nueva york - Bianca Andreescu, la joven canadiense que ha irrumpido con fuerza en el mundo del tenis, consiguió hacerse ayer con su primer título de Grand Slam al vencer a Serena Williams en la final del Abierto de Estados Unidos en un encuentro que ganó en una hora y 40 minutos por 6-3 y 7-5.

Andreescu, con casi la mitad de años que Williams, consiguió descolocar a su contrincante con su templanza y su juego variado, ante el que la estadounidense reaccionó inicialmente con un torrente de errores para lucir luego su habitual potencia, que llegó demasiado tarde como para ganar el encuentro.

La adolescente, de 19 años, que se estrenaba en una final de Grand Slam, jugó con la agresividad característica de quien no tiene nada que perder, rompiendo el primer servicio de Williams al tomar la iniciativa en el ataque con dejadas.

El sufrimiento de Williams era palpable en el séptimo juego del encuentro, cuando le costó más de 10 minutos evitar que Andreescu le rompiera de nuevo el servicio, y todavía más cuando perdió el primer set con una doble falta.

Cuando Andreescu parecía ya tener el partido ganado, varios errores de la canadiense dieron esperanza a Williams, y sobre todo al público neoyorquino del Arthur Ashe.

La gran presión para cerrar el partido hizo mella en la joven tenista, que llegó a contar con 4 juegos de ventaja, y que al final lo zanjó con un marcador más ajustado: 7-5.

Con este partido, Williams aspiraba a llegar hasta los 24 títulos de Grand Slam, de manera que igualaba a la australiana Margaret Court, en el que suponía su cuarto intento desde alcanzar este récord desde que ganara su último gran título en 2017.

“Bianca ha jugado un partido increíble, estoy muy orgullosa de ti y feliz por ti”, afirmó Williams, que dijo además sentirse “muy honrada” de estar compitiendo al más alto nivel en el tenis durante más de 20 años.

Por su parte, Andreescu aseguró haber “trabajado muy duro para este momento”, y subrayó que “ha sido un sueño hecho realidad jugar en este escenario contra Serena”.

“Intenté prepararme lo mejor que pude, como con todos los partidos, y no enfocarme en quién iba a ser mi rival, y estoy muy orgullosa de cómo lo he manejado todo”, dijo la canadiense. - Efe