Reaccionar a tiempo y además hacerlo de una manera acertada es esencial a la hora de enfrentarse a un accidente de tráfico. Por el contrario, no saber reaccionar o no hacerlo a tiempo puede resultar perjudicial para los involucrados. Es normal sentirse sobrepasados por las emociones y tomar decisiones precipitadas, pero los expertos aconsejan a los conductores que mantengan la calma y la tranquilidad a la hora de lidiar con la situación. En este sentido, tener claro cuál es el protocolo de actuación ante un siniestro puede ayudar a atender de manera más rápida y efectiva todos los factores que hay que controlar si se da esta situación en carretera.

1. Detén el vehículo

Es el primer paso. Inmediatamente después de un accidente o colisión, intenta detener el vehículo y apagar el motor lo antes posible. No hacerlo podría causar más daños y además, supone un delito penal.

2. Mantén la calma

Cuando nuestro cuerpo se expone a una situación traumática, la frecuencia cardíaca se acelera, las extremidades tiemblan, aparecen sudores fríos y se tensionan los músculos, entre otros síntomas. Para iniciar el proceso de control de la situación, es primordial tener una buena respiración abdominal que nos permita tomar aire por la nariz, llevándolo a la zona baja de los pulmones y explulsándolode manera pausada por la boca. De esta manera, garantizaremos una mayor ventilación y aseguraremos una cantidad adecuada de oxígeno al cerebro para estar mejor preparados en la toma de decisiones.

3. Identifica signos de alarma

Garantizar la seguridad propia y la de los pasajeros es primordial tras un accidente de tráfico. Aunque parezca que no hay lesiones inmediatas o aparentes, estas podrían aparecer horas después. Tras un accidente, los niveles de adrenalina son elevados y es fácil preocuparse por el coche, pero la seguridad de los que están dentro del vehículo debe ser la máxima prioridad.

4. Protege, avisa y socorre

El protocolo PAS (Proteger, avisar y socorrer) es lo primero que hay que aplicar en caso de sufrir una colisión y no estar herido (o, al menos, no grave). De esta manera, estando fuera de peligro, habrá que avisar a los servicios de emergencia y alejar del peligro a los heridos que no puedan hacerlo por su propio pie, llevándolos a un sitio seguro.

Proteger el lugar del accidente: Sin comprometer nuestra vida se debe asegurar la zona del accidente para evitar que éste sea más grave o que se produzca un nuevo accidente. La seguridad es básica.

Avisar a los servicios de emergencia: Hay que pedir ayuda rápidamente a los servicios de emergencia llamando al «112». Debemos ser concisos y precisos en nuestras indicaciones, pues el tiempo es fundamental.

Socorrer a las víctimas: Una vez que la zona esté asegurada y los servicios de emergencia estén es camino, es prioritario ayudar a los accidentados. Solo ayuda en la medida que estés seguro de lo que estas haciendo, recuerda que vienen profesionales en camino, si no sabes de primeros auxilios, el hablar para animar, para dar seguridad o tranquilidad es el mejor soporte en cuanto llegue el personal de socorro.

5. Intercambia datos

Asegúrate de recabar todos los datos necesarios del otro conductor antes de marcharte. Es aconsejable conseguir su nombre, dirección, datos del seguro y cualquier descripción del incidente. Anota la marca y el modelo del otro u otros coches implicados, los nombres de los testigos y otra información importante.

6. Reclama y da parte del accidente

Ponte en contacto con tu compañía de seguros lo antes posible para informarles del accidente. Es probable que te pidan lo siguiente: tu número de póliza, tu dirección, las matrículas de los coches implicados y los datos del otro conductor.