mucho se ha hablado de los defectos de la selección española en Brasil y muy poco de lo bien que lo hicieron holandeses y chilenos ante el equipo de Del Bosque. La Chile dirigida por el argentino Jorge Sampaoli ha demostrado ser un equipo con mucha personalidad. Le da igual contra quién juegue que repite el mismo dibujo táctico: Un 1-5-2-1-2 en fase defensiva caracterizada por una presión alta e intensa y una predisposición a acosar al rival de la que participa todo el equipo, que se convierte en un 1-3-4-1-2 cuando la roja sudamericana está en posesión de la pelota. En cuanto al estilo, ante España practicó un fútbol más directo buscando constantemente a sus delanteros Vargas y especialmente a Alexis Sánchez, muy activo en desmarques y duelos aéreos, y que en su país actúa de protagonista principal. Sin embargo, frente a Holanda intentó sacar todas las pelotas jugadas en corto desde la defensa aunque tuvo muchos problemas para desarrollar un ataque posicional fluido. Los chilenos tendrán que tener cuidado en las acciones a balón parado defensivas ya que la falta de altura de la mayoría de sus futbolistas le puede penalizar ante el poderío aéreo de los brasileños.

El autor es entrenador nacional