Honda Civic Type R Ultimate Edition: el último de una saga irrepetible
Honda dejará de vender en 2025 su modelo más radical, el Civic Type R, al tiempo que anuncia un edición limitada para despedir a tan ilustre automóvil, un referente por sus registros en circuito y también por su espíritu súper deportivo adaptado al uso a diario.
Una de las cualidades más admirables de los fabricantes de automóviles japoneses es su flexibilidad, esa inquebrantable capacidad de adaptarse a un objetivo a la hora de desarrollar un vehículo, junto con el grado de implicación para llevar a cabo cualquier proyecto. Es incuestionable la fama de fiabilidad de sus modelos, así como su compromiso con la seguridad, la eficiencia y el respeto medioambiental, pero quizá lo es más todavía su saber hacer en el momento de definir un producto y lo meticulosos y fieles que son a su propósito final.
Honda, como otras marcas venidas de aquel país, es un ejemplo perfecto de todo ello. Lo mismo produciendo motocicletas de todos los tipos, tamaños y conceptos -igual te fabrican la reina de las motos turísticas (Gold Wing) que ofertan pequeños vehículos utilitarios (Super Cub) o máquinas superdeportivas legendarias (CBR)-, que coches concebidos con los más variados propósitos: desde vehículos experimentales con energías alternativas a SUV de lo más comerciales, pasando también por turismos extremadamente deportivos. Todos son Honda, todos diferentes, pero todos tienen en común que son fruto de la pasión y del compromiso con la tecnología más avanzada. Y también que, si sabes lo que buscas, nunca te van a defraudar, al contrario, te harán plenamente feliz al volante.
Honda anuncia una edición limitada para despedir a su automóvil deportivo más radical, el Civic Type R
Reconozco que, de entre los muchos coches que he podido conducir desde que comencé a publicar artículos en este periódico en marzo de 1996, ha habido dos de Honda que me dejaron un grato e impactante recuerdo: el S2000, un deportivo biplaza descapotable atmosférico de 240 CV, propulsión trasera y rendimiento sobresaliente -era lo más parecido que recuerdo a llevar una moto de dos tiempos de carretera, tipo Yamaha RD 350, pura adrenalina-; y el Civic 2.0 atmosférico de 200 CV de segunda generación. Ambos automóviles resumían a la perfección lo que representa la deportividad y el placer de conducir sin renunciar a la posibilidad de utilizar el coche como medio de transporte a diario. El Civic Type R era más convencional de carrocería, pero tenía la misma mala leche y radical carácter que el exigente, delicado y tremendamente divertido y exclusivo S2000. Son de esas pocas ocasiones en las que uno lamenta no ser rico de verdad para poder poseer máquinas tan superlativas.
Hoy les hablamos de otra de esas joyas de Honda que el fabricante japonés ha decidido que pasen a formar parte de la historia de sus vehículos deportivos irrepetibles, el Civic Type R. Honda anuncia el fin de la comercialización del Civic Type R en Europa, al tiempo que rinde homenaje a tan ilustre modelo con una edición especial y limitada -sólo 40 unidades para Europa- denominada Ultimate Edition. Esta serie especial estará disponible con el color Championship White con decoración en rojo, detalles en fibra de carbono, iluminación adicional y una caja de regalo conmemorativa. Asimismo, Honda España anuncia que mantendrá la venta del Civic Type R estándar hasta finales de 2025 y con un plan de financiación, Honda Options (475 euros mensuales), siendo el precio sin financiación de 58.850 euros.
La firma japonesa seguirá comercializando hasta finales de 2025 la versión estándar, con su motor de 329 CV, 275 km/h y sólo 5,4 segundos de 0 a 100 km/h
El Honda Civic Type R es un Honda y es un Civic, pero casi de carreras. Se puede utilizar a diario, como todo compacto de tracción delantera, pero también para rodar a saco en circuito o por carreteras de curvas a pleno pulmón. Sus cotas son las de un turismo medio de tres volúmenes (4,594 metros de largura, 1,890 de anchura, 1,407 de altura, 2,735 de distancia entre ejes, un maletero de 410 litros y 1.429 kilogramos de peso), pero en todo lo demás su configuración se debe a su espíritu de carreras. Motor de dos litros (1.996 cc) turboalimentado, con 329 CV a 6.500 rpm y 420 Nm de par máximo a sólo 2.500 vueltas; prestaciones de fábula: 275 km/h de velocidad punta y 5,4 segundos para pasar de 0 a 100 km/h; junto a un consumo combinado de 8,2 litros cada 100 km.
Y para que la fiesta sea total, un completísimo equipamiento que hará las delicias de los corazones más deportivos: cuatro modos de conducción que modifican la respuesta del motor, suspensiones y dirección (Confort, Sport, +R e Individual), suspensión delantera de doble eje, spoiler trasero, asientos delanteros y volante de competición, placa con número de serie exclusivo, pedales de acero inoxidable, cristales tintados, triple salida de escape (junto a un sonido de lo más estimulante), a lo que añadir una dotación de seguridad excelente y las posibilidades de personalización de sus packs de carbono e iluminación roja, amén de otros accesorios racing. Muchos lo echaremos de menos.