pamplona. La Compañía de Jesús, tras casi 500 años de historia -fue creada en 1534- tiene, por primera vez, un miembro de la orden sentado en el trono de San Pedro. El nuevo Sumo Pontífice, que ya viste de blanco, es Jorge María Bergoglio, alguien bien valorado por los miembros de esta orden religiosa tan arraigada en Navarra y la CAV. A Francisco I ya le esperan en el santuario de Javier, uno de los templos iconos de los jesuitas y en Loiola, la cuna del fundador y primer Superior General de la Orden, San Ignacio de Loiola, patrón de Gipuzkoa y Bizkaia.
"Nos ha llamado la atención lo sencillo que se ha mostrado el nuevo Papa ante los fieles, se ha mostrado como un hombre humilde", apuntaba ayer a este periódico un sacerdote jesuita desde el Santuario de Azpeitia. "En cuanto hemos escuchado su nombre hemos comentado que es jesuita, pero en la televisión han tardado en decirlo", relataba. "Ha sido una alegría". "Me ha llegado al corazón como siendo obispo de Roma ha pedido a los fieles que orasen por él en silencio y cómo el Papa desde el balcón se ha quedado escuchando rezar a todos esos fieles".
Parecida reacción vivieron los jesuitas de San Jose Jesuitak Ikastetxea, de Durango. "Ha sido una sorpresa, algo inesperado, porque aunque se ha contado que él fue un candidato en el anterior cónclave, la edad parecía descartarlo esta vez", explicaba uno de los clérigos de esta sede. "Es un hombre coherente y creo que la Iglesia necesitaba un hombre honesto como él". En Durango, la noticia se recibió con alegría, aunque explicaron que "los jesuitas nunca tenemos aspiraciones". Se mostraron además esperanzados. "El nuevo Papa es un hombre cercano, que viaja en autobús y se muestra crítico cuando tiene que serlo. Es coherente y humilde", resumieron.
El Castillo de Javier y el Santuario de Loiola se preparan para recibir a Bergoglio, que hace años ya fueron visitado por Juan Pablo II. Al menos, el hecho de que el nuevo obispo de Roma sea jesuita y en ese Santuario se encuentre la cuna del fundador de la orden hizo soñar con esa idea a los jesuitas consultados ayer por este diario. "Sería bonito", resumieron. Desde el Hotel Arrupe, situado en Loiola, también barajaron esa idea. "Este, para todos los jesuitas, es un lugar especial, y también lo será para él".
Reacción oficial Al margen de las reacciones espontáneas, el primer comunicado oficial de la Compañía de Jesús de España, llegó en nombre del Provincial de España, Francisco José Ruiz. En esa misiva aseguró que la orden está "convencida de que el Espíritu alentará" al nuevo Papa para continuar "con sencillez y audacia" la tarea de nueva evangelización que iniciaran Juan Pablo II y Benedicto XVI. En el comunicado, los jesuitas aseguraron ayer que han acogido "con fidelidad y esperanza" el nombramiento de Jorge Mario Bergoglio como Santo Padre, recordando además que parte de su formación jesuítica la completó en Alcalá de Henares (Madrid) durante los años 1970 y 1971. Desde allí, el vicario general de la Diócesis de la localidad, Florentino Rueda, aseguró que Francisco es "muy sencillo y muy humilde", además de buen estudiante, "como todos los jesuitas", según aseguró a Efe.
La Compañía de Jesús en España aseguró ayer que todos los jesuitas rezarán por el nuevo Papa y por la tarea que tiene ante sí para toda la Iglesia. "De esa nueva evangelización está necesitado nuestro mundo para salir de sus muchas encrucijadas de presente y futuro". Asimismo, recordó, "en un momento tan trascendental como el actual", el carisma fundacional de los jesuitas: "Nuestro servicio a la Iglesia solo será verdaderamente cristiano si está anclado en la fidelidad a Aquel que hace nuevas todas las cosas; y solo será jesuítico si está unido con el sucesor de Pedro".
Además de ese comunicado, la agencia Efe informó que fuentes de la Compañía aseguraron ayer que el nuevo Papa siempre se ha mantenido "en libertad con respecto a las autoridades" y ha llevado un estilo de vida "sencillo" y con "gran preocupación social". Las mismas fuentes subrayaron que el Papa ha mostrado durante su vida "mucha preocupación por los jóvenes sacerdotes y por lo espiritual".
Intelectuales La orden fundada por San Ignacio de Loiola se caracteriza por la intelectualidad que muestran sus miembros, todos varones. Educación, evangelización y espiritualidad, así como la preocupación por los pobres conforman los pilares de esta orden que exige a sus miembros una formación sólida, con titulación académica.
Es tal su vocación académica que su labor se desarrolla en más de 127 países, dónde gestiona unas 297 universidades, así como casi una treintena de televisiones y cerca de 200 revistas, entre otros.
En las últimas décadas, la Compañía se ha visto arrinconada dentro de la Iglesia por el sesgo político de su reforzada lucha contra la pobreza. Mucho antes, la orden llegó a ser expulsada de varios territorios por el poder intelectual y económico que llegaron a amasar.
Desde el principio los jesuitas no vivían encerrados en los conventos, sino que se dedicaron a la enseñanza, por ejemplo. Y a diferencia de otras órdenes los jesuitas renunciaron a tener hábito propio. Vestidos tradicionalmente con sobriedad, al Padre General de la Compañía de Jesús se le conoce como Papa negro, nombre que también evoca al poder que durante décadas han tenido los jesuitas. Por ello, ayer, varios medios ya especulaban con la llegada del primer Papa negro.