Yassine Bounou, conocido futbolísticamente como Bono, es el portero del Sevilla y de la selección de Marruecos que frustró este martes el camino mundialista de España. El meta magrebí encaró la decisiva tanda de penaltis avalado por una buena estadística previa: según Transfermarkt, solo habían terminado en gol 37 de los 50 que le habían tirado, concentrándose en las temporadas más recientes la mayor parte de sus aciertos. El desglose de estos, curiosamente, sitúa en las instalaciones de Zubieta el arranque de su buena trayectoria en los lanzamientos desde los once metros, con motivo de un Real Sociedad B - Atlético de Madrid B (1-0) disputado el 26 de abril de 2014.

Bono comenzó a competir con el Wydad Casablanca de su país, hasta que en verano de 2012, ya con 21 años, recaló en un filial colchonero que compartiría, entre otros, con Lucas Hernández, Thomas Partey, Saúl Ñíguez u Oliver Torres. En su segunda campaña en el club, llegó el mencionado partido de Zubieta, que el portero marroquí afrontó habiendo encajado gol en los cuatro penaltis que le lanzaron hasta entonces. En la segunda mitad, y con 0-0 en el marcador, una mano de Lucas Hernández tras centro de Marco Sangalli significó la primera pena máxima de aquel duelo. El exosasunista Kenan Kodro engañó a Bono y estableció un 1-0 a la postre definitivo. La victoria del Sanse significó la permanencia para los entrenados por Asier Santana, cuyo segundo era Imanol Alguacil.

La decisiva victoria, sin embargo, pudo resultar más amplia. En la recta final del duelo, el reciente verdugo de España se enfrentaría a una nueva pena máxima. Kenan Kodro repitió como lanzador y el portero colchonero apostó por tratar de desconcentrar al punta mediante un gesto con el brazo derecho. El delantero donostiarra disparó precisamente hacia ese sector, Bono adivinó su intención y forzó que el lanzamiento se marchara alto. Así, a la sexta fue la vencida para él, iniciando un camino fiable en los penaltis que, en uno de sus puntos culminantes, volvería a tener a la Real Sociedad como protagonista, entonces en la pasada temporada 2021-22.

Bono detiene en Anoeta el penalti lanzado por Oyarzabal, en septiembre de 2021. EFE

Sucedió en septiembre del año pasado. En una sola semana, Bono (ya en el Sevilla tras experiencias en Zaragoza y Girona) frustró tres penaltis a sus rivales. Primero, con motivo de un partido de Champions contra el Salzburgo, en el que sus estiradas obligaron a Adeyemi y a Sucic a ajustar tanto los disparos que estos se marcharon fuera y al poste respectivamente. El domingo posterior, mientras, en la visita liguera del Sevilla a Anoeta (0-0), el marroquí detuvo en la primera parte un penalti lanzado por Mikel Oyarzabal (fue la primera pena máxima errada por el eibartarra en el campeonato de Liga). Aquellos días de éxito ante los once metros quedan ahora en un segundo plano tras la actuación mundialista del propio Bono, decisivo para su selección en el logro de un billete para los cuartos de final. El Marruecos-Portugal del sábado (16.00 horas) está servido... y los magrebís tendrán muchas opciones de clasificación si logran alcanzar la tanda.