Cada vez son más los vehículos que cuentan con la etiqueta medioambiental que le corresponde. La etiqueta o distintivo ambiental es, tal y como así lo apuntan desde la Dirección General de Tráfico, una manera de clasificar los vehículos en función de su eficiencia energética, teniendo en cuenta el impacto medioambiental de los mismos.
Según explican, la clasificación de los vehículos a través del distintivo ambiental tiene como objetivo discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y ser un instrumento eficaz al servicio de las políticas municipales, tanto restrictivas de tráfico en episodios de alta contaminación, como de promoción de nuevas tecnologías a través de beneficios fiscales o relativos a la movilidad y el medio ambiente.
¿Qué significa cada una de etiquetas?
Según explican los expertos de la DGT, existen cuatro los distintivos ambientales creados en función del impacto medioambiental de los vehículos y los mismos, clasificarán y graduarán el 50% del parque más eficiente. De mayor a menor eficiencia serían:
Etiqueta 0 emisiones, Azul
Identifica a los vehículos más eficientes. Tendrán derecho a esta etiqueta eléctricos de batería (BEV), eléctricos de autonomía extendida (REEV), eléctricos híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía de 40 km o vehículos de pila de combustible.
Etiqueta Eco
Los siguientes en el escalón de eficiencia, se trata en su mayoría de vehículos híbridos, gas o ambos. Tendrán derecho a esta etiqueta eléctricos enchufables con autonomía inferior a 40 km, híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural y gas (GNC y GNL) o gas licuado del petróleo (GLP). Deben cumplir los criterios de la etiqueta C.
Etiqueta C, Verde
Vehículos de combustión interna que cumplen con las últimas emisiones EURO. Tendrán derecho a esta etiqueta turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2015. Vehículos de más de 8 plazas, excluido el conductor, y pesados tanto de gasolina como diésel, matriculados desde 2014.
Etiqueta B, Amarilla
Vehículos de combustión interna que si bien no cumplen con las últimas especificaciones de las emisiones EURO, sí que lo hacen con anteriores. Tendrán derecho a esta etiqueta turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde el 1 de enero de 2001 y diésel a partir de 2006. Vehículos de más de 8 plazas y pesados tanto de gasolina como diésel, matriculados desde 2006.
El resto de los vehículos, el 50% más contaminante, no tiene derecho a ningún tipo de distintivo al no cumplir los requisitos para ser etiquetado como vehículo limpio.
La OCU pide la revisión de las etiquetas medioambientales de la DGT
El sistema de etiqueta no termina de convencer a los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios. Según indican, "el problema es que pueden convertirse en algunos casos en una licencia para contaminar". Una afirmación de argumentan de la siguiente manera: "hemos comprobado que hay vehículos híbridos enchufables (que tienen una etiqueta cero emisiones), cuyo consumo real es mucho mayor que el homologado. Y, sobre todo, que contaminan bastante más".
Tal y como indican, "desde OCU llevamos tiempo exigiendo que este etiquetado se base en la contaminación real de los vehículos y no en el tipo de motor. Ya es una cuestión de justicia: como el tipo de etiqueta está restringiendo el acceso a ZBE, el actual sistema claramente favorece a los usuarios que pueden tener vehículos en teoría menos contaminantes con etiquetas (Cero Emisiones y Eco), que por lo general son más caros".
Además, desde este organismo piden que se adopten una batería de medidas concretas destinadas a fomentar una movilidad más limpia y sostenible: desde ampliar las ayudas, a promover sistemas de renting, informar de las zonas de bajas emisiones, o apostar por el transporte público.