Bronce agridulce en la final de rutina libre por equipos en Singapur
Es el tercer metal que logra el combinado español durante los Mundiales
La natación artística española prolongó su pleno en los Mundiales de Singapur y subió por tercera vez al podio en las tres finales disputadas hasta el momento tras colgarse la medalla de bronce en la rutina libre por equipos.
Un incuestionable éxito que no sirvió, sin embargo, para eliminar el regusto amargo que dejó el tercer puesto en una final en la que España aspiraba, al menos, a repetir la segunda plaza en la que cerró la preliminar.
Pero una inoportuna marca base en el penúltimo de los elementos, un híbrido, condenó al conjunto español, integrado por Cristina Arámbula, Txell Ferré, Marina García, Dennis González, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Sara Saldaña e Iris Tió, a una nota final de 321,1328 puntos.
Insuficiente no sólo ya para discutir el oro a la inalcanzable China, que encadenó su cuarto título mundial consecutivo con una puntuación de 348,4779, sino para defender la segunda plaza ante Japón, que arrebató la plata al equipo español con una calificación de 334,7232 unidades.
Una pequeña decepción que no debe ocultar el paso adelante dado por España, que volvió a subir, doce años después, a un podio mundialista en una final de la rutina libre por conjuntos, con la llegada de la entrenadora Andrea Fuentes.
La nueva seleccionadora devolvió al conjunto nacional el carácter innovador que durante tantos años definió a la natación artística española con ejercicios plagados de riesgo y creatividad. Una coreografía con la que España, como explicó la propia Andrea Fuentes, quería representar “esa parte de la mente que se libera de lo convencional y se atreve a ser uno mismo dejando atrás barreras sociales”, expresó la entrenadora.