pamplona - En el primero picó el balón, en el segundo se inventó una espectacular vaselina con efecto y en el tercero controló con la izquierda y disparó a la salida del portero. Juan Carlos Delgado Fernández, más conocido como Carlitos, fue el artífice en la última jornada en casa de un hat-trick, tres goles de una bella factura además que, junto al gol de Javi Eseverri, contribuyeron a obtener una importante victoria del Magna Navarra sobre el Burela.

El ala-pívot gaditano (31/08/1987) atraviesa un gran momento en el conjunto de Irurtzun, donde cumple su quinta temporada. Con 13 goles, es el segundo máximo artillero del equipo, solo por detrás del eterno capitán, Javi Eseverri, líder con 15. En las últimas nueve jornadas ha marcado en seis y precisamente diez de su 13 tantos han sido en estos seis partidos. Se encuentra, como se suele decir, en estado de gracia. “Estoy muy contento, la verdad. Al inicio de temporada me encontraba bajo de ánimo. No por nada familiar ni así, sino porque no me salían las cosas, y se me metió en la cabeza. El parón de Navidad me vino muy bien, bajé a mi tierra, me despejé un poco y desde entonces la línea va ascendiendo. Esperemos que siga así y que pueda ayudar al equipo”, sostiene.

No es la primera vez que Carlitos marca un hat-trick este curso. En Lugo lo saben bien, después de endosarles tres de los nueves goles, lo que demuestra que se le dan bastante bien los equipos gallegos. El gaditano es ambicioso y confía en que el de Burela no sea el último. “No es tan fácil anotar tres goles en un mismo partido, pero esperemos seguir metiendo de tres en tres. De todas formas yo voy a estar igual de contento si el equipo gana, aunque yo no marque”, subraya.

El ala-pívot del Xota está en lo cierto. Disfrutar de un hat-trick es complicado, sobre todo si toca un partido como el del viernes pasado ante el Burela, en el que balón parecía no querer entrar, a pesar de las innumerables ocasiones. Aún así, el gaditano reconoce que fue el encuentro “en el que más cómodo” se sintió y en el que marcó “tres de los goles más bonitos que he metido”.

Si hay un gol con el que se queda es el segundo. Una perfecta vaselina con efecto, con su pie izquierdo, que maravilló al público del pabellón Anaitasuna. Aunque no es casualidad que saliera así. “En los entrenamientos, donde siempre estamos de cachondeo, intento anotar siempre de vaselina. Desde pequeño es uno de mis puntos fuertes. Siempre tiraba y no llegaba, así que optaba por picarla. De esta forma me siento más cómodo”, explica el gaditano, con el gracejo andaluz que le caracteriza. La Liga consideró este tanto como el segundo gol de la jornada y, como el resto de los marca, se lo dedicó a sus dos amores: su mujer y su hija Natalia, de 6 años. “Miro hacia donde están ellas y se los dedico. Soy más feliz cuando las veo saltar y disfrutar”, manifiesta.

El año pasado, Carlitos renovó con el Xota, equipo en el que se siente muy integrado. “La gente desde el principio me demostró un cariño especial. Ya soy incluso medio navarro. Me han dicho que el frío es bueno para el cutis así que, si el club quiere, espero seguir mucho tiempo aquí”, confía.

Este sábado, el Magna buscará la victoria en la difícil cancha del Peñíscola, donde han caído algunos de los grandes. Carlitos desea que el equipo traiga los tres puntos de vuelta a Navarra, “ya que tenemos armas para sacar este partido adelante”. Pero en su mente, además del triunfo, el objetivo personal de seguir contribuyendo con sus goles. De tres en tres, mejor. Con ambición. “¿A qué rival me gustaría marcar otro hat-trick? A todos”, responde entre risas.