Ya no será un monovolumen, ni siquiera de aspecto futurista y de estatus superior, sino que se convertirá en un SUV de gama alta, en el modelo tope de este tipo de vehículos dentro de la línea de Renault. Tal vez sea un pequeño sacrilegio, pero el mercado manda. Puede que uno de los modelos franceses más icónicos, originales –aunque la idea de partida nació en el seno de otra firma gala, Matra, si bien fue Renault la que apostó decididamente por ella-, rompedores y singulares de toda la oferta del fabricante del rombo se aleja del concepto inicial y apuesta por las formas robustas, elegantes y distintivas de los crossover que inundan el mercado en todos los tamaños y estilos.

Eso sí, será amplio, espacioso, grande (4,722 metros de largura, 1,843 de anchura, 1,645 de altura y 2,738 de distancia entre ejes) y llamativo, además de muy atractivo a la vista. Tras cuatro décadas en el mercado y cinco generaciones, el emblemático Espace, en palabras de Renault, será ahora un SUV de cinco o siete plazas (las dos últimas escamoteables), “revolucionario y visionario, con un diseño atlético y elegante, impregnado de deportividad en el acabado Esprit Alpine, ideal para viajes largos, el modelo más habitable de la gama Renault, con una cuidada elección de materiales, calidad de ensamblaje y acabados, dotado de equipamientos de gama alta –como su techo de cristal con más de un metro cuadrado de superficie-, con una sofisticada conectividad, reducida huella medioambiental (pesa 215 kilogramos menos que su predecesor y está provisto de un motor E-Tech full hybrid de 200 CV con un consumo de 4,6 litros a los 100 kilómetros y una autonomía de hasta 1.100 km), prestaciones de alto nivel (175 km/h y 8,8 segundos de 0 a 100 km/h), hasta 32 sistemas de asistencia y el placer de conducción que aporta su mecanismo multi-sense y el sistema de dirección a las cuatro ruedas 4Control”.

Tras cuatro décadas y cinco generaciones, el prestigioso monovolumen Espace abandona su formato y se suma a la oferta SUV de Renault como tope de gama

Todo ello con el bienestar, confort y deleite al volante que hicieron de todos los Espace precedentes auténticos referentes en el mercado; la posibilidad de desplazar longitudinalmente la segunda fila de asientos hasta 260 milímetros (mm), con lo que disfruta de hasta 321 mm para las rodillas junto a un respaldo reclinable hasta 31 grados; y sin olvidar que los de la tercera fila (opción gratuita) cuentan con dos asientos con 128 mm de hueco para sus rodillas. Asimismo, cada ocupante dispone de luz de techo táctil y toma de carga USB-C.

A la venta en tres acabados (Techno, Esprit Alpine e Iconic y desde 43.500 euros), siempre cuenta de serie con la pantalla openR de 24 pulgadas, apertura de maletero eléctrica, cargador de teléfono por inducción, llantas de 19 o 20 pulgadas y fijaciones Isofix en los asientos laterales de la segunda fila. La terminación Esprit Alpine, por primera vez en el Espace, aporta el tono deportivo; mientras el acabado superior, Iconic, más lujoso, muestra una inserción de fresno auténtico en el salpicadero, tapicería de cuero acolchado gris sable con ribetes marrones, y asientos delanteros con ajustes eléctricos y calefactados, el del conductor con masaje lumbar. Por su parte, el maletero cubica 159 litros con siete plazas, en tanto que con cinco ocupantes oscila entre 581 y 777 litros de capacidad. Otra ventaja adicional es que también la segunda fila se puede plegar y dejar un suelo totalmente plano, con hasta 1.818 litros de espacio utilizable. Los huecos de almacenamiento interior alcanzan los 39 litros.

Fabricado en Palencia, este SUV híbrido de cinco o siete plazas anuncia un consumo de sólo 4,6 litros y hasta 1.100 km de autonomía

La preocupación por la eficiencia energética y el reducido impacto medioambiental ha llevado a Renault a dotar al Espace de una mecánica híbrida (gasolina de tres cilindros, 1.199 cc con inyección directa y turbocompresor, 130 CV y 205 Nm) asistida por dos motores eléctricos (uno principal de 70 CV y 205 Nm para la conducción eléctrica y otro secundario de 25 CV y 50 Nm para el arranque y cambio de marchas) alimentados por una batería de iones de litio de 2kWh en red de 400V, y completada por una caja de cambios automática multimodo que ofrece 15 combinaciones posibles de funcionamiento que, según apunta Renault, “maximizan el ahorro de combustible y de emisiones de CO2, y el placer de conducción”. Todo ello sin olvidar que “los reglajes multi-sense del Espace permiten modificar las sensaciones de conducción (dureza de la dirección, respuesta del motor y agilidad del chasis), el color de la iluminación interior y la visualización del salpicadero según cuatro modos: eco, sport, confort y perso”.

Y como colofón a todo este despliegue, la buena noticia de que el nuevo Renault Espace se ha adjudicado a la factoría de Palencia, que operará junto con las plantas de Valladolid y Sevilla, toda una demostración de cómo el saber hacer de las empresas automovilísticas de nuestro país permite afrontar los retos más ambiciosos. Nuestra felicitación por ello.