Iker Vicente: “Estos últimos años han sido malos, pero la aizkora está remontando muy bien”

P: ¿Qué se siente al haber conseguido la 9ª txapela en Navarra? 

R: La verdad que estoy muy contento de haberla conseguido, al final para eso es por lo que entreno tantas horas, así que es una enorme ilusión. También, que mi nombre pueda estar en lo más alto es un orgullo y una satisfacción enorme.

P: Está a una txapela de igualar a su ídolo Mikel Mindegia, ¿algún día soñó en llegar hasta este momento?

R: Cuando yo era pequeño siempre veía que Mikel competía contra mi padre, para mí siempre era como mi ídolo. Para mí es un orgullo estar entre todos estos nombres. Nunca pensé que poría haber llegado hasta aquí y haber ganado tantas txapelas. Mi padre y Mikel son de la misma quinta, cuando iba a verle a mi aita siempre me fijaba en cómo cortaba.

P: ¿Cuál ha sido el campeonato más duro que ha tenido este año?

R: El campeonato más duro que he tenido físicamente ha sido la Copa de Oro de Donosti. Ahí estuvieron mis máximos rivales Txikia y Larrañaga que apretaron mucho. Ahí fue muy exigente ese campeonato, pero el más importante ha sido el de Euskal Herria. Este año fue una pena porque ellos no pudieron estar y me hubiese gustado mucho haber competido contra ellos, contra los mejores. Dentro de dos años nos podremos volver a medir.

P: ¿Qué aizkolaris diría que están haciéndolo muy bien?

R: Mi mayor rival estos últimos años ha sido Larrañaga. Han sido muchas peleas en un montón de campeonatos. Andábamos ahí siempre primero y segundo normalmente. Este último año Txikia ha dado un paso muy grande hacia delante y está muy fuerte, hoy en día para ganarle hay que hacer las cosas perfectas y aún así no se le puede ganar, es muy difícil pillarle la delantera.

P: ¿Cuál es la situación actual de la aizkora? ¿Ya se puede vivir de ello?

R: Durante el COVID, en el Campeonato de Euskal Herria hubo algún jaleo con la Federación y los 20 mejores aizkolaris del momento nos fuimos de la Federación, ellos nos bajaron a Tercera. Yo volví a jugar los campeonatos de la federación y estoy ya en Primera, pero los que son mejores no están. Bihurri es un joven que viene muy fuerte y faltan muchos aizkolaris que darían mucho nivel. El otro día la madera era dura y se abrieron las ventajas. En cuanto a los entrenamientos; hago 6 días a la semana, dos trabajo fuerza, dos trabajo resistencia, otros dos solo cortar. Cada semana son cargas diferentes, unas duras y otras no tanto, pero es muy importante entrenar.

P: ¿Cómo hace para sacar tanta ventaja a sus rivales?

R: Tampoco diría que estoy muy por encima de los rivales. Hay aizkolaris que son muy duros de competir. Cuando me pongo a la par de Txikia y Larrañaga me cuesta mucho.

P: ¿Cómo valora este 2023?

R: Ha sido un buen año, he conseguido llegar a todas las finales. He estado todo el año regular y eso es bueno. Concretamente, las finales importantes de Euskadi y Navarra. Estoy muy satisfecho con el segundo puesto que conseguí en el Mundial de Australia. Ha sido un año muy bueno. Encima, lo de Australia no fue fácil, en otros países se compite a un solo tronco, ya que tienen la modalidad de sprinter. 

P: Con la edad que tiene y con todos los logros que ha conseguido, ¿dónde está el techo?

R: Yo soy de ponerme metas a corto plazo. Cuando conseguí la primera txapela esa era mi meta y ese era mi primer objetivo o mi sueño de algún día poder conseguir un Campeonato de Euskal Herria. Cuando gano un campeonato ya estoy pensando en el siguiente. Ahora estoy pensando en descansar, ya que la temporada siguiente tengo que hacer buenos campeonatos. Intentaré ganar una txapela más y tirar hacia delante para ganar las máximas posibles.

P: ¿Cómo está la situación actual de la aizkora?

R: Cada vez se puede vivir más de ello. El deporte esta muy vivo, cada vez hay gente joven que corta, así que mientras haya buena cantera el deporte va tirar siempre hacia delante. También es verdad que los años del COVID le han hecho mucho daño. Los campeonatos se han perdido, ha habido jaleos, han bajado mucho las exhibiciones y fueron años difíciles. Lo mejor es que ahora se ha remontado y creo que se está haciendo bien. En cuanto a patrocinios hay que buscarse cada uno la vida con unos patrocinadores decentes. Lo bueno que tenemos es que salimos mucho en televisión teniendo minutos y eso es una suerte. Si eres de la punta podrás vivir de ello, pero es difícil también, ya que nada viene solo en un deporte tan individual. En la aizkora hay que minimizar gastos y conseguir patrocinadores tú mismo.

P: ¿Cuál es su técnica?

R: Cada competición y cada madera es un mundo dependiendo mucho de las hachas que tiene cada uno y cómo se las prepara. Es libre, pero también hay que acertar con el tipo de hacha. Este deporte es muy técnico y hay que tener muy en cuenta la madera. 

P: ¿Volverá a Australia?

R: Volver a Australia está dentro de mis planes. Tengo que tener en cuenta muchos aspectos, ya que todo me lo tengo que pagar yo. Australia es muy caro: las inscripciones, los vuelos, la estancia, la herramienta para llevar allá me cuesta mucho dinero. Tengo que ver un poco cómo va todo. 

P: ¿Ha habido momentos malos estos últimos años?

R: Tienes momentos buenos y malos, el deporte a veces es cruel, lo que tengo claro es que para tener momentos buenos hay que pasar muchos malos. Sobre todo estos tres años últimos no han sido muy buenos, muchos jaleos entre federaciones, empresas, etc. Pero al final es lo que te gusta, lo que te llena. Un momento bueno vale contra muchos malos.

P: ¿Cómo llegan las generaciones?

R: Hay mucha cantera, vienen muchos buenos aizkolaris, eso enriquece y si hay muchos vendrán buenos. 

P: ¿Cómo ve Iker el futuro y qué le gustaría hacer dentro de este mundo que tanto le apasiona?

R: Me he críado en este mundo y me gusta mucho. La sabiduría que tengo hasta ahora y todo lo que pueda aprender me gustaría trasladarla a futuros campeones. Mi primo tiene 15 años y ya corta. Quiero aportar todo lo que pueda a este deporte. En cuanto a mi futuro, ojalá pueda estar muchos años y mientras las lesiones me respeten estaré ahí. Espero aguantar tanto como los demás.