PAMPLONA - Sara Armendáriz no tuvo elección. Sus perros necesitaban entrenarse. Así, tomó las riendas de su trineo y se inscribió en la Soria Unlimited. Lo que empezó siendo una obligación terminó convirtiéndose en un triunfo: la navarra terminó el torneo internacional en el segundo peldaño del podio.
¿Qué sabor le dejó la Soria Unlimited?
-Estoy muy contenta. El primer día acabé algo fastidiada por haberme perdido, hice 20 kilómetros de más y me metieron los equipos una hora, pero fui remontando y de seis etapas logré cuatro victorias. No puedo quejarme y estoy supercontenta.
¿Desde cuándo le viene esta afición?
-Llevo ya 20 años en esto, pero esta ha sido mi primera carrera, nunca antes había competido. El tema de competir no me gusta demasiado, pero entrenar y salir con los perros me gusta de siempre y lo disfruto mucho.
¿Por qué decidió dar el salto?
-Fue un poco por casualidad. Teníamos los perros y tenían que correr de alguna manera, los ofrecimos a algunos musher por si querían correr con ellos, pero no pudieron y no me quedó otra. De rebote me tocó a mí, pero estoy supersatisfecha de haberla corrido porque no me lo tomé como una competición, fui para disfrutar y me salió bien.
¿Influye el sexo en este tipo de competiciones?
-Aquí no te cuenta si eres hombre o mujer. Lo que valen son los perros, pero el hecho de haber sido la primera mujer, eso ya no me lo quita nadie. Espero que alguna más se anime a correrla a partir de ahora.
¿Es común la participación de mujeres en estas pruebas?
-Hay muchas mujeres que hacen mushing. No somos ‘las raras’, lo que pasa es que este tipo de carreras de media distancia son un poco duras y las mujeres todavía no se han animado; prefieren ir más tranquilas.
¿Hasta qué punto son importantes los perros?
-El musher, que es el que va encima del trineo, también tiene su parte de responsabilidad porque tienes que manejar bien los perros y conducir bien el trineo. Es un conjunto de todo, del musher y de los perros, pero está claro que ellos también tienen una responsabilidad importante.
¿Qué preparación lleva un musher para estos torneos?
-Físicamente tampoco estoy muy entrenada. Vas cogiendo fondo porque entrenas por tu cuenta como cualquier otro deportista, y también con los perros. Quieras que no vas cogiendo fondo porque subes y bajas a la montaña, subes cuestas... vas mejorando el estado físico, pero tampoco me he pegado una currada, soy un poco vagueta (risas). Sí que es cierto que si estás muy bien preparado, ayudas a los perros y tienes más opciones de hacerlo bien en competición.
¿También se prepara con los perros?
-Sí, lo hacemos montados en el trineo cuando hay nieve, y cuando no la hay tienes que engancharlos en el quad o en el buggy o lo que tengas para entrenar porque ellos también necesitan estar preparados.
¿Tienen el mismo cuidado que cualquier otro can?
-Son perros, pero nosotros los tenemos casi como atletas. Tienen una alimentación precisa, un entreno concreto y les ayudamos con aportes. Al final, son como atletas y tienes que entrenarlos y cuidarlos para que luego en la carrera te rindan como cualquier deportista que quiera hacer algo en una competición.
¿Son suyos?
-Sí, son de casa. En el quenel (perrera) ahora tenemos a 16 adultos y un cachorrillo de ocho meses. En esta carrera competí con mis perros.
Usted reside en Soria...
-Sí, ahora estoy viviendo en Vinuesa. Aquí tenemos a nuestros perros y entrenamos por los montes de los alrededores, que es parte de donde ha sido la carrera. No conocía todas las partes del circuito, pero otras zonas sí que formaban parte de mi entrenamiento. En Navarra hay sitios donde se puede entrenar, pero Soria es una de las zonas privilegiadas para hacer mushing porque nadie te pone pegas, somos compatibles todos con todos, las motos de nieve con los esquiadores y nos respetamos. Soria es un paraíso para practicar este deporte.
¿Le veremos en alguna otra competición?
-No creo, de momento con esta ya me vale (risas). Además, será difícil repetir este triunfo. Ha sido competir de casualidad, pero no es algo que vaya conmigo. Prefiero salir y pasármelo bien con los amigos.