Basket Navarra64

Xuven Cambados86

BASKET NAVARRA Calvo (5), Davis (14), Narros (20), García (12), Koné (6) -quinteto inicial- Cruz (2), Yárnoz, Cadot (5).

XUVEN CAMBADOS Estévez (21), Paz, Barros (13), Poyatos (16), Martín (4) -quinteto inicial-, Bello, Reginald (10), Villarejo (19).

Parciales 18-14, 11-22, 16-16, 19-34.

Árbitros Zafra Guerra y Zamora Rodríguez. Sin expulsados.

Estadio Universitario ante 500 personas.

Jon Aristu

pamplona - Basket Navarra completó ayer un nefasto partido ante un rival de la zona baja de la clasificación que jugó como quiso durante, prácticamente, todo el encuentro. Los navarros, con la de ayer, acumulan tres citas consecutivas en casa sin ganar, pero lo que más preocupa es la imagen que ofrece el equipo en cuanto el rival le pone en apuros. Los asistentes al Pabellón Universitario pudieron ver a una plantilla sin alma y a un entrenador sin recursos para salir de los momentos de agobio.

A partir del segundo cuarto, los visitantes decidieron dejar tirar desde el perímetro a los locales y estos cayeron en la trampa y no renunciaron a lanzar, a pesar de no tener el acierto suficiente. De ello se aprovecharon los de amarillo para coger el rebote y salir al contraataque a su gusto.

Esta fue la tónica del partido, ya que Basket Navarra no supo encontrar la solución y continuó lanzando hasta fallar treinta triples durante los 40 minutos.

Fue Xuven Cambados quien llevó el ritmo del encuentro. Cuando en el tercer cuarto los locales se acercaron a dos puntos, al entrenador visitante le sirvió con parar el partido para volver a sorprender a un inocente BNC.

David Mangas probó a subir la línea defensiva, pero los gallegos la superaron con una facilidad abrumadora. El entrenador no fue capaz de dar con la solución. Los jugadores, desganados, no movieron el balón con criterio y ofrecieron una vergonzosa imagen. Cada canasta que encajaban suponía un latigazo para la moral de los navarros y, con esa fragilidad, resulta imposible darle la vuelta a un resultado adverso.

El equipo acumula tantas victorias como derrotas a falta de ocho jornadas para que finalice la Liga regular. A priori, Basket Navarra tiene plantilla suficiente como para sumar muchas más victorias que derrotas y, a estas alturas de la competición, los rojos no dan ninguna seguridad cuando saltan a la cancha.

Ya son varios los partidos en los que los navarros han ido a remolque de su rival y, ayer, jugaron a un nivel que, de repetirse, peligraría su presencia en la fase final, algo que supondría un fracaso mayúsculo para una temporada en la que los objetivos parecían apuntar más alto que a una simple clasificación para play off.