento) y Chris Evert (32),de repente surge una jugadora capaz de luchar por la victoriaen cualquier torneo.
En Roland Garros 1987 todavía se sabe muy poco de Graf, sololo que su trayectoria deportiva permite conocer: que se manejaigual de bien en tierra batida (antes de esa cita parisina haganado ocho torneos) que en pistas duras (ha ganado seis veces);que puede con cualquier rival -ya sabe qué es vencer a todaslas jugadoras del Top 10, incluidas Navratilova, Sabatini, Evert,Maleeva y Sukova-; que su fuerte es el drive (dentro, claro está,de un juego muy completo); y que su timidez es proverbial, asícomo su educación con los jueces y las adversarias.
Graff gana en París y no es flor de un día, sino que ha llegadopara quedarse: aunque no gana en 1987 ningún torneo más de GrandSlam (pierde ante Navratilova en las finales de Wimbledon y EstadosUnidos), en 1988 hace historia al ganar los cuatro torneos. Esdecir, consigue lo que precisamente se llama Grand Slam, algoque solo se ha logrado seis veces en la historia del tenis, yque solo ella ha podido obtener desde 1970.
En concreto, sus predecesores son: Don Budge (1938), MaureenConnolly (1953), Rod Laver (1962 y 1969) y Margaret Smith Court(1970).
Por culpa de varias lesiones consecutivas, Graf se retiró en1999, después de ocho años siendo número uno del ránking mundial(acumuló un total de 337 semanas al frente de la clasificación)y cuando aún era la tercera del mundo. Dos años después se casócon el tenista estadounidense Andre Agassi, con el que ha tenidodos hijos.