Si un embarazo transcurre con normalidad, muchas mujeres tratan de continuar con unas rutinas vitales y laborales sin grandes cambios hasta llegar a un momento avanzado de la gestación. Siempre que su médico no les desaconseje conducir, pueden seguir perfectamente al volante de un coche, que es probablemente el vehículo más cómodo, seguro y adecuado para mujeres embarazadas. No obstante, siempre es recomendable que las futuras madres tomen una serie de precauciones de acuerdo con sus nuevas necesidades fisiológicas y así evitar riesgos innecesarios.

Unos consejos que los expertos de la empresa de coches mediante renting flexible Alquiber han recopilado para el buen uso del vehículo durante el embarazo, en busca de un perfecto equilibrio entre seguridad y comodidad. Esas recomendaciones son especialmente importantes en las primeras semanas de gestación, cuando todo es más delicado, y a partir del tercer trimestre, ya que la madre tiene que lidiar con una tripa prominente debido al gran volumen del bebé. En este periodo final, la recomendación general es no ponerse al volante.

Conducción relajada

En primer lugar, la mujer embarazada debe prestar atención a la forma en que conduce, asegurándose de que es suave, relajada y segura. Ésta es una recomendación comodín, ya que ponerla en práctica puede evitar a todos accidentes, lesiones y sustos. Sin embargo, las embarazadas o las personas que viajan con ellas deben extremar aún más las medidas de seguridad.

Comodidad y seguridad

Una de las mejores formas de adecuar un viaje en coche a una mujer encinta es encontrar el equilibrio perfecto entre su seguridad y su comodidad. Llevar ropa que no apriete, calzado confortable e incluso un cojín en la zona lumbar puede hacer más agradable el trayecto.

El cinturón de seguridad debe adecuarse al cuerpo de la embarazada, siempre dependiendo de la semana de gestación en la que se encuentre y el tamaño que haya adquirido su vientre. Lo ideal es colocar la banda inferior del cinturón bajo el abdomen y ajustarla a la parte ósea de las caderas, mientras la banda diagonal se sitúa entre los pechos, pero sin apoyarla en ellos. Además, hay que asegurarse de que las bandas no estén holgadas. Cuando el vientre ya está muy abultado, existen cinturones de seguridad especiales que se acoplan a los enganches del coche, para mayor comodidad y seguridad.

Una mujer se ajusta el cinturón de seguridad alrededor de su vientre. DGT

En cuanto a la postura, la conductora embarazada debe desplazar hacia atrás el asiento lo más que pueda para evitar que la tripa roce con el volante. También debe situarse lo más lejos posible del airbag frontal, que podría impactar contra la tripa en caso de activarse. Si no es posible encontrar una postura de conducción cómoda o si el vientre queda situado demasiado cerca del volante es mejor abstenerse de conducir.

Viajes largos

En caso de que el trayecto en coche sea un viaje largo, si la mujer embarazada es la conductora es recomendable que vaya acompañada por una persona con la que pueda intercambiar el volante cada cierto tiempo o ante cualquier eventualidad.

También hay que estar muy pendientes de tomar líquidos con regularidad, para evitar una bajada de tensión, hipoglucemia y deshidratación. Y es recomendable parar como mínimo cada dos horas, eligiendo los lugares adecuados antes de emprender la marcha, para aliviar los lumbares cargados, andar, estirarse y mover piernas y tobillos, ya que durante el embarazo aumenta el riesgo de trombosis venosa.

Además, es importante evitar trayectos con muchas curvas y carreteras con piso irregular o mal asfaltado, aunque así el viaje se alargue.

¿Qué dice la DGT?

La Dirección General de Tráfico no tiene una normativa específica para mujeres embarazadas que les prohíba conducir. Antes sí se les eximía de llevar el cinturón de seguridad en determinadas circunstancias, pero ahora es obligatorio siempre, ya que se han encontrado evidencias de que el riesgo de lesión y pérdida del feto por no llevar puesto el cinturón es mayor que el riesgo de no llevarlo. Además, si la embarazada es la que conduce, el peligro de ir sin cinturón es aún mayor. Sin él abrochado, un pequeño choque puede hacer que el vientre golpee directamente contra el volante.