Perico gana en Estella
El segoviano, enrolado en las filas del equipo reynolds, sucedía a Miguel induráin en el palmarés del Gran PRemio de Navarra
Perico Delgado dio lustre al Gran Premio de Navarra, la carrera que ahora se conoce como Gran Premio Miguel Induráin, en la 20ª edición de la prueba. El segoviano se impuso por primera vez en Estella hace 25 años y, aunque repitió victoria dos después, el 2 de abril de 1988 dio una auténtica lección con un triunfo casi en solitario, solo amenazado en los últimos metros por Ángel Camarillo, del equipo Teka.
El equipo Reynolds quería revalidar en 1988 el triunfo que obtuvo en la prueba estellesa un año antes. Y Perico respondió como un auténtico jefe de filas a la confianza que sus técnicos y gregarios depositaron en él para convertirse en el sucesor de Miguel Induráin en el palmarés de la prueba. El villavés había ganado el Gran Premio de Navarra en 1987 y para entonces ya apuntaba maneras, sobre todo en sus tres participaciones en el Tour del Porvenir (triunfos de etapa en 1984 y 1985, a los que sumó la general final un año después). Pero todavía no era una figura de la talla de Perico Delgado, auténtico adalid del ciclismo español en aquellos años. Antes de ganar en Estella por primera vez, el segoviano ya se había llevado un par de victorias de etapa en el Tour de Francia (en 1985 y 1986) y también sabía lo que era ganar la Vuelta a España (1986). Es por eso que el triunfo de Delgado en la 20ª edición del Gran Premio de Navarra dio lustre a la carrera, aunque nada comparable con su victoria en Estella un par de años después, en 1990, cuando Perico ya había subido a lo más alto del podio de París en el Tour del 88.
Lo cierto es que aquel 2 de abril de hace 25 años, el equipo Reynolds, capitaneado en Estella por Eusebio Unzué como técnico, planificó una estrategia de carrera perfecta que Perico Delgado supo rematar de una manera genial. El segoviano asestó el golpe definitivo al grupo cabecero en los últimos metros de la prueba. Aprovechó un repecho para demarrar y acumular la ventaja suficiente para hacerse con el triunfo. No fue sencillo porque Ángel Camarillo salió a por Delgado, pero no tuvo espacio, ni tiempo ni fuerzas suficientes para adelantar al segoviano. Ambos cruzaron la línea de meta con el mismo tiempo, pero Perico lo hizo en primera posición. "Era muy importante el triunfo de Reynolds en Estella", admitió el segoviano tras su victoria. Y es que el equipo navarro corría en casa. Como un año antes, en 1987, cuando Miguel Induráin también ganó en la Ciudad del Ega.